Madrid. Agencias
El Gobierno Sandinista remitió este jueves un mensaje de condolencias a las autoridades españolas por las más de 150 víctimas mortales causadas por las torrenciales lluvias que caen desde el martes en el sureste de España.
El mensaje, firmado por el Presidente Daniel Ortega y la Vicepresidenta Rosario Murillo, está dirigido al rey Felipe Sexto y a Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno del del Reino de España, y dice textualmente:
Excelencias, Majestad y Presidente: Ante la dolorosa tragedia que aqueja a las comunidades valencianas, reciban ustedes, del pueblo, las familias y nuestro Gobierno, las más sentidas y sinceras condolencias.
En estos momentos de sufrimiento y angustias, nuestra solidaridad para las familias de esa región de España, un país y un pueblo muy cercano al corazón del pueblo nicaragüense.
Nuestras oraciones y rogativas de alivio y consuelo para quienes han perdido seres queridos, así como sus modos de vida, tan importantes en el día a día de este mundo difícil.
Saldo doloroso y lluvias continúan
El último recuento de víctimas mortales a causa de las inundaciones por el fenómeno meteorológico denominado DANA en España, eleva la cifra provisional a 158 incluyendo familias enteras, mientras se prosigue la búsqueda de personas desaparecidas, que podría elevar aún más la cifra del peor temporal del último siglo en la región.
Las imágenes desoladoras que ha dejado la DANA (acrónimo de «depresión aislada en niveles altos», que se forma a partir del chorro polar, una corriente de vientos en la parte alta de la atmósfera) a su paso por la provincia de Valencia se siguen sucediendo este jueves, el primero de los tres días de luto oficial por las víctimas mortales y en solidaridad con los afectados por esta catástrofe y por la que se han guardado minutos de silencio.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la DANA es el choque de una masa de aire frío en altura con aire caliente de la superficie, lo que desencadena trombas de agua, especialmente virulentas en verano y en otoño, como es el caso de la actual, que además ha venido acompañada de fuertes vientos y tornados
Del total de 158 víctimas, 155 han sido confirmados por el gobierno Valencia, la provincia más afectada, en el oriente de la península; dos fallecidos en el sur de la provincia Castilla-La Mancha y un anciano muerto en la provincia de Málaga, al sur del país.
Desde las trombas de lluvia del pasado martes, en las zonas afectadas en la provincia de Valencia se calcula que unas 300 personas aún están aisladas y un número no determinado en paradero desconocido. También había otras cinco personas sin localizar en Albacete, Castilla-La Mancha.
Las lluvias torrenciales siguen en la jornada de este jueves en algunos puntos de las provincias de Castellón y Tarragona, así como en algunas zonas de Andalucía. Las autoridades han pedido a la población de las provincias de Castellón y Valencia que no salgan de sus casas si no es imprescindible y se mantengan en zonas altas, extremando todas las precauciones.
El temporal dejado registros históricos en la provincia de Valencia, con más de 500 litros por metro cuadrado en algunas zonas, y que este jueves están azotando el interior-norte de la provincia de Castellón –se encuentran en situación de alerta roja y han caído ya más de 200 litros por metro cuadrado en la localidad de Tírig.
Además de los daños personales, otros daños se cuentan por millares, como el de vehículos arrastrados por calles y carreteras o el de viviendas e infraestructuras inundadas.
A ello hay que agregar que todavía hay decenas de carreteras afectadas, mientras que algunas conexiones de trenes de larga distancia y cercanías estarán hasta 15 días sin funcionar. Miles de usuarios se encuentran sin electricidad y las telecomunicaciones son difíciles en estos días.
El Ministro de Transportes, Óscar Puente, ha confirmado este jueves que gran parte de la red de carreteras de la provincia de Valencia está “seriamente dañada”, tan importantes que “va a costar mucho tiempo reponer, y no solo económico”. En este sentido, recuperar la circulación una de las carreteras puede conllevar “meses”, con 80 kilómetros de la red de carreteras del Estado afectados con “montañas de vehículos”.
En la línea del tren alta velocidad entre Madrid y Valencia se van a tener que reponer 1,2 kilómetros de infraestructuras, ha explicado Puente, quien ha relatado que todavía no se puede saber “hasta dónde llega el daño”. Parte del “ha desaparecido” y además, otra parte del túnel está “completamente inundado” y aún no se puede saber “hasta dónde llega el daño. Vamos a ver qué nos encontramos”.
“La red de alta velocidad no va a reanudarse este lunes. Veremos en dos o tres semanas, es el tiempo mínimo de los trabajos si no nos encontramos nada más serio”, ha recalcado. “Hay que levantar las vías y eso va a llevar tiempo”, ha apuntado.
Otra cosa es la situación de los trenes de corta distancia, que el ministro ha calificado de “gravísima”, pues “de las cinco líneas, tres están desaparecidas, la C1, C2 y C3. No contamos con ellas, en la C3, 45 kilómetros están completamente destrozados”.
En rueda de prensa, lo primero que el ministro ha reclamado es que no se intente entrar o salir de València por carretera salvo que sea estrictamente necesario. “Los daños son tremendos”, ha asegurado. “La recomendación es que no intenten entrar o salir porque nos están dificultando las tareas prioritarias”, que pasan por encontrar a personas que siguen desaparecidas. “Toda movilidad que no sea estrictamente necesaria está desaconsejada”.
La localidad de Paiporta, ubicada a apenas diez kilómetros de la capital valenciana, concentra un gran número de personas fallecidas, alrededor de 45 según los cálculos municipales. “La última cifra de fallecidos que tengo es 45, pero no la tengo actualizada porque aún no me he podido reunir con el puesto de mando. En esa cifra se incluyen los seis de una residencia [de ancianos]”, explicó la alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat.
La pequeña localidad de Paiporta, en la provincia de Valencia y uno de los epicentros de las inundaciones en España, ya registra al menos 45 fallecidos, mientras que en las aldeas cercanas La Torre y Castellar se han contabilizado 13, de ellas 8 en un garaje.
Sin agua, sin luz, con cientos de coches flotando, los vecinos se preguntan cómo ha sido posible llegar a tal nivel de desastre y destrucción.
Precisamente, este paisaje de desolación que ha dejado tras de sí la DANA en València coincide a menudo con el mapa de zonas inundables. Muchas de las imágenes publicadas en las últimas 24 horas de las riadas producidas en las provincias de Valencia, Castellón, Albacete, Alicante o Cuenca se ubican en zonas de riesgo de anegación. El análisis toma como referencia las probabilidades medias u ocasionales de inundación (lo que se conoce como período de retorno de 100 años).
Las imágenes de ríos y torrentes desbordados a su paso por municipios de la Comunitat Valenciana como Utiel, Beniparrell, Aldaia, Vinaròs o Alzira, o en localidades de Castilla-La Mancha como Mira o Letur, se corresponden con las calles y urbanizaciones que aparecen en los perímetros de la España inundable.
Desde la década de los 60, el litoral mediterráneo ha crecido en población en distintas oleadas, al calor de su dinamismo económico, y a menudo lo ha hecho con nuevas urbanizaciones en perímetros anegables. No solo por la proximidad del mar, sino también por la existencia de numerosas ramblas y barrancos que suelen estar secos durante todo el año, pero que en cuando se concentran lluvias torrenciales tienden a desbordarse con facilidad.
“Los barrancos tienen un funcionamiento efímero, asociados a una climatología mediterránea de lluvias irregulares, lo que hace que en zonas con una fuerte presión demográfica, se acaben ocupando con facilidad”, señala Alfredo Pérez-Morales, geógrafo de la Universidad de Murcia y autor de varias publicaciones sobre riesgo de inundación.