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La prisión abierta…El modelo de la Revolución

Por: Pablo Cáceres

La prisión abierta…El modelo de la Revolución Managua. Por: Pablo Cáceres/ La Primerísima

En los años 80 el estado de Nicaragua pasaba difíciles momentos, la intervención norteamericana había logrado iniciar el proceso de unificación de los ex guardias somocistas y organizar el contingente contrarrevolucionario a través del cual enfrentarían al pueblo sandinista atacando y destruyendo la infraestructura productiva y a los contingentes de población que se incorporaban a la extracción de la cosecha, evitando que el país obtuviera recursos frescos para la ejecución de los programas sociales, se ordena a las fuerzas del Ministerio del Interior hacer todos los esfuerzos posibles para apoyar las actividades productivos y se decide que participen en los cortes de café, frijoles, algodón, levantando la producción y aportando a aumentar los ingresos de divisas frescas al país.

Se le propuso en ese entonces al comandante Borge, ministro del Interior, que aprovecháramos la fuerza de trabajo que estaba en las prisiones del país para organizarlos y que participaran en las jornadas de corte de algodón, y apoyaran, en ese sentido, los esfuerzos del estado revolucionario.

El comandante Borge, en principio le pareció la idea, pero pidió 48 horas para pensar algo sobre ella. Se trataba de una tarea inédita y nunca vista en Nicaragua que solamente se llevaba a cabo bajo los criterios, que la Revolución había indicado para el trabajo penitenciario. Ella generaría un ejemplo de trabajo para las labores del trabajo penitenciario en los países de América Latina, y un cambio en los conceptos en la ejecución de la pena.

Pasado el periodo solicitado, nos volvimos a reunir él trasmitió las principales orientaciones, con muchos detalles sobre el cómo se haría, encargándonos de buscar el contacto con los compañeros encargados de las tareas de producción para escuchar criterios sobre la propuesta, nos comunicó, que había conversado con el comandante de la revolución ministro del MIDINRA para que orientara el apoyo a la iniciativa.

Poco tiempo después nos indicó que nos pusiéramos en contacto con un compañero responsable del MIDINRA en occidente y organizáramos la idea, nos presentamos con los compañeros del MIDINRA, y con ellos discutimos varias opciones, entre ellas, las que cumplía la mayoría de recomendaciones orientadas por el comandante Borge. Se identificaron dos unidades de producción llamadas Manzanillo y Los Ébanos. Una de ellas, rumbo al municipio de Potosí en el Viejo en el golfo de Fonseca, ubicada, pasando río viejo, tomando a la izquierda rumbo a Aposentío, llamada Manzanillo, sobre una loma que sobresalía en el horizonte.

La otra quedaba en el municipio de Chichigalpa, antes de llegar al empalme a ese municipio con el municipio de Chinandega, se giraba a la derecha y al píe del volcán San Cristóbal. Una finca grande, se llamaba Los Ébanos, tenía mejores condiciones que las otras, había una serie de viviendas que se estaban construyendo para los campesinos que iban a habitar esa finca, era una propiedad muy grande, los límites al norte llegaban hasta las faldas del San Cristóbal y el Chonco, en el centro estaba cruzada por varios cauces que bajaban desde los volcanes Chonco, San Cristóbal y el Casita.

Eso representaba una vulnerabilidad muy importante de la idea, ya que se identificó ese paso como una posible ruta de fuga hacia Honduras de los prisioneros, y por lo tanto había que disponer de fuerzas de vigilancia para ese sector.

Sostuvimos varias visitas al sector y después de discusiones a lo interno se decidió seleccionar las propiedades mencionadas que eran dedicada a la siembra y producción de algodón y estaban listas para el corte, Una vez que tuvimos claro cómo se desarrollarían los procesos de la iniciativa, nos dispusimos a seleccionar el personal que participaría en dos direcciones:

1.- La selección de los prisioneros que participarían en la tarea y los estímulos morales que se utilizaría para estimular su productividad y rendimiento.

2.- Los soldados custodias que desarrollarían las labores de custodia y control de los internos, dividiéndolos en las labores especializadas que se desarrollan en una prisión abierta. Para ello se discutió mucho con los especialistas del Sistema Penitenciario las características que deberían tener ambos grupos y su identificación, entrevistas para su selección, lo que se buscaba ente los internos era, disponibilidad a movilizarse, disposición al trabajo del corte de algodón, alguna experiencia en el trabajo de campo.

El Sistema Penitenciario, carecía de Psicólogos y Trabajadores Sociales, pese a ello, los compañeros que se les encargó esa tarea, la desarrollaron de manera excelente y como verdaderos profesionales, con mucho criterio y razón, en poco tiempo teníamos dos contingentes seleccionados en grupos dispuestos a movilizarnos hacia los puntos donde se laboraría, cada grupo tenía un responsable de productividad dentro de los mismos internos que vigilaría y garantizaría la realización del trabajo con dedicación, además de ello un médico que era el encargado de vigilar la salud de los que cortarían el algodón, así como los que llevaban las estadísticas de corte de los que se involucraban, también a esa labor se le agregaban los estímulos de las visitas semanales de los familiares, los días domingos, durante la mitad del día a ellos se les explicaba el significado de la tarea que sus familiares estaban haciendo y lo importante que ello era a lo interno del Sistema Penitenciario Nacional.

Los compañeros “combatientes” que sirvieron para las labores asignadas al trabajo de la prisión, se dieron cuenta a lo inmediato que se trataba de manejar una prisión abierta, que estaba organizada de cara a las actividades productivas, y eso transformaba la metodología de labor, para cumplir las tareas con la flexibilidad requerida sin descuidar los objetivos principales que se esperaba de ellos, se discutió ampliamente con ellos, modificando algunas metodologías con el objetivo de aportar a la mejora de las condiciones de trabajo de los internos, que permitiera cumplir con los objetivos propuestos.

Hay que reconocer que el propio comandante Borge y el viceministro del interior para el orden Interior, comandante René Vivas L así como las autoridades superiores del mismo sistema penitenciario, se manifestaron preocupados por el éxito de la tarea, involucrándose de manera constante en los pormenores de la misma y orientando y modificando algunos planteamientos que se hacían, y apoyando decididamente en la obtención de los recursos que sé que necesitaban y que carecía el sistema penitenciario y que eran necesarias para el éxito de la tarea, manteniendo permanente comunicación con los responsables de la tarea.

Paralelo a ello se le elaboraban diariamente dos tipos de informes, uno con las situaciones propias de la prisión especial que representaban los dos lugares y otro de la productividad que se alcanzaba, esos informes, generaban otro de manera semanal que se enviaba a las autoridades del Ministerio del Interior, ministro y Vice Ministerio de orden Interior al igual que otro al Sistema Penitenciario y uno más, a las autoridades del Ministerio de Desarrollo Agropecuario de la II Región.

Manos a la obra

Una vez identificadas todas las tareas necesarias se procedió a desarrollarlas y a prepararse para el inicio y la apertura de la obra novedosa no solo en Nicaragua, sino en América Latina, inaugurar la primera prisión abierta con humanismo y respeto a los derechos humanos obra de los más nobles sentimientos, una cara de la revolución.

Al interior de la Prisión Especial, se dio seguimiento a las actividades productivas de cada persona y en lo principal de los internos que lograba altos rendimientos, en las tareas del corte de algodón, en lo particular se llevaba control y seguimiento a las personas que sumaban mayores cantidades de peso en quintales cortados a la semana, con el objetivo de distribuir los estímulos a las personas que lo alcanzaban.

Por decisión delas autoridades superiores del Ministerio del Interior, se dispuso que todo el contingente completo que regresó del primer curso de administración de prisiones que se había preparado en la isla de Cuba, se integró a las tareas que se desarrollaban en los cortes de algodón, se pudo observar que dichos compañeros regresaban con una metodología que en la práctica y para apegarse a las repuestas que las condiciones exigían se tuvieron que modificar y flexibilizar muchas de las normas que ellos traían, producto del aprendizaje en la escuela de prisiones dela isla. Ello ocasionó la presencia de algunas contradicciones que se resolvieron con el trabajo de equipo y los aportes de los compañeros de la dirección política del Ministerio y del propio Sistema Penitenciario, que dieron soporte ideológico a las tareas.

Los participantes discutían la dimensión de las tareas que estaban desarrollando, la idea es apropiarse de una idea que estábamos seguros que llevaría la transformación de os conceptos clásicos de la prisión, aprendimos de nuestras autoridades que el desafío era no convertir la prisión en una bodega de seres humanos, y con insistencias del Ministro Borge, nos dirigíamos a los prisioneros como internos y como principal estímulo a ellos se les fue de manera progresiva permitiendo visitas familiares todos los domingos y se les entregaba la cantidad de dinero correspondiente a los quintales de algodón cortado, dinero que entregaba la empresa agrícola del Ministerio de la Reforma Agraria que era la que administraba dichas propiedades.

Antes de cada visita familiar se desarrollaba una reunión con los familiares, para insistirles que apoyaran el modelo que se estaba iniciando con la integración de los prisioneros al trabajo productivo, que además de generarles ingresos económicos les desarrollaba hábitos y responsabilidades en la labor que desarrollaban. El trabajo productivo se convirtió en una herramienta esencial para la transformación de los conceptos en la prisión como centro de castigo y tortura, en la cual los privados de libertad modificaban sus hábitos y perfeccionaban sus aptitudes delincuenciales o adquiriendo nuevos hábitos.

Poco a poco la prisión bajo la dirección del gobierno revolucionario se transformó, de una institución punitiva en la que no se respetaban los derechos humanos, en una institución donde el centro del trabajo era la reeducación de aquellos, para regresarlos a esa misma sociedad que castigaba a hombres y mujeres que habían cometido errores en contra de ella.

Nunca pudimos imaginar que se estaba desencadenando con el trabajo que iniciaba con la incorporación de los detenidos a las actividades productivas en los cortes de algodón en Nicaragua, fue una verdadera revolución de las concepciones antigua de la prisión tradicional.

Una vez terminada la misión que le llamábamos “Manzanillo y Los Ébanos” se pudo comprobar que los rendimientos productivos fueron en lo general satisfactorios, los prisioneros involucrados cortaban el promedio de quintales que cortadores tradicionales alcanzaban. A ello se le agregaban los estímulos morales a los custodios que habían permanecido toda la “misión,” con esa sensación nos preparamos para el regreso con la satisfacción del cumplimiento del deber alcanzado, fuimos recibidos por las autoridades superiores del Ministerio del Interior, al poco tiempo se nos llamó para asignarnos la siguiente tarea. Reproducir la experiencia desde el ministerio del Interior. (Sistema Penitenciario Nacional) creando las granjas productivas.

43 Aniversario

Radio Segovia, La Poderosa del Norte.

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