El mandatario brasileño de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro figura actualmente como el mayor emisor de desinformación sobre América Latina, según una serie de pesquisa coordinada por el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP).
Los periodistas Amanda Ribeiro y Luiz Felipe dos Santos indican cómo, en un primer reportaje del CLIP junto con el portal Aos Fatos (A los Hechos) y otros seis medios latinoamericanos, queda al descubierto quién está detrás de la desinformación política en la región.
«Un país en el que no hay más perros: todos fueron comidos por sus habitantes hambrientos. El aborto está libre, es posible casarse con adolescentes, las drogas se liberan y nadie más está arrestado. El presidente prendió fuego al metro…», entre otras informaciones.
Lo anterior fueron aseveraciones mentirosas, pero todas manifestadas por Bolsonaro en sus casi cuatro años de mandato, revela el estudio.
Aos Fatos verificó al menos 382 alegaciones desinformativas citadas por el exmilitar que involucran países de América Latina, desde las más prosaicas, como la supuesta inexistencia de animales de estimación en Venezuela, repetida 27 veces, hasta las más graves, como la acusación de vandalismo a Gabriel Boric, presidente de Chile.
De acuerdo con la indagación, los países más citados en argumentos desinformativos son Venezuela, con 85, Argentina, con 83, y Cuba, con 53 menciones.
Pero Argentina pasó a ser más atacada cuando cambió de gobernante, en 2019: Alberto Fernández, peronista de centro izquierda, asumió el poder en diciembre de aquel año.
Según Carlos Gustavo Poggio, profesor de relaciones internacionales del Berea College, de Estados Unidos, el discurso de Bolsonaro difiere mucho del adoptado tradicionalmente por la diplomacia brasileña.
«El uso de forma derogatoria de referencias a países latinoamericanos no es común en la diplomacia brasileña. Es ver la política como una relación ‘amigo-enemigo’. Él no mira las relaciones geopolíticas o cómo fortalecer los nexos del Brasil de Estado a Estado», alertó.
Para Poggio, muchos de los daños provocados por Bolsonaro en las políticas diplomáticas del gigante suramericano aún no han sido totalmente explotados porque existe un «compás de espera» en relación con las elecciones de mañana.
La Justicia Electoral confirmó que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, candidato del Partido de los Trabajadores, ganó la primera vuelta de sufragio del 2 de octubre con 48,43 por ciento de los votos válidos y Bolsonaro, quien ambiciona reelegirse por el Partido Liberal, tuvo 43,20.
Ambos políticos disputarán el balotaje de este domingo, al no lograr en ese primer pleito la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de válidos (excluidos blancos y nulos), como establece el código brasileño para ser electo.