El Presidente Daniel Ortega aseguró este miércoles que ese pasado de extrema pobreza, de muerte y de guerra ya no volverá, quedó enterrado para siempre.
“Y ahora lo que tenemos es un pueblo viendo hacia la luz, tanto viendo hacia el futuro, caminando hacia el futuro, bajo el sol, bajo la lluvia, pero con alegría y con ese espíritu que nos dan nuestros héroes y nuestros mártires de la batalla que se libró en San Jacinto y en diferentes territorios de nuestro país, incluyendo batallas heroicas como la de Rivas”.
Durante el acto previo a los desfiles escolares en la Avenida de Bolívar a Chávez en esta capital, Daniel aseguró que independientemente a las condiciones económicas, sociales, aquí se acabaron aquellos tiempos, en donde la gente trabajadora, la gente humilde era discriminada, explotada y marginada.
“Y había una discriminación de clase, una discriminación racial también, racismo contra nuestras raíces indígenas, lo que sencillamente son actitudes, comportamientos, que no tienen nada de humano, ahora no, venimos avanzando, luchando siempre contra los que intentan restaurar lo que ya no volverá”, dijo.
El dirigente destacó la importancia de la paz en las distintas actividades de los nicaragüenses.
“La paz es fundamental para el trabajo, para la producción agrícola, para el desarrollo de la ganadería, para el desarrollo de todas las actividades económicas, industriales, de pequeñas empresas de medianas empresas, de la pequeñita empresa familiar, de la pulpería, de la fritanga, para que todo eso pueda funcionar en paz, pueda prestar su servicio en paz, para las actividades de esparcimiento”.
En este sentido, sostuvo que el pueblo tiene derecho al esparcimiento, a la alegría, a la música, al baile, a la danza, al teatro, al canto y a todo lo que viene multiplicándose en nuestro país, donde no puede ser discriminado ningún nicaragüense.
Durante su intervención, el dirigente envió un saludo a los habitantes de las diferentes comunidades de nuestro país.
Daniel recordó que, en medio de los conflictos, las rivalidades, luchando entre sí para dominar el mundo y disputándose estas tierras latinoamericanas y caribeñas, que no les pertenecían a ellos, ahí estaban los imperios.
Recordó que el filibustero William Walker y los yanquis vienen a Nicaragua traídos por nicaragüenses, que estaban enfrentados entre sí.
Fue en esas condiciones, ya Walker hecho presidente de Nicaragua, y en su toma de posesión ahí acompañado por Estados Unidos, ensangrentando nuestra patria y surgió, sí, la dignidad de nicaragüenses que no podían aceptar la dominación del expansionismo norteamericano, sostuvo el dirigente.
Ortega destacó la valentía del pueblo centroamericano para combatir a los invasores y es ahí donde se desarrolla la Batalla de San Jacinto.
Y en esa heroica Batalla de San Jacinto, bajo el mando del héroe de la patria, José Dolores Estrada, y el sargento héroe de la patria, Andrés Castro, con su valor, con su dignidad, con su patriotismo, lograron la derrota de los filibusteros, enfatizó el dignatario.
Miles de estudiantes de los diferentes centros educativos del país se dieron cita en este importante y emblemático sector de Managua para celebrar a la patria y la paz.
También presidieron esta actividad, la profesora Ramona Rodríguez, presidenta del Consejo Nacional de Universidades (CNU), La titular del Ministerio de Educación Lilliam Esperanza Herrera, el ingeniero Arturo Collado, representante permanente de la UNESCO, Johana Flores del Ministerio de la Familia; Loyda Barrera directora ejecutiva de INATEC; Óscar Pérez del Instituto de la Juventud, Jessica Padilla del Ministerio de la Mujer, el director del Teatro Nacional Rubén Darío, Ramón Rodríguez e Iván Martínez, vicepresidente de la Federación de Estudiantes de Secundaria (FES), entre otros invitados.
Queridos hermanos nicaragüenses, queridas familias, desde esta Avenida de Bolívar a Chávez saludamos a todas las comunidades de los diferentes territorios de nuestro país, desde las riberas del Río Coco, a lo largo de la frontera con Honduras, que están las comunidades de los pueblos originarios, desde las fronteras con Costa Rica, donde está el Río San Juan y están también ahí las comunidades, los pueblos de Río San Juan.
San Juan, sí, el Río San Juan y las zonas del puerto, que en medio de los conflictos, las rivalidades, luchando entre sí para dominar el mundo y disputándose estas tierras de Nuestramérica Latina y Caribeña que no les pertenecían a ellos. Estaban los imperios, desde el imperio español al imperio británico, y el imperio norteamericano también disputándose estas tierras en esas grandes contradicciones bombardeando, que para esos años, cuando ya veían que Nicaragua tenía un futuro inmenso, se miraba desde entonces ya la ruta del canal, y es eso lo que se disputaban los españoles, los ingleses, los franceses, los alemanes.
Y en medio de esas contradicciones entre ellos para adueñarse de Nicaragua, que estaba dominada por España la mitad de Nicaragua, la otra mitad dominada por Inglaterra, bombardearon allí San Juan, el puerto de Río San Juan. Desde entonces, fíjense, los bombardeos, no para la paz, no para la vida, simplemente porque querían apoderarse de Nicaragua, y ahí entonces ir con el Canal por Nicaragua.
Y precisamente William Walker viene a Nicaragua, los yanquis vienen a Nicaragua, traídos por malos nicaragüenses que estaban enfrentados entre sí, y traen a Walker. Y ya estaban las empresas norteamericanas recorriendo esa ruta, desde Nueva York hasta el Río San Juan venían los barcos, y luego iban por el río, cruzaban el lago, y luego las diligencias allí esperando a los pasajeros, todos ellos norteamericanos, que iban de la Costa Este de Estados Unidos hacia la Costa Oeste, porque estaba la fiebre del oro y querían y buscaban lógicamente la riqueza.
Hacían esa ruta, fíjense, y luego cruzando el istmo de Rivas embarcaban nuevamente y cogían rumbo a la Costa Oeste, ahí a la zona de San Francisco, Los Ángeles, donde hay ahora tantos latinoamericanos, tantos nicaragüenses, tantos centroamericanos, tantos mexicanos, emigrantes que están allá luchando por la vida.
Fue en esas condiciones, ya Walker hecho Presidente de Nicaragua y en su toma de posesión ahí acompañado por el embajador de Estados Unidos de Norteamérica, ensangrentando nuestra Patria. Y surgió, sí, la dignidad de nicaragüenses que no podían aceptar, en ese nuevo período que ya vivía Centroamérica, no podían aceptar la dominación del expansionismo norteamericano. Y ahí es que se dan las batallas gloriosas, donde trabajadores, campesinos, los indios flecheros de Matagalpa, unidos en un solo pueblo, en una sola Patria, defendieron lo que ya se había logrado alcanzar en toda Nuestramérica y sobre todo en la región centroamericana, que era la independencia de España.
O sea, en el año 1821 fue la independencia de España, e inmediatamente en los años 50 ya estaban disputándose Nicaragua estas potencias. Y ahí surgió el pueblo nicaragüense, la dignidad de pueblos centroamericanos que unidos como hermanos, ofrendaron su vida, su sangre, su sacrificio, hasta derrotar a los que conocemos como los filibusteros yanquis. ¡Fueron derrotados! ¡No pudieron, no pudieron apoderarse de Nicaragua!
O sea, fue un pequeño tiempo el que estuvo Walker de Presidente actuando como dueño de Nicaragua, pero el pueblo en diferentes combates, en diferentes batallas y en esa heroica Batalla de San Jacinto, bajo el mando del General, Héroe de la Patria, José Dolores Estrada, y el Sargento, Héroe de la Patria, Andrés Castro, con su valor, con su dignidad, con su patriotismo, lograron la derrota de los filibusteros. Una pequeña parte de nuestra historia.
Y fíjense bien, hermanos nicaragüenses, ¿qué es lo que buscaban? ¡La ruta del canal! Y el canal, bueno, en algún momento será una realidad aquí en Nicaragua el canal. ¿Por qué? Porque es cierto, hay un canal por Panamá que ha sido ampliado, pero las demandas del tráfico internacional son tan grandes que se hace necesario el canal por Nicaragua.
Pero el canal por Nicaragua, para los pueblos, para la paz, para el mayor desarrollo de la economía de nuestro país, y para que todos nuestros hermanos que nos están viendo en las ciudades, en el campo, en las comarcas, en las comunidades miskitas, mayagnas, en las comunidades afrodescendientes en la zona de Bluefields, los hermanos garífunas y los hermanos ramaquíes de las islitas que están allá en Bluefields, comunidad que se ha mantenido con sus raíces.
Que todos ellos, que todos nosotros, hermanos nicaragüenses, que todas las familias podamos continuar en paz, garantizando primero la vida de los nicaragüenses, garantizando la salud de los nicaragüenses, desde los mayores hasta los niños; garantizando la educación para todas las familias nicaragüenses. Sí, en todas las comunidades se están multiplicando las escuelas primarias, las escuelas secundarias y nuevas escuelas tecnológicas.
La universidad se va también instalando en diferentes territorios de nuestro país. Ya no es la universidad solamente de León, como fue originalmente, y luego en Managua. Ahora no, las universidades se han multiplicado en todo nuestro país, y seguirán multiplicándose… ¡Gracias a la paz!
La paz es fundamental para el trabajo, para la producción agrícola, para el desarrollo de la ganadería, para el desarrollo de todas las actividades económicas, industriales, de pequeñas empresas, medianas empresas, de la pequeñita empresa familiar, de la pulpería, de la fritanga. Para que todo eso pueda funcionar en paz, puedan prestar sus servicios en paz, para las actividades de esparcimiento, porque el pueblo tiene derecho al esparcimiento, a la alegría, a la música, al baile, a la danza, al teatro, al canto, a las obras de teatro, a todo lo que viene multiplicándose en nuestro país, donde no puede ser discriminado ningún nicaragüense.
Independiente de las condiciones económicas, sociales, aquí se acabaron aquellos tiempos en donde la gente trabajadora, la gente humilde, que es la mayoría del pueblo nicaragüense, era discriminada, era explotada, marginada, y había una discriminación de clase, sí, y una discriminación racial también, racismo, contra nuestras raíces indígenas, lo que sencillamente son actitudes, comportamientos que no tienen nada de humanos.
Ahora no, ahora venimos avanzando, luchando siempre contra los que intentan restaurar lo que ya no volverá. Ese pasado de extrema pobreza, ese pasado de muerte, ese pasado de guerras, ¡ese pasado ya no volverá! ¡Ese pasado quedó enterrado para siempre!
Ahora lo que tenemos es un pueblo viendo hacia la luz, tanto viendo hacia el futuro, caminando hacia el futuro, bajo el sol, bajo la lluvia, pero con alegría y con ese espíritu que nos dan nuestros Héroes y Mártires de la batalla que se libró en San Jacinto, y en diferentes territorios de nuestro país, incluyendo batallas heroicas como la de Rivas.
Este día, 14 de septiembre de este año 2022, hermanos nicaragüenses, todos, desde sus hogares, desde su corazón, desde sus sentimientos, vamos a jurar nuestra lealtad con la Patria, y este juramento ante la bandera, de los estudiantes, de los jóvenes que están aquí presentes, y los que se encuentran presentes desde sus casas con sus familias y que están viendo por la televisión, este acto:
Juramos, queridos muchachos, queridas muchachas, queridos estudiantes, juramos a Dios, a la Patria, a nuestras familias, a nuestros héroes y próceres nacionales, que seguiremos estudiando con vocación y espíritu de servicio para cumplir nuestros sueños personales y contribuir al desarrollo de nuestro país, para que tengamos cada día una vida digna en paz y tranquilidad, y que todas las familias nicaragüenses nos sintamos fuertes y bendecidas, con nuestro modelo de ideales y valores cristianos, socialistas y solidarios.
Así lo juramos ante Dios, ante el pueblo, ante la Patria, y así Dios mediante lo cumpliremos.
A todos estos muchachos, a esta juventud, a los niños, niñas, de 5 años, 4 años, 6 años, toda esta juventud que le ha dado este regalo de Dios a su pueblo. Este es un regalo para todas las familias, desde las que tienen más recursos, hasta las que están condiciones más humildes, que han logrado ver por cadena de televisión este hermoso regalo de amor, de paz. Este es un regalo de Cristo, un regalo de Dios, para las familias nicaragüenses.