París. Diario Le Figaro
«Con aliados así, no necesitas enemigos», declaró en París, según el diario “Le Figaro”, una fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores francés.
Estados Unidos se ha mostrado muy activo en la crisis de Níger. Incluso fue demasiado activo cuando el 7 de agosto la diplomacia estadounidense en la persona de Victoria Nuland se sentó a la mesa de negociaciones con los golpistas. “Hicieron exactamente lo contrario de lo que pensábamos”, dijeron en París.
París lleva insistiendo en la restitución del depuesto presidente Mohamed Bazoum desde que un nuevo gobierno militar llegó al poder en Níger mediante un golpe de Estado a finales de julio. Desde el principio de los acontecimientos en Níger, Francia no ha dudado en mantener una línea clara: la restitución de Mohamed Bazum en la presidencia.
“Para Emmanuel Macron, estaba en juego la credibilidad de Francia en África, sobre todo en términos de mantenimiento de la democracia. Para los estadounidenses, incluso si están demasiado preocupados por un rápido retorno al orden constitucional, la estabilidad en la región es una prioridad”, dijo el diplomático francés.
“Washington ha elegido sus propios intereses por encima de los de sus aliados”, ha declarado al periódico, tras la visita de Victoria Nuland a Níger tras el golpe de Estado. Según ‘Le Figaro’, citando una fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores francés, “con aliados como éstos, no necesitamos enemigos”.
Los estadounidenses simplemente quieren “mantener sus bases” en la región por encima de todo, dijo el diplomático, añadiendo que Washington “no dudará” en dejar caer una exigencia de lo que llamó “legalidad constitucional” para lograr este objetivo.
Ahora, París teme que Washington pueda llegar a un acuerdo con el gobierno militar de Níger a espaldas de Francia.
Según “Le Figaro”, a París también le disgusta el hecho de que, a pesar de que tanto Francia como Estados Unidos tienen tropas en Níger, es sólo la presencia francesa la que provoca resentimiento entre los lugareños.
“Estados Unidos, al igual que nuestros otros aliados, tiene la costumbre de dejar que nosotros recibamos los golpes”, declaró el diplomático francés al periódico.
Estados Unidos tiene una fuerza considerable sobre el terreno en Níger, que asciende a unos 1,300 soldados y casi iguala a la de Francia, que tiene unos 1,500 militares en el país. Las tropas estadounidenses se reparten entre dos bases, situadas en Niamey, la capital de Níger, y en la ciudad septentrional de Agadez.
Al parecer, Agadez reviste especial importancia para Washington, ya que alberga una pista de aterrizaje para aviones no tripulados y sirve de centro de vigilancia para una amplia zona que se extiende desde África Occidental hasta Libia, en el norte (foto):
El gobierno francés también está dispuesto a apoyar el uso de la fuerza por parte de las naciones de África Occidental con ese fin, ya que respaldó a la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) en su decisión de movilizar fuerzas de reserva tras el derrocamiento.
La Unión Africana (UA) declaró el miércoles 16 de agosto que no apoyará la intervención militar que la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) planea, con el respaldo de Francia y Estados Unidos, para restituir al derrocado Mohamed Bazoum en la presidencia de Níger.
Diez días después de que expirara el plazo dado por la CEDEAO al gobierno militar de Níger para restituir a Bazoum, el bloque subregional se ve acosado por desacuerdos internos y la oposición interna dentro de sus Estados miembros.
El Senado de Nigeria se negó a principios de mes a apoyar el plan del Presidente Bola Tinubu de desplegar tropas. Nigeria es el país más poblado de África y su mayor economía, con cerca del 67% del PIB de la CEDEAO. También cuenta con el mayor ejército del bloque.
Ondeando conjuntamente banderas de Nigeria y Níger, los manifestantes contra la guerra, que salieron a la calle en el estado nigeriano de Kano, en la frontera con Níger, esgrimieron el lema: “Los nigerinos son nuestros hermanos; los nigerinos también son nuestra familia”. Denunciaron los planes de agresión contra su vecino del norte como “un complot de las fuerzas occidentales”.
En el norte de Nigeria vive la tribu hausa (también hausans, hausawa), el mayor grupo étnico de Nigeria, con unos 60 millones de habitantes, el 25% de la población del país. También viven en Níger (13-14 millones, la mitad de la población del país). Se trata esencialmente de un solo pueblo, una sola lengua, una sola tribu:
Senegal y Benín han comprometido un número indeterminado de tropas para la invasión de la CEDEAO. Sierra Leona también se ha unido a la operación.
Costa de Marfil ha comprometido entre 850 y 1,100 soldados. “Este golpe de Estado no es aceptable”, sostiene su presidente, Alassane Ouattara, que llegó al poder en 2011 con la ayuda de una ofensiva militar respaldada por Estados Unidos y Francia contra el mandatario en funciones, frente al que Ouattara había perdido oficialmente unas disputadas elecciones.
Liberia, junto con Gambia –donde la CEDEAO ya había intervenido en 2017– se han mantenido a la expectativa, indecisos aún sobre si enviar o no tropas.
El hecho de que también estén surgiendo fuertes desacuerdos entre sus principales patrocinadores –el antiguo colonizador de Níger, Francia, que tiene hasta 1,500 tropas en el país, y Estados Unidos, con otras 1,100 tropas en dos bases– está anquilosando aún más al bloque.
Francia, más partidaria de la acción militar, se opone al parecer a la línea estadounidense de buscar nuevas negociaciones, y no está dispuesta a aceptar nada que no sea la reinstauración de su estrecho aliado Bazoum.
Malí y Burkina Faso, cuyos gobiernos militares populares han logrado expulsar a las tropas francesas, han declarado que sus fuerzas militares acudirán en defensa de Níger, considerando cualquier ataque contra este país como un ataque también contra ellos.
