París. Por Rob Lownie, unherd.com
La Tercera Guerra Mundial ya ha comenzado, según uno de los intelectuales franceses más destacados, Emmanuel Todd. En declaraciones al diario francés “Le Figaro” la semana pasada, el antropólogo e historiador afirmó que, contrariamente a la idea predominante de que Rusia tiene más que perder que sus oponentes liberales, Occidente también ha entrado en un conflicto “existencial”.
“Es obvio que el conflicto [de Ucrania], que empezó como una guerra territorial limitada y escaló hasta convertirse en una confrontación económica global entre todo Occidente, por un lado, y Rusia y China, por otro, se ha convertido en una guerra mundial”, declaró Todd al diario francés.
Reconoció que Vladimir Putin había cometido un error de cálculo al principio del conflicto, al suponer que Ucrania se rendiría a la primera señal de agresión, pero dejó claro que la propia Rusia ha superado las expectativas, incluidas las de su propio pueblo, que “no preveía” que pudiera soportar la presión económica de la OTAN.
Todd, que en el pasado se ha mostrado crítico con el orden internacional occidental, escribió hace más de 20 años un libro titulado “After the Empire: The Breakdown of the American Order” (Después del Imperio: El desmoronamiento del orden estadounidense).
Durante la entrevista, amplió su tesis afirmando que “la resistencia de la economía rusa [a las sanciones] está empujando al sistema imperial estadounidense hacia el precipicio”. Añadió que si Rusia “consiguiera agotar la economía europea, manteniendo el respaldo chino, los controles monetarios y financieros estadounidenses del mundo se derrumbarían y con ellos la posibilidad de que Estados Unidos financiara su enorme déficit comercial a cambio de nada”.
El historiador coincidió en gran medida con el análisis del profesor de relaciones internacionales y defensor de la política exterior “realista” John Mearsheimer de que “desde su punto de vista, los rusos están en una guerra que es defensiva y preventiva […] Como se trata de una cuestión existencial para ellos, contraatacarán con más fuerza”.
Sin embargo, Todd sugirió que su homólogo estadounidense “sobreestima a su país” al pensar que EEUU ve su implicación en Ucrania como “un juego de poder entre otros” y que la arraigada creencia del excepcionalismo estadounidense no está justificada.
“No más que Rusia, [Estados Unidos] no puede retirarse del conflicto, no puede dejarlo ir”, afirmó Todd. “Por eso estamos ahora en una guerra sin fin, en una confrontación cuyo resultado debe ser el colapso de uno u otro”, enfatizó.
La perspectiva adicional de que China libre una guerra fría contra Occidente provocará, según el pensador francés, el ascenso de países en desarrollo como India, mientras Europa declina.
A pesar de que EEUU está dos veces más poblado que Rusia, dijo Todd, sólo el 7% de los estudiantes estadounidenses se centran en la ingeniería, frente al 25% en Rusia. “Estados Unidos llena el vacío con estudiantes extranjeros, pero son principalmente indios y aún más chinos”, prosiguió. “Es un dilema de la economía estadounidense: sólo puede hacer frente a la competencia de China importando mano de obra china cualificada”.
Además, el poder blando del liberalismo estadounidense y europeo occidental no es tan atractivo como podríamos pensar. “Para el colectivo no occidental, Rusia afirma un conservadurismo moral tranquilizador”, señaló Todd.
De hecho, no es Putin quien está aislado: “Cuando miramos los votos en la ONU, vemos que el 75% del mundo no sigue a Occidente, que entonces parece muy pequeño”. En lo que se ha denominado “la era del hombre fuerte”, Estados Unidos y sus compañeros de cama ideológicos parecen cada vez más frágiles.