Presidente Daniel Ortega
El coronavirus que causa el Covid-19 ha destrozado el espejismo creado por los propagandistas del capitalismo de un supuesto mundo perfecto y en cambio evidencia que en las potencias capitalistas los pueblos ni siquiera tienen derecho a la salud.
Así lo ha denunciado este miércoles el Presidente Daniel Ortega, en un discurso para celebrar el 41 aniversario de la fundación del Cuerpo Médico Militar del Ejército de Nicaragua.
“De repente, en este mundo que lucía perfecto para ellos, no era perfecto para los pueblos en vías de desarrollo ni era perfecto para los pobladores de los países desarrollados, que vivían en la pobreza y siguen viviendo en la pobreza, que a pesar de tanta riqueza no podían acceder a la atención médica en un país tan poderoso como Estados Unidos de Norteamérica. Y ese es un tema que se ha disputado públicamente: ¡la privatización de la salud!”, dijo el mandatario.
En cambio, agregó, si fuese cierto que ese mundo era perfecto, “de acuerdo a las capacidades instaladas, en cuanto a recursos, a poderío económico, en cuanto a lo que decían que funcionaba a la perfección en sus respectivos países, entonces, ese virus se hubiese contenido con facilidad, o con relativa facilidad”.
Sistemas de salud desastrosos
En ese sentido, el mandatario denunció que en los países capitalistas desarrollados incluyendo al propio Estados Unidos, no tienen suficientes “instrumentos para auxiliar a las personas que se encuentran en estado crítico. ¡No los tienen! Pero es que peor aún: no tienen suficientes camas para colocar a los pacientes que ya demandan atención hospitalaria frente a este virus”.
El Presidente Ortega expresó que esa realidad refleja que los gobiernos de esos países, habían trabajado para el bienestar “de la gente adinerada, la gente de mucho capital” (…) “pensando que tener buenos hospitales para la gente de recursos, podían cuidarse bien, podían comer bien, era suficiente y que los que podían morirse, enfermarse, pasar gravedades, era la gente de menos recursos. Pero ahí sucedió que el virus no ha hecho diferencias”.
“¿Y de qué les sirven las bombas atómicas? ¿De qué les sirven las bombas atómicas? ¿Van a lanzarle bombas atómicas al virus? ¿Van a utilizar sus armas más sofisticadas y las que siguen desarrollando para dominar militarmente el espacio, las van a utilizar para destruir el virus?”, interrogó el líder sandinista.
“Este virus sembró tal pánico, podríamos decir que se acumuló todo el pánico que ellos habían sembrado en otros tiempos, a tal grado que paralizó la economía, el comercio, mandó a todo el mundo a encerrarse en su casa, a hacer la del avestruz, cuando ante una epidemia como esta, lógicamente había que tomar una serie de medidas que permitieran que falleciera el menor número de personas, que pudiesen ser atendidas la mayor cantidad de ciudadanos afectados”, añadió.
“Pero es que ahí fue donde el espejismo chocó con la realidad, porque se descubrió lo que les decía antes, que en países que se suponía que tenían suficientes camas para atender a los pacientes, no de este virus, sino de cualquier enfermedad, cuando aparece este virus y la gente busca la atención, se encuentran con que hospitales en los países desarrollados no tienen suficientes camas”, reseñó el gobernante.
De acuerdo al Presidente Ortega, esta situación “demuestra que tiene que revisarse a profundidad el tema de la salud a nivel mundial, y en particular tienen que revisarlo” y plantearse nuevos estrategias, programas y proyectos en los países capitalistas más desarrollados. “En lugar de llenar de bombas atómicas el planeta, hay que llenarlo de atención médica, de trabajo, de alimentación, de educación, para que se pueda consolidar la medicina preventiva”, y propuso “invertir también en hospitales, en puestos de salud, en centros de salud, en tecnologías”.
“O sea, la gran lección que hay que sacar de esta epidemia, es que el mundo capitalista que se creía invencible”, porque ha sido poseedor poder económico, del poder militar, del desarrollo de la ciencia y la tecnología, “esa seguridad ya no podrá existir” y la pandemia demuestra que hace falta un cambio de políticas económicas, comerciales, sociales, para poder tener un sistema de salud realmente en condiciones de enfrentar virus como este y otros más que pueden surgir en cualquier momento”.
(Al final de esta nota, discurso del Presidente Ortega íntegro )
Aniversario del Cuerpo Médico Militar
El 19 de agosto de 1979, un mes exacto después del triunfo de la Revolución, la Cruz Roja Internacional entregó al Ejército Popular Sandinista las instalaciones del Hospital Militar, y por esa razón es que se escogió esa fecha para celebrar el aniversario del Cuerpo Médico Militar.
Durante el acto, el General Julio César Avilés, Jefe del Ejército de Nicaragua, refirió que el sistema médico militar, que posee 76 puestos de salud desplegados en las unidades militares de todo el país y desde el Hospital Militar Alejandro Dávila Bolaños, “realizaron más de 930 mil consultas médicas, más de 20 mil cirugías, más de un millón de exámenes de laboratorio, más de 4,600 resonancias magnéticas, más de 10 mil tomografías, más de 130 mil estudios de rayos X, y más de 31 mil estudios de patología”.
Asimismo, el jefe militar reportó que en el Hospital Militar, en donde se prestan servicios en 100 especialidades médicas, se realizaron “17 mil 500 sesiones de hemodiálisis; se amplió a 5,437 pacientes en el programa oncológico, aplicando más de 8,500 sesiones de quimioterapia”. En particular, el General Avilés destacó los avances alcanzados en trasplantes renales y cirugías cardíacas.
En la Facultad de Ciencias Médicas adscrita al Hospital, informó, se imparten estudios para 10 especialidades y 5 subespecialidades, y este último año graduó a 37 médicos, y a 69 enfermeras y técnicos. Asimismo, en el Centro de Simulación para la Educación Médica en Nicaragua, se realizaron 125 cursos. En ese Centro, se dispone de más de 40 sistemas con 240 simuladores.
El General Avilés recordó que el Hospital Militar es el único del país con la acreditación internacional en el Nivel Diamante, “y este año fue incorporado como miembro activo de la Red Global de Hospitales Verdes y Saludables, siendo el primer hospital de Nicaragua certificado en tal condición, al asumir la responsabilidad de reducción de la huella y daño ambiental que los servicios de salud provocan al medio ambiente”.
Discurso del General de Ejército Julio César Avilés Castillo
En esta fecha, en 1979, fueron recibidas las instalaciones del Hospital Militar de manos de la Cruz Roja Internacional. En nombre de la Comandancia General, del Cuerpo de Generales y de todos los que integramos el Ejército de Nicaragua, queremos transmitirles nuestro saludo y reconocimiento a los hombres y mujeres del Cuerpo Médico Militar por el 41 aniversario de su fundación.
A lo largo de estos años, miles de hombres y mujeres se han desempeñado como médicos, especialistas, personal de enfermería, técnicos, auxiliares y sanitarios, contribuyendo a la fundación, desarrollo y modernización del Cuerpo Médico Militar.
El Cuerpo Médico Militar, desde la Dirección de Atención Primaria, con sus 76 puestos de salud desplegados en el territorio nacional, y desde el Hospital Militar Alejandro Dávila Bolaños, con dedicación y disciplina han trabajado sin horario, cumpliendo la sagrada y noble misión de cuidar la salud y la vida de los miembros de la institución y de nuestro pueblo.
En ocasión de esta fecha especial, queremos destacar parte del intenso trabajo desarrollado en el último año: se realizaron más de 930,000 consultas médicas, más de 20,000 cirugías, más de un millón de exámenes de laboratorio, más de 4,600 resonancias magnéticas, más de 10,000 tomografías, más de 130,000 estudios de Rayos X, y más de 31,000 estudios de patología; se ampliaron los niveles de atención a pacientes con problemas renales, realizando 17,500 sesiones de hemodiálisis; se amplió a 5,437 pacientes en el programa oncológico, aplicando más de 8,500 sesiones de quimioterapia. Atenciones todas realizadas con alto nivel profesional, pero sobre todo, brindadas con la gran calidad humana y el alto sentido de solidaridad que caracteriza a los miembros del Cuerpo Médico Militar.
En la Facultad de Ciencias Médicas desarrollaron estudios en 10 especialidades, 5 subespecialidades, y 125 cursos en nuestro Centro de Simulación para la Educación Médica en Nicaragua, donde disponemos de más de 40 sistemas con 240 simuladores. Esta facultad continúa cumpliendo con su misión de enseñanza y este último año graduó a 37 médicos, y a 69, entre enfermeras y técnicos.
De manera especial destacamos, que todos los Integrantes del Hospital Militar trabajan por mantener los niveles de excelencia, único con la acreditación internacional en el Nivel Diamante, y este año fue incorporado como miembro activo de la Red Global de Hospitales Verdes y Saludables, siendo el primer hospital de Nicaragua certificado en tal condición al asumir la responsabilidad de reducción de la huella y daño ambiental que los servicios de salud provocan al medio ambiente.
Con sus esfuerzos hemos logrado consolidar los servicios prestados en 100 especialidades médicas en el Hospital Militar, sobresaliendo los avances alcanzados en trasplantes renales y cirugías cardíacas.
Reconocemos sus aportes al revolucionar la medicina y los servicios de salud, avanzando en la primera fase de la robotización en diferentes servicios, siendo los únicos en Centroamérica en contar con el máximo nivel de automatización en los servicios de Laboratorio.
Continuamos avanzando en el fortalecimiento de las capacidades del Cuerpo Médico Militar y Hospital Militar con la adquisición de modernos equipamientos y la construcción de más de 10,000 metros cuadrados. Estas cifras son muestras claras de la entrega diaria de nuestros Hermanos del Cuerpo Médico Militar, que dedican largas y agotadoras jornadas de trabajo para atender la salud de sus pacientes y preservar lo más preciado, la vida.
De forma especial queremos destacar y reconocer el trabajo desarrollado por el Cuerpo Médico, y particularmente por el Hospital Militar, que desde finales de enero del 2020 ha venido aportando en la implementación de las medidas de prevención y protección de nuestro personal, y población en general, frente a la pandemia del Covid-19.
Ustedes, a tiempo completo se han dedicado a fortalecer y crear nuevas capacidades hospitalarias para aportar a la estrategia de respuesta ante la pandemia, en coordinación con el Ministerio de Salud y el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social. Implementaron de forma estricta el plan de contingencia, creando áreas especiales para atención crítica y los protocolos para casos sospechosos, la capacitación y protección del personal, y brindar atención con seguridad a los pacientes.
Igualmente, han contribuido a enfrentar la pandemia trabajando intensas jornadas, sin horario, para cumplir el compromiso de que “somos el pueblo mismo uniformado trabajando en su propio beneficio”. Su esfuerzo y sacrificio es un ejemplo a seguir y un orgullo del Ejército de Nicaragua, de contar con Personal con alta calidad profesional y humana, en beneficio de nuestro pueblo.
Nuestro reconocimiento a los 30 compañeros que han recibido la Medalla “Distinción Sanidad Militar”, y a los 254 que fueron merecedores de cartas de reconocimiento.
Aprovecho la ocasión para felicitar a los doctores que participaron en el congreso científico recién pasado, y de manera especial destacar a los que presentaron los 3 mejores trabajos.
Este día queremos hacer un merecido reconocimiento al Jefe del Cuerpo Médico Militar, Coronel Marcos Salas; a los Coroneles Esquivel, Duarte, Turcios y Zamora; a los jefes de departamento, personal médico y especialistas, personal de enfermería, técnicos, personal administrativo y auxiliar del Hospital Militar; al personal de los puestos médicos y de salud de las unidades militares.
Igualmente, nuestro reconocimiento al personal docente y administrativo de la Facultad de Ciencias Médicas y a las diferentes escuelas que la conforman, y de manera especial al equipo de trabajo del Estado Mayor General, que apoya el fortalecimiento de las capacidades del Hospital Militar.
Presidente: queremos expresarle nuestro agradecimiento por el apoyo que nos brinda para mejorar las capacidades del Cuerpo Médico Militar. Gracias Presidente. Y a usted, Vice Presidenta, le agradecemos el apoyo en nuestras gestiones.
Este día queremos expresar nuestro respeto infinito a los hermanos de armas del Cuerpo Médico Militar caídos en el cumplimiento del deber, y a sus familiares, nuestro abrazo solidario.
Hermanos del Cuerpo Médico Militar transmitan a sus familiares el saludo y aprecio que se merecen; ellos son soporte y apoyo diario para cumplir con su misión de salvar vidas. Sigamos siempre firmes y cohesionados aportando a la salud de nuestro pueblo.
Discurso del Presidente Daniel Ortega
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Gracias, General, por sus palabras que resumen una nueva etapa en la historia de nuestro país, en lo que es, no solamente la Constitución de un nuevo Ejército, sino que también la Constitución de un Cuerpo Médico Militar Integral.
En esta nueva etapa, y como bien lo hemos sabido, cuando hablamos del Ejército y del hospital del Ejército, no es que el hospital del Ejército es solamente para soldados y oficiales; sí está para atender a los compañeros, lógicamente, en sus respectivas Unidades, en las zonas donde se encuentran ubicados, en los diferentes puntos de nuestro territorio. Pero allí donde hay una unidad, por pequeña que sea, atendiendo a los soldados, también esa Unidad está con toda la disposición de aten-der a los campesinos, a las familias que se mueven en su entorno.
Igual podemos decir de este monumental hospital, el Hospital militar, porque se podría pensar que el hospital militar es solamente para atender a los militares. Está para atender a los militares, claro, a las familias de los militares, pero también para atender a hermanos nicaragüenses, trabajadores, trabajadoras, que son parte de la seguridad social, y aun aquellos que no son parte de la seguridad social. O sea, hospitales, servicios médicos con las puertas abiertas para atender a los nicaragüenses.
Y este año, al país, y al mundo, es la fecha y todavía se siente que hay una enorme presión, un enorme desafío, frente a una pandemia que tiene un impacto totalmente global, que no se circunscribe a un territorio, que no se limita a una región o a un continente, que no se limita a provocar dolencias y la muerte de algunos pacientes, como suele suceder con cualquier tipo de dolencia grave, sino que también, por el pánico que ha sembrado, ha llevado a la parálisis del planeta. Eso nunca había sucedido frente a una pandemia.
En esta guerra que estamos viviendo, aquí sí, aquí sí, no se escapa nadie. ¿y quién es el enemigo? bueno, un virus, de los tantos virus que han abatido a la humanidad, que han afectado a la humanidad, que han provocado ya miles y millones de muertos en otros tiempos. Pero es que este es un virus que atacó, apareció, donde parecía que el mundo, visto desde lo que es el espejo, el señuelo, la fantasía del mundo capitalista en procesos de globalización, lanzándose a aventuras mi-litares contra países en vías de desarrollo, en Asia, en África, en América Latina, pero ellos cada vez más cohesionados y más unidos en la Organización del Tratado de Atlántico Norte, en la OTAN, juntos ahí bombardeando, destruyendo países como Libia.
La OTAN, imagínense, destruyendo Libia, destruyendo la zona del Magreb, y provocando con esto millones de inmigrantes que estaban trabajando en esa zona cuando era una zona de paz, de desarrollo. Cuando fue destruida quedaron en la Extrema Pobreza, sin atención médica, y bueno, buscan hacia Europa porque tienen el Mar Mediterráneo que cruzar nada más para estar ya en Europa. Y está esa otra gran tragedia, la tragedia de los inmigrantes, allí son millones de inmigrantes, y mueren miles de inmigrantes todos los años. Una situación terrible.
Y bueno, era el mundo perfecto, el mundo perfecto para los capitalistas, para el capitalismo, para el imperialismo, el mundo perfecto. ¿Por qué? Porque ellos estaban dominando a sus anchas, y unían fuerzas cuando les interesaba destruir un proyecto, social, revolucionario, que para ellos eso era inadmisible, solamente el proyecto de ellos era el admisible, sometido a sus dictados, sometido a su poderío.
Entonces, de repente en este mundo que lucía perfecto, para ellos, no era perfecto para los pueblos en vías de desarrollo, en Asia, en África, en América Latina, ni era perfecto para los trabajadores, para los pobladores de los países desarrollados, que vivían en la pobreza y siguen viviendo en la pobreza, que a pesar de tanta riqueza no podían acceder a la atención médica en un país tan poderoso como los Estados Unidos de Norteamérica. Y ese es un tema que se ha disputado públicamente: ¡La privatización de la salud!
Y bueno, en este mundo que parecía perfecto para ellos, imperfecto lógicamente para los pueblos en vías de desarrollo, apareció el virus; un virus que de acuerdo a las capacidades instaladas, en cuanto a recursos, a poderío económico, en cuanto a lo que decían que funcionaba a la perfección en sus respectivos países, entonces, ese virus se hubiese contenido con facilidad, o con relativa facilidad.
Pero, qué increíble, qué increíble, que países desarrollados, los mismos Estados Unidos de Norteamérica, se encontraban y se encuentran todavía pasando grandes dificultades para contar con suficientes instrumentos para auxiliar a las personas que se encuentran en estado crítico. ¡No los tienen! pero es que peor aún, no tienen suficientes camas para colocar a los pacientes que ya demandan atención hospitalaria frente a este virus.
Entonces, ¿qué nos deja con claridad esto? Que habían trabajado para su propio bienestar pensando que, el tener buenos hospitales para la gente de recursos, que podía cuidarse bien, que podía comer bien, la gente adinerada, la gente de mucho capital, era suficiente, y que los que podían morirse, los que podían enfermarse, los que podían pasar gravedades, era la gente de menos recursos; pero ahí sucedió que el virus no hacía diferencias, no ha hecho diferencias.
¿Y de qué les sirven las bombas atómicas? ¿De qué les sirven las bombas atómicas? ¿van a lanzarle bombas atómicas al virus? ¿van a utilizar sus armas más sofisticadas y las que siguen desarrollando para dominar militarmente el espacio, las van a utilizar para destruir el virus?
Pero es que este virus sembró tal pánico, sí, sembró tal pánico, donde podríamos decir que ahí se acumuló todo el pánico que ellos habían sembrado en otros tiempos, a tal grado que paralizó la economía, paralizó el comercio, mandó a todo el mundo a encerrarse en su casa, a hacer la del avestruz; cuando ante una epidemia como esta lógicamente habría que tomar una serie de medidas, medidas que permitieran que falleciera el menor número de personas, que pudiesen ser atendidas la mayor cantidad de ciudadanos afectados.
Pero es que ahí fue donde el espejismo chocó con la realidad, porque se descubrió lo que les decía antes, que en países que se suponía que tenían suficientes camas para atender a los pacientes, no de este virus, sino de cualquier enfermedad, de tantas enfermedades que fallecen los ciudadanos en el mundo, o en accidentes, todo lo que ya conocemos, cuando aparece este virus y la gente busca la atención, se encuentran con que Hospitales en los países desarrollados no tienen suficientes camas.
Y esto lo hemos visto ahí en las tomas en la televisión, lo que demuestra que tiene que revisarse a profundidad el tema de la salud, a nivel mundial, y en particular tienen que revisarlo y plantearse nuevas estrategias, nuevos programas y nuevos proyectos los países capitalistas más desarrollados, y que los lleve eso a la conclusión, que en lugar de llenar de bombas atómicas el planeta, hay que llenarlo de atención médica, de trabajo, de alimentación, de educación, para que se pueda consolidar lo que es la medicina preventiva.
Y también, frente a esta experiencia que ha paralizado al mundo y hasta el momento el mundo está todavía paralizado, entonces, en lugar de estar invirtiendo en más bombas atómicas que de poco sirven frente a ataques como estos, hay que invertir también en hospitales, en puestos de salud, en centros de Salud, en tecnologías.
O sea, la gran lección que hay que sacar de esta epidemia, es que el mundo capitalista se creía invencible, porque ha sido poseedor y es poseedor del poder económico, ha sido poseedor y es poseedor del poder militar, del desarrollo de la ciencia y la tecnología, eso que lo hacía sentirse fuerte, potente, seguro, tranquilo.
Esa seguridad ya no podrá existir desde el momento mismo en que se instaló esta pandemia del COVID-19 en el Mundo. Esto llama, por lo tanto, a un cambio de políticas económicas, políticas comerciales, políticas sociales, para poder tener un sistema de salud realmente en condiciones de enfrentar virus como este y otros más que pueden surgir en cualquier momento, porque esa es la verdad, en cualquier momento.
Y aquí en nuestro país ya sabemos los esfuerzos que se han hecho, con grandes limitaciones, el daño que ha sufrido la economía, un daño en el 2018, dañada la economía, y en 2019 veníamos levantándonos, y ahora en el 2020 dañada de nuevo la economía, no solamente en Nicaragua, en el Mundo, pero, claro, un país entre más pobre, con menos recursos, más daño le provoca una situación como esta.
Pero con nuestras limitadas posibilidades hicimos un plan como Estado, ¿para qué? Para enfrentar esta pandemia. Y ahí todo el sistema de salud… Hemos hecho reconocimiento al sistema de salud nacional, al sistema de salud público, al sistema de salud privado, y en este caso particular debemos hacer un reconocimiento al sistema de salud del Cuerpo Médico Militar del Ejército de Nicaragua. Nos consta cómo batallaron y cómo siguen batallando, no solamente contra el virus, porque hay que atender también los otros males, las otras enfermedades que demandan la atención de otros pacientes, los tratamientos, las operaciones.
Pero se hizo un sobreesfuerzo y se sigue haciendo un sobreesfuerzo, tensionando al máximo; falleciendo algunos hermanos médicos también, como efecto del virus. Porque indiscutiblemente el médico está metido ahí, donde está el peligro, donde está el riesgo, y no ha habido médico que titubee, o médico que diga, yo no voy a atender, sino que ha habido una gran Firmeza, una gran fortaleza, una gran dignidad, y una gran lealtad en la defensa de la vida de los nicaragüenses. Y esto se lo reconocemos en particular al Cuerpo Médico Militar y al hospital Militar por los Servicios que ha estado prestando frente a esta pandemia.
Queridos hermanos nicaragüenses, queridas familias, en nombre de ustedes saludamos y felicitamos a los compañeros del Cuerpo Médico Militar. Nos solidarizamos con las familias que han tenido hermanos que han fallecido por causa del virus o por otras causas, en cumplimiento del deber. Y les decimos que ustedes, queridos hermanos merecen todo nuestro respeto, todo nuestro reconocimiento como hombres y mujeres que están dispuestos a dar la Vida en el combate por la defensa de la Vida de los hermanos nicaragüenses, que tienen que acudir al sistema de salud y que tienen que acudir a los servicios médicos militares.
¡Que viva el 41 Aniversario del Cuerpo Médico Militar!
¡Que viva el 41 Aniversario del Ejército de Nicaragua!
¡Patria y libertad! ¡patria y libertad! fíjense bien, ¡patria y libertad! Y aquí patria y libertad ha significado y significa lucha por la vida. Este es un Cuerpo Médico Militar luchando por la vida de los nicaragüenses.
¡Honor y gloria para el Cuerpo Médico Militar!