La vicepresidenta Rosario Murillo destacó este jueves que en cuatro ciclos se han realizado casi 5 millones de visitas casa a casa, para promover la vida y la salud.
Expresó que hasta hoy 21 de mayo se registran más de 4 millones 670 mil 499 visitas “realizadas en estos cuatro ciclos que llevamos promoviendo cariño, cuido, salud, vida, fortaleza, en todas las comarcas y comunidades, calle por calle, casa por casa, barrio a barrio, con amor, con solidaridad profunda como cristianos, demostrada en todos los tiempos”, recalcó.
“Nunca hemos detenido el trabajo, ni aun cuando aquí se dio la pandemia de odio, ahí seguimos. Aun cuando nos trancaron, ahí seguimos”, advirtió.
“Y esos seres, particularmente llenos de odio, que llenaron de dolor nuestro país, ahí nos vieron, que en medio de aquella terrible, terrible, calamidad creada por el egoísmo y por la falta de conexión, por eso hablamos de extraterrestres, la falta de conexión, de amor a tu país, a tu pueblo, a tu idiosincrasia, a tu cultura, esa falta de conexión es la que genera esas actitudes de odio, de violencia, que nunca volverán”, sentenció.
“Eso lo podemos afirmar en el nombre de Jesús. Pero aún en esas circunstancias terribles, generadas por personas sin amor. Uno aprendió cuando era chiquito, de los tíos, los abuelos, a decir, y es que no tienen madre, y es que no tienen familia, esas personas que atacan a las madres, que atacaron a las madres, que atacaron a las familias y que no tienen ninguna comprensión de lo que es el amor de madre, muchas de ellas no quieren ser madres”, añadió Rosario Murillo.
“La verdad es que sin esa conexión espiritual profunda, con tu cultura, los sentimientos de las personas, de las familias, sin esa conexión crecen los frutos del mal, sobre todo el egoísmo y sobre todo, el crimen que produce tanto dolor”, recalcó.
“Pero bueno, aún en esas circunstancias ahí andábamos, ahí andaban las brigadas de salud y cuántos centros de salud destruyeron, y cuántos centros de trabajo, de tecnología, de educación, destruyeron”, prosiguió subrayando la decisión del pueblo.
“Pero este pueblo nuestro qué fuerte que es. Decimos que fuerte venís, pero más fuerte es mi Dios. Así decimos, así aprendimos desde chiquitos. Qué fuerte venís, ah, creen que son fuertes, en aquel momento creían ser fuertes, pero más fuertes, decíamos, pero más fuerte es mi Dios y el Espíritu Santo nos libre de vos. Lo decíamos, lo repetíamos, incansablemente, porque el Espíritu Santo y más en estos días de Pentecostés, la conciencia de vivir en conexión espiritual profunda y reconocer los dones del Espíritu Santo, reconocer la necesidad que tenemos todos los seres humanos de vivir con amor”, indicó.