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Capitán Ibrahim Traoré: «Nunca nos harán lagrimear, no temblaremos»

Ouagadougou. Presidencia de Burkina Faso

Capitán Ibrahim Traoré: «Nunca nos harán lagrimear, no temblaremos» Ouagadougou. Presidencia de Burkina Faso

El sábado 6 de julio de 2024, en el centro de conferencias Mahatma Gandhi de Nyamey, los jefes de Estado de Mali (Coronel Asimi Goita), Burkina Faso (Capitán Ibrahima Traore) y Níger (General Abdourahmane Tiani) se reunieron con sus delegaciones para celebrar la primera cumbre de la Alianza de Estados del Sahel (AES).

Son tres naciones de África Occidental, con una población total de 72 millones de habitantes, situados en el Sahel, una larga franja semiárida que bordea por el sur el desierto del Sáhara. Los mandatarios de los tres países “decidieron dar un paso más hacia una mayor integración” y para ello firmaron “un tratado por el que se crea una confederación entre Burkina Faso, Malí y Níger”, indica el comunicado final de la cumbre.

La nueva entidad se denomina “Confederación de Estados del Sahel (AES)”, manteniendo como siglas las de la Alianza de Estados de Sahel (AES) creada en septiembre 2023.

La Alianza se creó el 16 de septiembre de 2023 como un pacto de defensa mutua de los pueblos del Sahel ante las incursiones armadas de grupos terroristas financiados por las potencias occidentales, acostumbradas a poner y quitar gobiernos en África, para saquear sus recursos naturales.

En poco tiempo, la AES pasó de ser una alianza defensiva a convertirse en un proyecto más amplio, aunando fuerzas para el desarrollo de los pueblos del Sahel. En la cumbre de Nyamey, los tres jefes de Estado firmaron el tratado constitutivo de la Confederación.

Los miembros de la AES habían anunciado en enero su salida de la Comunidad de Estados de África Occidental (CEDEAO), instrumento político creado y sostenido por Francia, la expotencia colonial. “Nuestros pueblos han dado la espalda de forma irrevocable a la CEDEAO”, afirmó el líder de Níger, el general Abdourahamane Tiani.

El general Tiani llamó a convertir a la AES en una “alternativa a cualquier nucleamiento artificial, construyendo una comunidad soberana de pueblos, una comunidad alejada del control de las potencias extranjeras. La AES constituye el único nucleamiento subregional eficaz en el ámbito de la lucha contra el terrorismo, ya que la Cedeao brilló por su falta de implicación en esa lucha”.

Además de la cooperación militar, la Confederación tendrá una gestión común de recursos estratégicos como la agricultura, el agua, la energía o el transporte, así como la creación de un banco de fomento, entre otros acuerdos.

La Declaración de Niamey confiere a la AES el estatuto de confederación regida por textos, cuyo contenido fue entregado a los participantes al término de la reunión.

Esta confederación se basa en principios como el respeto de la soberanía y la integridad territorial de los Estados, la no agresión entre los Estados confederados, la prohibición de toda medida coercitiva, la solidaridad y la salvaguarda y defensa de los intereses de las poblaciones de la zona confederada.

Con la firma del Tratado constitutivo de la Confederación “Alianza de Estados del Sahel”, del Reglamento Interno del Colegio de Jefes de Estado, del Comunicado final y de la Declaración de Niamey, los Jefes de Estado reafirman su determinación de acelerar el impulso inicial, con el apoyo de los pueblos de la AES, para superar la adversidad en todas sus formas e iniciar la paz y el desarrollo económico.

Este paso marca un viraje decisivo en la vida de la AES como Confederación, dotándola de un estatuto jurídico sólido y de un valor político indiscutible como fuente de inspiración y de acción para los pueblos del Sahel.

La existencia de vínculos históricos, geográficos y culturales, el afán de soberanía total, la necesidad de aunar esfuerzos y acciones a la luz de la experiencia pasada, el deseo de promover los derechos de los pueblos y el desarrollo económico de la zona fueron el fermento de los textos elaborados durante esta cumbre.

Además de las cuestiones de seguridad y defensa, la coordinación de la acción diplomática y de desarrollo ocupa ahora un lugar destacado en el seno de la Confederación de la AEE.

Una de las decisiones adoptadas al término de esta histórica reunión tripartita de los tres países fue el establecimiento de una presidencia anual rotatoria de la Confederación de la AEE, que ejercerá Malí.

Esta es la transcripción del discurso del Capitán Ibrahim Traore, Jefe de Estado de Burkina Faso, tras la firma constitutiva de la Confederación.

¡Unidos y solidarios, pueblos de la AES!

Es para nosotros un inmenso placer y un honor estar hoy, 6 de julio de 2024, en Niamey, un día bendito, una fecha memorable. En primer lugar, damos gracias a Dios, que ha hecho posible este día. Le damos gracias por todo lo que ha hecho por nosotros hasta la fecha, y por todo lo que hará por los pueblos de la ESA. Permítanme también rendir homenaje al pueblo de Níger, que tanto ha sufrido desde la llegada de la CNSP, a causa de las sanciones de la CEDEAO, pero que sigue manteniéndose firme.

Gracias al pueblo de Níger, que nos dio una calurosa bienvenida ayer (nota del editor: 05/07/2024) cuando pisamos el suelo de nuestra patria, Níger. Sois más que amigos, sois más que vecinos, sois nuestros hermanos, sois nuestras hermanas. Porque la fraternidad va más allá de la amistad o la vecindad. Por nuestras venas corre la misma sangre.

Por nuestras venas corre la sangre de aquellos valientes guerreros que lucharon y nos legaron estas tierras que llamamos Mali, Burkina y Níger. Por nuestras venas corre la sangre de aquellos valientes guerreros que ayudaron al mundo entero a librarse del nazismo y de muchas otras lacras.

En nuestras venas corre la sangre de aquellos valientes guerreros que fueron deportados de África a Europa, América, Asia y otros lugares, y que ayudaron a construir esos Estados durante la esclavitud. En nuestras venas corre la sangre de hombres dignos, hombres robustos, hombres fuertes. Y por ello, sintámonos orgullosos de ser nacionales de la AES.

África es un continente que ha sufrido mucho, y sigue sufriendo, a manos de los imperialistas. Estos imperialistas sólo tienen en mente un cliché: África es el continente de los esclavos. Así es como ven a África. Nunca han sido capaces de cambiar su forma de actuar hasta ahora, y eso es deplorable. Pero, ¿cómo lo hacen? Desgraciadamente, desde los años sesenta, cuando a África se le dio esa pretensión de independencia, lo único que hicieron fue poner al frente de sus subprefecturas a gentuza local para poder seguir dándoles de comer.

Estos siervos locales, a los que hoy llamaremos “esclavos de feria”, no tienen más guía que intentar vivir como el amo, satisfacer al amo y hacer todo lo que el amo les diga. Roban, saquean nuestros Estados y se lo llevan todo al amo, y sus riquezas se las queda el amo. Hacen de todo para vivir como el amo y satisfacerlo siempre. Cuando el amo da la orden, ellos la cumplen. Son individuos sin dignidad, sin moral, sin personalidad. Pero el amo siempre ha sabido identificar a estos individuos.

Siempre están dispuestos a traicionar a sus hermanos para satisfacer al amo. Nos han traicionado desde la independencia, y otros siguen traicionándonos en beneficio de su amo. Estos individuos siguen, contra viento y marea, ayudando al amo a saquear África.

Les gusta decir cada año en sus encuestas económicas que Burkina es un país pobre, que Malí es un país pobre, que Níger es un país pobre. Estamos entre los últimos. Si somos tan pobres como dicen, ¿por qué no quieren irse cuando llega el momento de que asumamos nuestras responsabilidades y pedimos a este señor que se vaya?

Si tomamos el caso de Níger, desde hace más de 40 años algunos países extraen uranio para producir energía en casa. De Ottawa a París, las calles están iluminadas; pero en Níger, nos sirven oscuridad. Cuando vas a nuestros estados, hay agujeros por todo el suelo en busca de metales preciosos como el oro. Pero a menudo no hay ni una sola carretera para acceder a las zonas donde extraen el oro, por no hablar de algunos servicios sociales básicos. Por eso hemos decidido rebelarnos y tomar en nuestras manos el destino de nuestros Estados.

Tenemos muchos otros ejemplos. Cuando asumimos nuestras responsabilidades, algunos esclavos de feria se pusieron en contacto con nosotros para transmitirnos el mensaje de su amo. Porque habían creado esta especie de cadena polimérica a la cabeza de nuestros Estados para servirles. Hemos venido a romper la cadena y eso es inconcebible para ellos. Se dirigieron a nosotros y nos pidieron que nos uniéramos a sus filas para formar parte de la élite que debería dirigir África, porque tienen una élite formada y formateada para seguir su lógica, que está incrustada en su cadena.

Nos negamos a unirnos a sus filas. Y así comenzaron las hostilidades. Enviaron una serie de mercenarios, instructores y agentes a nuestras zonas del Sahel para llevar a cabo ataques bárbaros y cobardes contra nuestras poblaciones, con la esperanza de provocar su revuelta. A estos ataques sobre el terreno hay que añadir la guerra de la comunicación, la manipulación y la desinformación. Pero los pueblos del Sahel han comprendido, y nunca más podrán manipularlos. Saben de dónde vienen, lo que hacen y adónde van.

No permitiremos que esto vuelva a ocurrir; el pueblo ha despertado. Y hoy luchamos, no por nosotros, sino por las generaciones futuras. Gracias a todos por luchar. Nunca nos harán lagrimear. No temblaremos. Lucharemos, lucharemos por la verdadera independencia, por nuestra libertad.

Para atemorizar a la población del AES (Confederación de Estados del Sahel), estos individuos sólo tienen tres palabras en los labios: “democracia”, “libertad” y “derechos humanos”. Por supuesto, sus secuaces locales sólo son “elegidos” mediante un proceso democrático, libre y transparente, según ellos y sus valores. ¿Qué puede ser más normal para ellos? Pero si quieren imponérnoslo, porque son ellos los que ponen las reglas, no lo aceptaremos.

Decidimos asumir nuestra responsabilidad. Por eso, el 26 de julio de 2023, cuando Níger decidió pasar página, los esclavos de feria y sus amos se subieron a sus caballos. Propusieron a sus secuaces locales y decidieron declarar la guerra al pueblo de Níger. Así que hemos dicho que cualquiera que se atreva a atacar Níger tendrá que enfrentarse a nosotros, porque libraremos una guerra sin cuartel hasta la última gota de sangre contra quien se atreva a atacar nuestros estados.

La decisión que tomamos ayer sigue siendo válida hoy, y lo seguirá siendo mañana y siempre. Y así nació la AES el 16 de septiembre de 2023, en una arquitectura de defensa mutua. Pero hemos considerado necesario ampliar y extender la arquitectura de la AES.

Lo que hoy nos une debe permitirnos avanzar hacia otros sectores además de la defensa, en particular las finanzas y la economía, las infraestructuras, la sanidad, la educación, etcétera. Espero que estos momentos sean para nosotros una historia que escribiremos no sólo para la AES, sino también para África y el mundo entero.

Que Dios nos ilumine a todos y cada uno de nosotros.

Que Dios nos inspire en esta misión que se nos ha confiado.

Y, sobre todo, que al llevar a cabo todas nuestras tareas, sólo tengamos una cosa en mente: los mejores intereses de nuestro pueblo.

En este sentido, pedimos una vez más a Dios que nos acompañe en nuestras diversas tareas y que proteja a nuestros combatientes, gracias a los cuales podemos sentarnos aquí y debatir sobre el futuro de nuestros Estados.

Gracias de nuevo al pueblo de Níger.

¡Estemos unidos y solidarios, pueblos de la AES!

Patria o Muerte, ¡venceremos!

(*) Transcripción del discurso del Capitán Ibrahim Traore, Presidente de Burkina Faso, Jefe de Estado, pronunciado el sábado 6 de julio de 2024 en Niamey, en la inauguración de la I Cumbre de Jefes de Estado de los países miembros de la Alianza de Estados del Sahel.

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