Varias capitales. Agencias
El hospital Al-Ahli en la ciudad de Gaza fue atacado con una bomba pesada MK-84 de fabricación estadounidense, según informó Wall Street Journal.
La bomba MK-84 solo puede dispararse desde un avión y la Resistencia palestina no tiene ningún caza. El diario estadounidense reveló que el bombardeo llevado a cabo en la noche del martes contra el hospital bautista de Gaza que mató a más de medio millar de civiles se llevó a cabo por una munición Mark 84 (MK-84), una bomba aérea de caída libre y con un gran poder de destrucción.
El Ministerio de Sanidad de Gaza informó el miércoles que ya ha recuperado los cadáveres de 471 palestinos asesinados en la masacre del hospital, y que continúan rescatando “cientos de cuerpos” de los escombros. El balance general en Gaza, sin incluir los masacrados en el hospital, es de tres mil 478 asesinados y 12 mil 700 heridos desde el 7 de octubre. En Cisjordania se contabilizan hasta la fecha 62 fallecidos y mil 300 heridos.
Por su parte, Sait Ersoy Bereketlioglu, director de la empresa Troy Technology Defense, que se ocupa de las técnicas de producción de ojivas, microcohetes y productos químicos altamente explosivos de grado militar, dijo que las señales de la llegada de la munición al hospital, el sonido y la intensidad de la explosión indican que puede pertenecer a una bomba MK-84 de 2000 libras y no a un simple cohete, declaró a una agencia de Turquía.
El cirujano británico-palestino Gassan Obsitta afirmó en una rueda de prensa en el hospital Al-Ahli, que Israel había estado advirtiendo al mundo entero de que atacaría hospitales palestinos, “y ha hecho exactamente eso. Todos los políticos occidentales que han apoyado a Israel tienen sangre de niños en sus manos, porque su apoyo ha permitido a Israel actuar con impunidad. Ningún otro país ataca hospitales y se sale con la suya”.
También confirmó que uno de los pacientes que trató tenía heridas de metralla.
Los intensos bombardeos sionistas sobre Gaza, desde aire, mar y tierra, continúan casi ininterrumpidamente desde el 7 de octubre. El saldo de víctimas mortales se eleva ya a 3 mil en la franja, según las autoridades gazatíes, mientras que cientos más están desaparecidos y se cree que están atrapados bajo los escombros. Al menos un millón de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares en solo en una semana.
Los bombardeos han causado una enorme destrucción en el estrecho enclave palestino donde vivían alrededor de dos millones de personas.
La madrugada del miércoles, Israel destrozó con la última panadería del campo de Nusierat, con el propósito de matar de hambre a cientos de familias que dependen de ella para obtener pan. Sin electricidad, gas o harina para hornear su propio pan en casa, muchos se quedarán sin una fuente vital de alimentos.
El analista ruso Sergei Shilov, cree que el propósito de atacar el hospital “es bastante obvio. Los hospitales y las escuelas no se atacan «por diversión». Se trata de una campaña selectiva. El objetivo de estos ataques es provocar un éxodo masivo de la población civil de Gaza y hacer la vida insoportable a los más de 2 millones de habitantes del enclave”.
Agrega que si no se frenan los bombardeos sionistas, unidos al bloqueo total de Gaza, “donde ya existen problemas agudos de electricidad, alimentos y combustible, provocará inevitablemente un éxodo significativo de civiles. Y se verán obligados a desplazarse a territorio egipcio”.
“Israel pretende así facilitar la realización de operaciones de asalto en caso de una operación terrestre. Y en caso de desescalada del conflicto, el éxodo masivo será ventajoso para Israel”, concluye Shilov.
Mientras tanto, el paso fronterizo de Rafah, en la frontera entre Egipto y Gaza, permanece cerrado. En el paso se ha formado un convoy kilométrico de suministros humanitarios procedentes de varios países.
El presidente egipcio, Abdel Fattah el-Sisi, dijo que el desalojo de residentes de la Franja de Gaza al Sinaí equivale a una declaración de guerra a Egipto. “Lo que está sucediendo en la Franja de Gaza tiene como objetivo empujar a los palestinos hacia Egipto”, añadió durante una conferencia de prensa conjunta con el canciller alemán Olaf Scholz.
“Si pido a los egipcios que acepten el desplazamiento de palestinos al Sinaí, verán a millones de egipcios en las calles”, añadió. Sin embargo, Al-Sisi cambió inmediatamente su retórica y ofreció a Israel una idea alternativa: trasladar a los palestinos al desierto del Néguev hasta que se complete la misión que Israel quiere cumplir.
En Teherán, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, declaró a la televisión estatal que “esperamos que los países islámicos que mantienen relaciones diplomáticas con el régimen sionista corten sus relaciones inmediatamente y expulsen al embajador israelí de su país”.