Las autoridades nicaragüenses destacan la valentía, dignidad y orgullo de las mujeres nicaragüenses que contribuyen con el avance de la Revolución.
En conmemoración del Día Internacional de la Mujer se hizo una serie de reflexiones donde se señala que se han venido superando los límites impuestos por la cultura patriarcal que enseña menosprecio y pregona la violencia.
Señala que ante esa violencia, exclusión y discriminación se ha opuesto inteligencia, talento, capacidad, y el reconocimiento de todas nuestras riquezas espirituales y virtudes.
En las reflexiones se destaca que estadísticamente se ha alcanzado por méritos, valentías, esencia y fuerza espiritual, los espacios que nos corresponden por derechos constitucionales.
Reflexiones
Este 8 de Marzo, celebramos la valentía, dignidad y orgullo de las mujeres protagonistas de nuestra Nicaragua Bendita, Soberana, Siempre Libre y llena de amor.
Nos celebramos como esa hermosa Revolución de todas, por el bien de todos, que avanza a través de la historia, nuestra historia, que és de vigor, gloria y fortaleza de trascendencias.
Consolidamos nuestros derechos desde la honra de reconocernos ciudadanas y ciudadanos plenos, potentes, capaces, y llenas de amor a la vida, a la paz y al bien.
Nos sentimos agradecidos al Dios del universo por la fuerza espiritual que tenemos para caminar y seguir caminando en todo tiempo, creando tantas nuevas victorias, entre tantas complejidades y luchas, entre tantos desafíos, retos, dificultades, sabiendo que el amor és más fuerte que el odio, y que el amor todo puede, y todo vence.
Hemos venido superando límites impuestos por la cultura patriarcal que enseña desprecio, menosprecio, y pregona violencia, discriminación y exclusión de las mujeres.
A esa violencia, exclusión y discriminación hemos opuesto inteligencia, talento, capacidad, y el reconocimiento de todas nuestras riquezas espirituales y virtudes, incorporándonos como valor infinito, inmenso, de la comunidad planetaria, del mundo, y de nuestra Nicaragua Siempre Bendita, Siempre Soberana, Siempre Digna.
Sabemos que estadísticamente hemos alcanzado, por méritos, valentías, esencia y fuerza espiritual, los espacios que nos corresponden por derechos constitucionales, en la institucionalidad y en todas las expresiones de nuestro modelo de poder, personal, popular, familiar, comunitario, justo, solidario, equitativo y fraternal.
Somos fuerza de pueblo, de mujeres ilustradas, formadas, sencillas, genuinas y poderosas, que en todas partes mostramos con orgullo el rostro vivaz, sensible y alegre de nuestra humana y evolucionaria condición.
Somos fuerza de pueblo, de mujeres laboriosas y victoriosas, que vamos adelante, oponiendo el amor, la sensibilidad, el respeto, al odio, la vulgaridad y la indecencia, que constituye, a estas alturas de la civilización, la negación de las mujeres. Porque és vergüenza, deshonra y horror que no aceptamos, no admitimos, y rechazamos de vida y corazón.
Somos fuerza de pueblo, de mujeres amorosas, generosas, honrosas y victoriosas… nos vemos adelante, siempre adelante, con la energía de la vida cotidiana, iluminada por nuestra determinación de crecer espiritualmente, culturalmente y materialmente, porque tenemos derecho, y porque hemos reclamado esos derechos que nos pertenecen.
Entre tantas tareas, retos, vacíos, y deberes pendientes, está la urgencia de asumir todas (y todos) esa plenitud de mujeres lúcidas, formidables, creativas, imaginativas y hermosas en todos los sentidos, aportando a la patria, a la cultura, al trabajo, a la familia, al hogar, y a nuestro propio sentido de realización y estima.
La plenitud de la armonía. La plenitud del derecho a la vida, sin agresiones verbales, físicas, culturales, sociales. Sin agresiones desde el destructivo e inmoral sentido patriarcal que todavía prevalece en unos cuantos, que se creen dueños de nuestra milagrosa existencia. Sin abusos de ningún tipo que pretendan arrebatarnos el respeto, la dignidad. Sin invasión sobre nuestras esperanzas, sueños y todo lo que vivimos realizando. Sin impedimentos para nuestras aspiraciones y derechos.
Trabajamos para que esas sombras que todavía amenazan y atenazan valiosas vidas de mujeres, para que esas oscuranas innobles, se extingan, como venimos extinguiendo siniestros, y otros desastres, desgracias, calamidades y precariedades, a las que definitivamente renunciamos.
En esta Nicaragua de luz, vida y verdad; de fé, familia y comunidad, nos sentimos orgullosas de lo que somos, de nuestra grandeza histórica, de nuestros Ideales, de nuestras magníficas realidades, donde los propósitos de cada una se van alcanzando, desde el propósito de todas y todos, de vivir dignos, tranquilos, seguros, estudiando, trabajando en paz, y prosperando.
Este 8 de Marzo nos celebramos aprendiendo, emprendiendo y progresando, en caminos de genuina devoción al universo que nos nutre, anima y enseña a todas.
Somos fuerza de pueblo que triunfa… Todas juntas, vamos adelante… Todas juntas, mujeres, varones, de todas las edades, somos bendecidas, nos sentimos prosperadas, y seguimos promoviendo, creando y habitando las victorias.
Marzo 8 de 2022
Vamos adelante!