La compañía 3M difundió este viernes que el gobierno estadounidense le pidió dejar de exportar a Canadá y América Latina las mascarillas o respiradores N95, altamente demandados en medio de la pandemia del nuevo coronavirus Covid-19.
En un comunicado emitido este viernes, la empresa con sede en el estado norteamericano de Minnesota se mostró en contra de esa medida, al manifestar que existen implicaciones humanitarias significativas en la interrupción del suministro de respiradores para los trabajadores de la salud en esos dos mercados.
‘Además, dejar de exportar respiradores producidos en Estados Unidos probablemente causaría que otros países tomen represalias y hagan lo mismo, como ya lo han hecho algunos’, añadió la declaración.
Si eso ocurriera, apuntó el texto, el número neto de respiradores disponibles para Estados Unidos en realidad disminuiría, y ‘eso es lo contrario de lo que nosotros y la administración, en nombre del pueblo estadounidense, buscamos’.
La compañía se manifestó de ese modo después de que ayer el presidente estadounidense, Donald Trump, invocó formalmente la Ley de Producción de Defensa para exigir a 3M que priorice los pedidos de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias del país en relación con las mencionadas mascarillas.
Según la empresa, la administración también le solicitó que aumente la cantidad de respiradores que actualmente importa de sus operaciones en el extranjero, como resultado de lo cual la firma obtuvo la aprobación de China para llevar a Estados Unidos 10 millones de respiradores N95 fabricados por 3M en la nación asiática.
La Ley de Producción de Defensa, promulgada durante la Guerra de Corea (1950-1953), otorga a la administración poderes expansivos para asegurar suministros que considere necesarios, lo que incluye obligar a una empresa a priorizar las demandas del gobierno federal.
La 3M ha sido criticada por la forma de distribuir los respiradores, y cuando Estados Unidos reporta más casos de contagiados por el nuevo coronavirus que cualquier otro país, se extiende la idea de que las empresas norteamericanas deberían atender primero el mercado interno. Pero aunque la administración ha presionado para que aumente la producción local de ventiladores, mascarillas y otros productos necesarios, Estados Unidos aún depende en gran medida de las importaciones desde China, la India y otras naciones.
Por eso, expertos advierten que la prohibición de exportaciones podría afectar también la capacidad del país de comprar en otros mercados ese tipo de productos actualmente tan demandados.