San Juan. Agencias
Roberto Clemente fue un héroe del deporte de las bolas y los strikes que sirvió de inspiración para centenares de peloteros y lo debe seguir siendo para las futuras generaciones.
Por su excelencia en el terreno de juego y por su conducta ejemplar como ser humano, su nombre merece un tributo eterno.
Hoy, queremos recordar la historia del legendario atleta puertorriqueño Roberto Clemente en el aniversario 52 de su muerte ocurrida el 31 de diciembre de 1972 cuando se trasladaba en un avión DC7 a Managua, Nicaragua, con un cargamento de ayuda humanitaria para los damnificados del terremoto ocurrido ocho días antes (23 de diciembre).
El 6 de diciembre de 2022, a solicitud del Presidente Daniel Ortega Saavedra mediante una iniciativa de Ley, la Asamblea Nacional aprobó por unanimidad el decreto que declara Héroe Nacional al expelotero puertorriqueño.
En la exposición de motivos de la iniciativa de ley, destaca que es deber histórico del Estado Nicaragüense, exaltar a personas que por sus hechos o acciones contribuyeron al desarrollo y transformación del país, en especial hace necesario que su luminoso testimonio, ejemplo y legado cristiano fraternal y solidario de amor a Nicaragua sirva de ejemplo a las generaciones venideras y que los impulse a ser factores del desarrollo político e institucional del país.
“Clemente ofrendó su vida por Nicaragua, se inmoló por Nicaragua y para los nicaragüenses que sufrían, por eso es un Héroe de nuestra patria y un Héroe y un campeón de la solidaridad y de la humanidad y estamos contentos de honrarlo como Héroe de nuestra patria bendita”, destaca la iniciativa aprobada por los legisladores.
Clemente nació el 18 de agosto de 1934 en el barrio de San Antón en Carolina, Puerto Rico. Fue el menor de cuatro hermanos cuyos padres fueron Melchor Clemente y Luisa Walker.
Su debut en Grandes Ligas ocurrió el 17 de abril de 1955 con los Piratas de Pittsburgh y su último juego fue el 3 de octubre de 1972 con el mismo equipo. Fue uno de los peloteros más dominantes de su época.
Por sus jugadas sensacionales y por sus tiros precisos a las bases, ganó 12 premios Guantes de Oro consecutivos entre 1961 y 1972. Para muchos expertos, ha sido el mejor jardinero derecho defensivo de la historia. A la defensa está ubicado como segundo de la historia en asistencias en su posición con 256, solo superado por Harry Hooper.
Sus 4,471 outs realizados también lo ubica segundo detrás de Paul Waner. A la ofensiva conquistó cuatro coronas de bateo, alcanzó 3,000 imparables para ser el décimo jugador en lograrlo, su promedio fue de .317, sumó 3,000 imparables, 240 cuadrangulares, 1,416 anotadas, 1,305 remolques, .359 de embasamiento, 83 bases robadas, 4,492 en total de bases y un OPS de .834. Clemente bateó por encima de la marca de .300 en 13 de sus 18 temporadas, siendo la mejor en 1967 con .357 de promedio, 209 imparables, 23 cuadrangulares, 110 impulsadas y .400 de embasamiento.
En cuatro temporadas acumuló más de 200 incogibles liderando dos veces en 1964 con 211 y en 1967 con 209. Impulsó más de 80 carreras siete veces con tres superando las 100.
En 26 partidos de postemporada su average fue de .318. De no haber sido por su fallecimiento a los 37 años los números de Clemente hubieran sido mejores, pues aún estaba en buenas condiciones para jugar al menos otras dos o tres temporadas. En su última campaña de 1972 tuvo promedio de .312 con 118 imparables (378 turnos), .356 de embasamiento, 60 remolques y 68 anotadas. A la defensa actuó sin cometer errores en 88 partidos.
El 8 de agosto de 1973, Clemente fue elegido de manera póstuma al Salón de la Fama del béisbol de Grandes Ligas, en Cooperstown. Este mismo día fue establecido el premio que lleva su nombre que se le otorga al jugador con servicios destacados a la comunidad y excelencia en el terreno.
Las Grandes Ligas instituyó la fecha del 18 de septiembre como el “Día de Roberto Clemente’’. Además de su brillante desempeño como jugador, Clemente se destacó por su lado humano en defensa de los jugadores latinoamericanos en una etapa donde todavía prevalecía la discriminación racial en Estados Unidos, así como la preocupación constante que tuvo por la juventud de su país natal.
Luego de su muerte fue honrado por el entonces presidente Richard Nixon con la “Medalla de Ciudadanos y la del Congreso’’, mientras que en 2003 se le otorgó por George W. Bush la ‘’Medalla de La Libertad’’, que es el más alto honor que se le entrega a un ciudadano civil en Estados Unidos. Roberto Clemente estuvo casado con Vera Cristina Zabani y la pareja tuvo tres hijos.