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Sandino vive en todos nosotros, y la lucha sigue

Managua. Por Rosario Murillo (*), Vicepresidenta de Nicaragua.

Sandino vive en todos nosotros, y la lucha sigue Managua. Por Rosario Murillo (*), Vicepresidenta de Nicaragua.

¡Qué hermosos días los que estamos viviendo! ¡Qué bonitas tardes! ¡Qué hermosos tiempos, luminosos tiempos, y en todos los tiempos somos dignos descendientes de nuestros Héroes, de nuestros Mártires. Dignos defensores de la soberanía nacional, que es la garantía de la paz luminosa que tenemos. Ejemplo valioso somos de la orgullosa sucesión de nuestros inmortales. ¡nuestros inmortales!

Cuando decimos eso el corazón se llena de grandeza. Tanto Héroe, tanto patrimonio heroico que tenemos en nuestra Nicaragua, tanto que nos enseñan los caminos recorridos, con bravura, con entereza, inspirados, que quiere decir, en el espíritu sublime de la providencia. Porque Dios nos manda a vivir con dignidad y a vivir como hermanos, y es lo que hemos procurado a través de los siglos en nuestra Nicaragua, y somos, y lo decimos con coraje y con sentido de profunda iluminación, somos orgullosa sucesión de nuestros inmortales.

Ayer, al celebrar esos siglos de lucha heroica, nuestro Comandante Daniel, al celebrarnos como inspiración del pueblo, de Héroes, de nuestra Nicaragua bendita, y al celebrar dentro de esos siglos de lucha inspiradora, ejemplar, los 45 años del MINT y de la Policía Nacional, Daniel decía: Sandino Vive en todos nosotros, y recordaba a nuestro General, la traición de los que siempre odian, la traición de los serviles, la traición de los cobardes, y la traición de los que se creen dueños del mundo.

Y al recordar esa gesta que nos llenó a todos de coraje, pasaron décadas, pero ahí estaba Sandino y aquí está Sandino, y al recordar la traición sabemos que nos toca defender la Paz frente a todos los traidores y cobardes, que ahí están, sólo que gracias a Dios en otro mundo, que no es el mundo mejor y que no es el mundo sublime. ¡No! El mundo de la iniquidad.

Y Daniel decía: Sandino vive en todos nosotros, y la lucha sigue, con todos nosotros. Porque así es. La lucha sigue, con todos nosotros, porque nosotros, los de entonces, seguimos siendo los mismos. Fuerza, coraje, inspiración, leyenda de luchas formidables, de espíritus grandiosos, esa es nuestra Nicaragua.

Y en aquellos momentos cuando Daniel hablaba anoche, yo recordaba aquellos cantos, aquellas bravas consignas, aquellos tiempos, en estos tiempos, porque decimos, la lucha sigue, con todos nosotros, y sí somos los mismos, los que tenemos amor a nicaragua grabado con sangre santa en nuestras vidas, en nuestros caminos, en nuestros corazones. Somos los mismos, valerosos defensores de nuestra inviolable soberanía nacional.

Nos preguntábamos, como nos preguntábamos ayer, antier: Estamos cansados? Nos respondíamos: ¡no! Y nos preguntábamos, ¿por qué? Y nos respondíamos: porque somos Hijos de Sandino, y los hijos de Sandino, ni se venden, ni se rinden, ¡jamás! Y así estamos, en el mundo real, luchando siempre con orgullo, con dignidad nacional; luchando en el mundo saludable, sano, lleno de fuerza y esperanza. Sabemos que caminamos en este mundo real, y sabemos que vamos adelante.

El mundo enfermo, decrépito, no tiene inspiración, no tiene esperanza, no tiene asidero, no tiene certeza, porque ahí están. ¿Quiénes están? ¿quiénes lo habitan? Los burdos chingastes de lo que nunca fue. La miseria humana. Los perpetradores de verdaderos crímenes de lesa humanidad y de traición a su Patria. Patria que para nosotros es sagrada.

Y son apátridas, porque no tienen Patria, porque traicionaron a su Patria, y juegan con inventos, con maledicencia, con vulgaridad. El odio es vulgar, es mísero. Juegan a vivir donde ya no viven y a ser lo que ya no son, lo que ya no pueden ser, porque no aman, porque han demostrado odiar a Nicaragua, y odiar al pueblo nicaragüense. Quienes amamos a Nicaragua somos, con orgullo, ¡nicaragüenses por gracia de Dios!

En ese mundo enfermo se urden todos los crímenes, todas las miserias, todas las bajezas, todas las tristuras. Ahí viven los lúgubres zombis, que decretan agresión tras agresión, que quieren destrucción, que no quieren ver esta nicaragua brillante y luminosa. Por supuesto, ya no es suya, no les pertenece, no recoge sus estercoleros, porque aquí no hay estiércol. Aquí hay sublimes y sacrosantas realidades.

Ese mundo de los condenables aquí no cabe, porque aquí somos invictos guerreros del amor y constructores cotidianos de paz, de seguridad, de trabajo, de bienestar, que es lo que cuenta, que es lo que vemos, que es lo que vivimos, que es el día que verdaderamente habitamos los que tenemos fe y fuerza. Fuerza de valor y de derechos, de verdades verdaderas, de justicia, y de tantísima esperanza.

Aquí estamos, es el mundo real, el mundo de luz, de vida, de verdad. Es el mundo heroico en el que todos los días estamos, todos juntos, labrando el porvenir. De pie, así estamos, siempre de pie, y siempre adelante. Allá la vulgaridad azota, les azota, y es su propia ignominia la que se tragan, son sus deleznables alucinaciones, porque no tienen sueños, son pesadillas. Es lo macabro, es el mundo de los zombis, un mundo macabro. Y todo eso es fruto de su propia ignorancia y servilismo.

Allá ni cantos, ni flores, allá lo trágico, el Infierno de la vileza, de la crueldad, de la inmoralidad, de la falsedad. La derrota, la iniquidad. La derrota. Porque Ni Pudieron, Ni Pueden, Ni Podrán, con la Potencia del Amor y de la Paz.

Eso es lo que vimos ayer, eso es lo que vivimos todos los días: cómo estamos de empeñados, cómo somos de responsables, alrededor de esa paz que somos todos. Y es con paz, es con seguridad, es con amor, una sola y gran palabra, que se construye el porvenir.

Esta realidad, esta realidad de todos, donde vamos adelante, donde la paz prospera en un 94.3% de la conciencia nacional. Donde la gente sabe, el pueblo sabe que hay estabilidad económica y social. Donde se respira paz, y lo dicen las familias, las comunidades, en un 94.9%, es decir 95%. Donde vivimos en libertad, en democracia, y lo dice nuestro pueblo en más de un 60%. 63% dice que tenemos oportunidades reales de mejorar la vida, que hay elecciones. Que no hay seguridad, 11%, cuando un 91% de la población habla de diálogo, de unidad, de democracia, de seguridad. Además, compañeros, estamos todos unidos.

Aquí 92% de nuestro pueblo piensa, siente, que vivimos en libertad. Hay un 95.4% que dice, se respetan los derechos fundamentales. Eso no lo conocen. Lo desconocen. Es que no son de aquí, son de allá, de parajes infernales, y aquí nos esforzamos, día a día, por vivir el reino de Dios en la Tierra, la hermandad, la solidaridad, los derechos y la esperanza de construir la sociedad que queremos, que soñamos, la sociedad del bienestar.

Aquí hay derechos, hay igualdad de derechos y deberes, dice un 88% de la población; 82.8% que funciona la democracia; hay una identificación de 76.6% de nuestra población con lo que hace el Frente Sandinista de Liberación Nacional, con el ideario y la práctica de bien común, cristiana, socialista, solidaria.

Luego también, Compañeros, tenemos el Liderazgo de nuestro Comandante Daniel, 83%; el rumbo que conduce el País el Gobierno del Presidente Daniel, 82.8. Y cuántos números. 85.1% dice que nuestro Presidente procura la Unidad y la Reconciliación. Ese valor que nos querían arrebatar hemos recuperado; hemos insistido en que la Reconciliación Nacional es la Garantía de la Paz, de la Seguridad y del Derecho de Todos a Vivir en Bien Común.

Cuánto de positivo, mucha seguridad, dicen los compañeros que se expresaron en este estudio de opinión, y de verdad uno se siente grande, grande como espíritu, grande como ser humano, porque los seres humanos venimos a este plano de vida a aprender a ser grandes, que quiere decir, aprender a vivir, a convivir, a compartir, a ser solidarios.

Y es ahí donde uno se siente grande. ¿por qué? porque siento, percibimos, sentimos, percibimos, que hemos aprendido a valorar el sentido de humanidad que debe prevalecer en todas las cosas, y a valorarnos como pueblo heroico, victorioso, trabajador, luchador. Pueblo que camina, pueblo que avanza. pueblo cristiano, pueblo socialista y pueblo solidario.

(*) Declaraciones de Rosario Murillo, Vicepresidenta de Nicaragua, en edición del mediodía de Multinoticias Canal 4 de televisión, 16 de octubre de 2024.

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