La alta demanda de mascarillas para protegerse del Covid-19 ha provocado un aumento en la contaminación del medioambiente, ya que una buena cantidad de este insumo médico no es controlado y va a parar a los lagos, ríos y otras áreas naturales, declaró este jueves a La Primerísima la ambientalista Nora Marín.
Recordó que una mascarilla quirúrgica, la más comprada por la población en estos momentos, puede tardar en degradarse entre 300 y 400 años, y por eso lo más recomendable es utilizar tapabocas de tela y al momento de desecharlos hacerlo de una manera adecuada para que los recolectores no se contaminen.
Indicó que en la empresa Recicla Nica de Managua, desde que inició la pandemia ha incrementado la recolección de mascarillas, las que se les da un trato especial en los vertederos para su eliminación.
Asimismo, dijo en un 50% bajo la recolección de materiales desechables en la empresa en enero de este año, si se compara con diciembre de 2020, y eso ocurre porque hay menos festividades y las personas compran menos productos que se empacan en cartones, plástico, cubiertos desechables, entre otros.
