En la comunidad El Plomo, en el kilómetro 179 sobre la carretera Matagalpa-San Ramón está instalada la empacadora de raíces y tubérculos Borinquen S.A., del Señor Carlos Alberto Blandón.
Se trata de una empresa que lleva alrededor de 15 años dedicándose al empaque de quequisque, jengibre, coco seco, yuca, calabazas y malanga, su principal producto.
Una parte de la malanga se cosecha en la finca de Blandón y otra se obtiene de pequeños productores, en su mayoría concentrados en las zonas de San Rafael del Norte y El Cuá-Bocay.
Blandón expresó que actualmente se exporta a Puerto Rico y Estados Unidos. La variedad de malanga exportada es la coco lila.
“El año pasado se exportaron unos 304 contenedores, más o menos un 80 por ciento a Puerto Rico y el resto a Estados Unidos”, refirió.
Esta empacadora cada semana hace envíos a estos países, logrando enviar al mes de 12 a 28 contenedores, cada uno con 20 palet.
Dijo que para exportar se debe cumplir con una serie de requisitos que garanticen un producto inocuo y cumplan estándares de calidad.
“Como se puede ver hay estos procesos de limpieza, lavado y luego la formación de las paletas, luego al cuarto frío para meterse en sus contenedores y salir para el mercado”, señaló.
Por su parte, Dalia Uriarte, Inspectora de Inocuidad Alimentaria en la planta Borinquen, manifestó que el proceso que implica desde que se descarga la malanga hasta que se lleva a los contenedores.
Estos son los pasos:
-Se recepciona el producto y se verifica que sea fresco y libre de plagas.
-Luego pasa a lo que llaman maquila que es donde se elimina tierra y raíces.
-Lavado con agua potabilizadora para eliminar residuos cepillando el producto.
-Se selecciona y revisa que cumpla con estándares de calidad.
-Pesaje.
-Luego se empaca en mallas (si va a Estados Unidos la malla pesa 40 libras y 50 libras a Puerto Rico).
-Las mallas pasan por el proceso de desinfección microbiana con ácido peracético y yodo.
-Se continúa con el paletizado, que son 60 mallas a Estados Unidos y 48 mallas a Puerto Rico.
-Después es el escurrido de 4 a 6 horas, para luego llevarlo al cuarto frío a una temperatura de 42 grados donde está un tiempo no más de 24 horas y luego se carga en contenedores.
Uriarte también expresó que a los proveedores se les brinda charlas sobre buenas prácticas agrícolas e inocuidad para obtener un producto de calidad y qué insumos usar para proteger el medio ambiente y no sean tóxicos.
Además, el vehículo que lleva el producto y el transportista deben cumplir con estándares de calidad.
De igual manera, destacó el acompañamiento de instituciones del gobierno como el IPSA, “sentimos que nos ha facilitado las cosas”, señaló.
Asimismo, indicó que en Nicaragua las condiciones están dadas para trabajar “solo hay que echarle para adelante, sabemos que no es fácil pero tampoco es imposible”.
Blandón aseguró que continuarán trabajando para expandirse en el mercado internacional con productos congelados, con empaque al vacío y harinas.