El Gobierno Sandinista desarrolla una amplia y completa política de cuido, protección y preservación de la naturaleza y el Medio Ambiente que se refleja en una estrategia de desarrollo basado en el protagonismo de la población.
Este martes funcionarios del gobierno nicaragüense realizaron una videoconferencia con representantes de Organismos No Gubernamentales nacionales e internacionales, representantes de movimientos de solidaridad con Nicaragua y embajadores de Nicaragua en el exterior.
El Canciller Denis Moncada Colindres, destacó que es importante para Nicaragua continuar con ese espíritu de solidaridad, de comunicación, de esclarecimiento de la verdad de las políticas que realiza el pueblo y gobierno.
Moncada explicó que la agenda de la reunión tenía como único punto El pueblo presidente comprometido en proteger y preservar la naturaleza y el medio ambiente.
Documento completo sobre perservación y cuido del medio ambiente
Los expositores fueron el Doctor Paul Oquist Kelley, Ministro Secretario para Políticas Nacionales de la Presidencia de la República, Sumaya Castillo, Ministra del Ambiente y los Recursos Naturales, MARENA, Javier Gutiérrez, viceministro de MARENA e Indiana Fuentes, directora del Instituto Nacional Forestal, INAFOR.
Los expositores se enfocaron en la voluntad política del Gobierno Sandinista de continuar promoviendo la agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenibles en especial el ODS 13, encaminado a adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
El Canciller Moncada explicó que desde el 2007 que asumió el Gobierno el Presidente Daniel Ortega Saavedra, la política de defensa de la Madre Tierra se convirtió en uno de los temas de prioridad nacional, reflejado en el Plan Nacional de Desarrollo Humano.
En concordancia con esta política Nicaragua fue la primera signataria de la Declaración Universal del Bien Común de la Tierra y la Humanidad en el año 2010.
Expresó que como reconocimiento a su compromiso de la implementación del acuerdo de París y la lucha contra el cambio climático, Nicaragua fue reelegida miembro pleno del Consejo de Dirección del Fondo Verde del Clima, durante el año 2019, a través del compañero Doctor Paul Oquist Kelley, quien ha realizado un papel importante el ámbito internacional, junto a compañeros y compañeras que atienden el tema del medio ambiente.
Nicaragua también fue reelegida ese mismo año para continuar en el Consejo Permanente de Finanzas de la Convención Marco de la ONU sobre cambio climático y en el comité de adaptación, ambos comités de alta importancia en el contexto mundial.
Añadió que la covid 19 y el cambio climático constituyen desafíos compartidos a nivel global y solo será posible afrontarlos en unidad, cooperación y solidaridad entre todos los actores de la comunidad internacional, incluyendo los organismos no gubernamentales, nacionales e internacionales a quienes le agradeció su valioso apoyo para hacer frente a los retos comunes que se presenten.
“Este mes de octubre victorioso, mes de la resistencia indígena contra los colonizadores, mes de lucha por la liberación nacional y contra el injerencismo de la intervención hasta nuestros días, continuamos impulsando las políticas del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional para preservar la naturaleza y el medio ambiente, mitigando sus efectos adversos”, subrayó.
Moncada dijo que también se continúa con las políticas de mitigación y adaptación al cambio climático, desarrollo agropecuario resilente, desarrollo energético con bajas emisiones de carbono, conservación, restauración y uso racional de los bosques y sistema de vigilancia de alerta temprana.
De acuerdo con un documento dado a conocer este martes, las políticas y programas están basados en el modelo de inclusión, diálogo, alianza y consenso.
Señala que el gobierno ha trabajado con un énfasis inter-sectorial con propuestas desde los principales actores del país y se ha avanzado significativamente en las políticas públicas para el uso, protección, conservación y restauración de la Madre Tierra, promoviendo la participación activa de todas y todos los nicaragüenses a través de la responsabilidad compartida.
Expresa que las tierras de vocación forestal o vocación mixta en Nicaragua, abarcan aproximadamente el 78% de los suelos. Actualmente, nuestro país posee un 30% de su territorio cubierto de bosques, tanto de pinares como latifoliados, haciendo notar que la tasa de deforestación se ha reducido considerablemente en la última década.
El potencial de estos bosques es enorme para el desarrollo económico, social y ambiental de nuestro país.
El correcto manejo de las cuencas hidrográficas y su impacto en la conservación de los suelos y en la recarga de los acuíferos, podrían ser uno de los tantos ejemplos de estos beneficios que impactan directamente en la productividad agropecuaria, agrega.
Entre otros beneficios se encuentra la provisión de servicios ambientales, tales como la contribución al recurso hídrico, el secuestro de carbono, la biodiversidad y la polinización de los cultivos.
En la parte socioeconómica, además del suministro de madera, las exportaciones y los empleos, se destaca la importancia energética y su impacto en el bienestar de las familias de menores ingresos. El 54% del suministro de energía del país proviene de los bosques y la producción de leña y carbón es vital para los hogares, especialmente rurales y periurbanos.
Señala que el manejo forestal tecnificado ha ido en aumento, de tal manera que los planes generales de manejo forestal(PGM) y los planes operativos anuales (POA) han pasado de 938 hectáreas anuales en 1992 a 4.513 ha anuales bajo manejo en 2016.
La titulación de los territorios indígenas y afrodescendientes, con una superficie mayor a los 37 mil kilómetros cuadrados, ha tenido un fuerte impacto en la conservación de los bosques, ya que el 61% de los mismos tiene algún tipo de bosques, contrastando con el mínimo uso agropecuario. Estos territorios presentan una reducción de la cobertura boscosa de solo un 20%, comparada con la existente hace cuatro décadas, lo que confirma los beneficios de la titulación sobre los bosques comunitarios.
Incendios una amenaza
Los incendios forestales que recurrentemente han sido una grave amenaza para los bosques, se han reducido drásticamente en el período de 2007-2016, pasando de 1,257 eventos al inicio del período a solo 197 en 2016. En términos de áreas, la reducción también ha sido sustancial, pasando de 56 mil hectáreas de bosques quemados a 40 mil hectáreas en 2016, lo cual ha permitido la recuperación de muchos ecosistemas forestales.
Las iniciativas de plantaciones forestales, tanto del sector público como el privado, arrojan una cifra de 70.000 hectáreas de bosques plantados. El sector privado, aglutinado en la Asociación Nacional de Reforestadores (CONFOR), acumula un área de 32,000 hectáreas, con inversiones que superan los 150 millones de dólares. Varias de estas empresas reforestadoras han iniciado el aprovechamiento, industrialización y exportación de los primeros raleos en estas plantaciones.
El documento señala que las organizaciones gremiales, comienzan a desarrollar programas agroforestales y silvopastoriles en fincas, lo que ha incentivado a los propietarios de las mismas a recuperar actividades forestales que, no solo protegen los suelos y aguas, sino que impactan en la productividad de sector, con técnicas cada día más convincentes de los beneficios económicos de la implementación de estas prácticas.
Actualmente el Gobierno está gestionando un Fondo Nacional de Inversión Forestal para acelerar la forestería comunitaria, indígenas y empresas, proyectos agroforestales y silvopastoriles así como las plantaciones.