Desde 1979, cuando la revolución sandinista asume el poder al terminar con 45 años de dictadura somocista, Nicaragua ha impulsado una revolución energética con resultados visibles y comprobables, pese al retroceso de los 16 años de gobiernos neoliberales, dijo a Informe Pastrán el ministro de Energía y Minas, Salvador Mansell.
Ejemplificó que en 1979 la capacidad instalada energética de Nicaragua era de 301.71 MW y una cobertura de apenas el 34.34% de la población nacional, el resto vivía en la oscuridad y el atraso social.
El gobierno sandinista logró aumentar hasta en 1990, aún con la agresión externa de Estados Unidos al financiar una guerra de agresión, a 375 MW la capacidad instalada e incrementar la cobertura hasta en 45.24%.
Al 2006 el país tenía 754 MW de capacidad instalada y una cobertura del 54% de la población, es decir que en 16 años los gobiernos de Violeta Chamorro; Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños solo pudieron incrementar en 8.76% la cobertura eléctrica a nivel nacional y con racionamientos de energía de hasta 14 horas diarias, además con un 74% de generación a base de petróleo y todo el caribe aislado con pequeñas plantas de diésel.
Destacó Mansell que, en cambio, entre el 2007 y el 2022 la capacidad instalada se incrementó a más de 1,700 MW y una cobertura eléctrica del 99.223%. Las metas de desarrollo sostenible de la ONU establecieron que las naciones deberían alcanzar en el año 2035 cuando menos el 90% de cobertura eléctrica y Nicaragua ya logró el 99.223% y el cambio sustancial de la matriz energética a base de fuentes renovables, con un 70% de fuentes no fósiles.
El mes de septiembre pasado registró la cobertura eléctrica nacional más alta e histórica con un 99.223%, es decir que hoy por hoy de cada 100 nicaragüenses 99 tienen energía eléctrica en sus hogares, con 684,554 viviendas electrificadas; 9,703 proyectos ejecutados; 3,600,754 habitantes con derechos restituidos, inversiones de más de 3 mil millones de dólares en este sector.
En otras palabras, desde 1979 a la fecha el gobierno sandinista logró ensanchar esa cobertura eléctrica en 64.883% y sacar de la pobreza a millones de nicaragüenses. En el 2006 solo el 26% de la generación era con fuentes renovables y el 74% con combustible, en el 2022 es totalmente a la inversa, con 70% de fuentes renovables y 30% de fuentes fósiles, anotó el titular de Energía y Minas.
En el 2006 Nicaragua consumía 3.30 millones de barriles de fueloil para la generación eléctrica, en el 2021 fueron 1.80 millones de barriles, un ahorro de 1.5 millones de barriles.