Ha vuelto a repetirlo el Fondo Monetario Internacional (FMI) al concluir la consulta del Artículo IV de 2019 con Nicaragua, con una perspectiva de recuperación económica este año: los tranques son la causa de la crisis económica y ha sido la determinación política del Gobierno Sandinista la que ha permitido al país iniciar su recuperación.
En su análisis, el organismo multilateral señala que la violencia política, asonada y los tranques que apoyaron la Iglesia Católica, grandes empresarios y sectores de oposición en abril de 2018 tuvo consecuencias al erosionar la confianza, provocando grandes salidas de capital y depósitos bancarios, lo que afectó negativamente la actividad económica de Nicaragua.
A petición del Gobierno Sandinista, el FMI actúa en Nicaragua como auditor de las cuentas nacionales y sus valoraciones influyen en las decisiones de bancos y organismos financieros de todo el mundo.
Hasta abril de 2018 la economía de Nicaragua crecía 5.2% en promedio anual, el mayor crecimiento de Centroamérica, pero los tranques y la violencia la derrumbaron, provocando daños superiores a los 1,300 millones de dólares.
El Gobierno Sandinista ha venido haciendo esfuerzos para reactivar la economía, donde las pymes juegan un papel determinante.
El FMI observa una proyección de recuperación económica de Nicaragua a partir de este año al estimar que solo habrá una caída del 1.2%.
En cambio, el gobierno nicaragüense cree que la economía puede crecer algo menos del 1%.
Pese al desequilibrio e inestabilidad causados por la violencia política y los tranques, el gobierno de Nicaragua no suspendió ninguno de sus programas de impacto social y subsidios a la energía eléctrica, el transporte urbano, el pago de pensiones a los jubilados, el gasto social en salud, educación y la seguridad social, al contrario ha reimpulsado los planes de inversión pública y desarrollo de infraestructura productiva.
Observaciones del FMI
El FMI observa que la inflación aumentó a 6.1% a fines de 2019, como resultado de las medidas fiscales adoptadas para compensar parcialmente el colapso de los ingresos y el financiamiento. Reconoce que hubo un superávit en la cuenta corriente en 2018 y 2019 y que esa mejora se compensó por completo con una reversión en la cuenta financiera.
“Las autoridades flexibilizaron las políticas monetarias y del sector financiero durante 2018-19 para evitar una espiral económica descendente. El Banco Central logró estabilizar el sector financiero mediante la introducción de repos, reduciendo los requisitos de reserva y aprovisionamiento regulatorio por etapas”, explica el organismo.
“Para recuperar el déficit del 4 por ciento del PIB en 2018 al 2 por ciento del PIB en 2019, el gobierno adoptó un paquete de reformas fiscales y de pensiones en el primer trimestre de 2019. Las autoridades anunciaron en octubre de 2019 una reducción en la tasa de rastreo (devaluación del córdoba frente al dólar) del 5 por ciento al 3 por ciento, para señalar un compromiso con una baja inflación”, anota el organismo.
Destaca el directorio del FMI que “la respuesta política determinada de las autoridades había contenido el impacto de los shocks del sector fiscal y financiero en 2018 y 2019”, subrayando “que el compromiso con políticas prudentes seguirá siendo importante”.
Consideraron que “la posición fiscal descrita en el presupuesto 2020 es adecuada para apoyar la recuperación económica” del país, lo cual constituye un claro reconocimiento al manejo macroeconómico prudente del gobierno.
Para lograr el equilibrio fiscal el gobierno se ha propuesto este año revisar las exoneraciones y excepciones fiscales.
El FMI recomienda reequilibrar el gasto público a corto plazo para generar espacio fiscal para el gasto en redes de seguridad social, programas sociales críticos e inversiones eficientes y declara su beneplácito por la recuperación y estabilidad del sistema financiero nacional por “la resistencia del sector financiero a los recientes choques de confianza”, al recuperarse los depósitos y reactivarse el crédito.
“Los directores del FMI acogieron con beneplácito las reformas al marco ALD/CFT pero enfatizaron la necesidad de mayores esfuerzos para asegurar su implementación efectiva”, recomendando reformas estructurales destinadas a restaurar la confianza de los inversores, fortalecer las instituciones, mejorar la infraestructura, invertir en capital humano, abordar los cuellos de botella en las habilidades laborales y mejorar la preparación tecnológica mejoraría la competitividad, entre otras”, concluye el Fondo.