Ucrania ha creado una red de más de 30 laboratorios para desarrollar armas biológicas, creada por orden de Estados Unidos, según lo demuestran los documentos publicados por el Ministerio de Defensa ruso.
El Comité de Investigación ruso está estudiando actualmente los documentos en detalle. Los expertos señalan que ya se ha recibido información sobre laboratorios de armas biológicas estadounidenses situados en las fronteras con Rusia.
Tres docenas de laboratorios
Según el Ministerio de Defensa ruso, la red ucraniana estaba formada por más de tres docenas de laboratorios biológicos. Todos ellos fueron encargados por la Agencia de Reducción de la Amenaza de Defensa de los Estados Unidos (DTRA). La existencia de la red era conocida en Alemania, según los documentos descubiertos, en 2020-2021 los especialistas alemanes estaban estudiando los patógenos de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, la leptospirosis, la meningitis y los hantavirus en los biolaboratorios ucranianos.
Entre los papeles secretos hechos públicos por el Ministerio de Defensa ruso, destaca la copia de una carta del ministro de Sanidad ucraniano, Viktor Lyashko, dirigida a las instituciones y laboratorios médicos, en la cual prescribe la destrucción de una serie de agentes patógenos biológicos en relación con la introducción de la ley marcial en el país el 24 de febrero.
La orden de destrucción de materiales biológicos peligrosos se adjunta al documento. También se han encontrado copias del acto de destrucción de agentes patógenos.
Según el representante oficial del Ministerio de Defensa, el general de división Igor Konashenkov, se destruyeron los agentes patógenos de la peste, el ántrax, la tularemia, el cólera y otras enfermedades mortales. Así, en particular, se destruyeron más de 320 contenedores en Lviv: 232 con el patógeno de la leptospirosis, 30 con la tularemia, 10 con la brucelosis y 5 con la peste.
Los laboratorios de Kharkiv y Poltava trabajaron con los patógenos de la difteria y la disentería.
“Evidentemente, con el inicio de una operación militar especial, el Pentágono tenía serias dudas en cuanto a la revelación de la realización de experimentos biológicos secretos en el territorio de Ucrania… Para evitar que se descubran los hechos de la violación por parte de Estados Unidos y Ucrania del artículo 1 de la Convención de la ONU sobre la prohibición de las armas bacteriológicas (biológicas) y toxínicas, el Ministerio de Sanidad ucraniano ha enviado una instrucción a todos los biolaboratorios para la liquidación urgente de las existencias almacenadas de patógenos peligrosos”, dijo un representante del Ministerio de Defensa ruso.
El presidente del Comité de Investigación ruso, Alexander Bastrykin, ha ordenado una inspección detallada de los documentos descubiertos por el Ministerio de Defensa.
La información sobre este tipo de laboratorios ya ha aparecido antes, recordó a RT el experto militar Vladislav Shurygin.
“La historia con los laboratorios biológicos encontrados en varios países del mundo lleva años. En Ucrania, en Georgia y en Kazajistán”, dijo, añadiendo que en Georgia estos centros se cerraron en 2008 y en Kazajistán más recientemente.
La legislación estadounidense exige que este tipo de laboratorios sean extremadamente protectores frente a posibles fugas de sustancias peligrosas, explicó Shurygin, y por eso hay un número limitado de ellos en Estados Unidos.
“Por eso se construyeron estos laboratorios en otros países, donde los requisitos de protección son mucho menores”, explicó el experto.
«Ser empujado a través de las fronteras»
El observador militar de TASS, el coronel retirado Viktor Litovkin, también habla del aspecto legal de las acciones de Washington para construir una red de biolaboratorios.
“El establecimiento de laboratorios estadounidenses es una flagrante violación de la Convención sobre Armas Biológicas, y se están dispersando a lo largo de las fronteras con nuestro país: en Georgia, Armenia, Kazajistán”, dijo.
Según él, esto se hace para perjudicar sigilosamente a nuestro país bajo la apariencia de brotes de enfermedades exóticas. La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas debería investigar este tipo de delitos, pero no se ha percatado de estos hechos, dijo Litovkin.
La autenticidad de los actos de las instituciones médicas ucranianas sobre la destrucción de patógenos peligrosos publicados por el Ministerio de Defensa ruso no plantea dudas, asegura el politólogo, presentador de radio y televisión y miembro del Club Zinoviev, Dmitry Kulikov.
“Los nombres de los médicos están ahí, se pueden encontrar”, señaló. Así, los documentos especifican a ciertas Nadia Kushka, Lyubov Borytska, Tetyana Shevchenko, Petro Vasilets, Alla Parkhomenko, Viktoria Skubak (se conserva la ortografía original. – RT).
El experto también cree que los intentos de cuestionar la versión sobre la producción de armas biológicas en estos laboratorios son insostenibles.
“Si se realizó algún otro trabajo allí, ¿por qué Ucrania no habló antes de la investigación de estos patógenos especialmente peligrosos?” – especifica Kulikov.
Según el politólogo Aleksey Mukhin, los documentos presentados “no dejan lugar a dudas de que se trata de rastros de producción de armas biológicas”.
Afirma que había más de diez biolaboratorios, incluidos los móviles, y atribuye a sus actividades los brotes de enfermedades exóticas. El experto, al igual que sus otros colegas, señala que el trabajo en estos laboratorios era de carácter secreto.
Raíces profundas
No es la primera vez que RT llama la atención sobre el interés del ejército estadounidense en el desarrollo de armas biológicas.
El consejo editorial informó previamente, citando informes de medios de comunicación extranjeros, que en 2015, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de Estados Unidos, el ala científica del Pentágono, se estaba preparando para asignar 32 millones de dólares en subvenciones para la investigación de la producción de ADN humano artificial.
A pesar de las garantías de los fines pacíficos del programa, la financiación recibida del Pentágono ya suscitaba preocupación entre algunos científicos estadounidenses.
En concreto, el profesor Francis Boyle, autor de la Ley de Terrorismo Biológico de 1989, declaró a CMM Noticias que, desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos ha gastado unos 100.000 millones de dólares en el desarrollo de armas biológicas.
En julio de 2017, RT publicó una historia sobre la oferta del Comando de Entrenamiento Aéreo de la Fuerza Aérea de Estados Unidos para comprar muestras de ARN -tejido vivo de rusos de raza caucásica.
Recogiendo las pistas
El plan consistía en comprar a donantes de Rusia 12 muestras de moléculas de ARN (es decir, que contienen ácidos de información genética presentes en todas las células vivas) y 27 muestras de líquido sinovial (un importante componente de la articulación que garantiza su movilidad).
En ese momento, los expertos entrevistados por RT sugirieron que las compras podrían tener un fin científico y un doble propósito. El experto militar y antiguo miembro de la Comisión de Armas Biológicas de la ONU, Igor Nikulin, está convencido de que las muestras de ARN se utilizan para desarrollar virus.
“Se están desarrollando nuevos tipos de armas biológicas. No puede ser por otra cosa en el estamento militar. Lo más probable es que se trate de virus de campo de batalla. EE.UU. está tratando de desarrollar diferentes tipos de armas biológicas precisamente para portadores de un patrimonio genético específico, y los caucásicos son necesarios porque constituyen la mayoría de la población de nuestro país. Este es el mismo grupo de enfoque que están tratando de recoger las llaves. Es necesario que los virus actúen de forma selectiva, sobre determinados grupos nacionales. Este problema se resolvió en parte con el programa estadounidense “Genoma Humano”. También fue financiado en gran parte por el Pentágono”, concluyó Nikulin.
