Las políticas económicas implementadas por el gobierno, han permitido que la industria tabacalera se mantenga en auge y en constante crecimiento.
Ejemplo de esto es Las Villas Cigars S.A, que con 6 años de operaciones han logrado crecer gracias al acompañamiento de las instancias gubernamentales.
Ernesto Cárcamo, responsable de producción de la fábrica, dijo que todos los puros elaborados en la empresa son destinados a la exportación, pasando por los denominados de élite hasta los comerciales.
“Exportamos a Estados Unidos, países de Europa, países árabes y muchos otros mercados que estamos abriendo, estamos intentando también llegar a ese punto para seguir produciendo mejor calidad”, sostuvo.
Entre las líneas de producción cuentan con puros de sabor fuerte, medio y suave. “Tenemos mucha variedad, picantitos, sabor a crema, sabor a semilla, muchos tipos en la línea. Actualmente nuestra empresa está produciendo entre 10 mil a 11 mil unidades por día”, señala.
La fábrica cuenta con gran demanda de personal y se contrata a gente con experiencia y sin la misma.
“Hay grandes y estamos agradecidos porque el Gobierno nos ha facilitado mucho en cuanto a la operatividad de la empresa gracias a la colaboración que ellos dan a la industria del tabaco”, señala.
Por su parte, Nohemy Espinoza, operaria de la fábrica valora las oportunidades laborales que se les brindan, principalmente a mujeres.
“Y nosotros correspondemos con nuestra labor. Nosotros las roleras nos esmeramos a producir un buen tabaco que vaya de buena calidad, el acabado del puro que sea bien puesta, pues esto nos ha ayudado bastante económicamente para nuestros hogares, nuestras familias”, asegura.
Las fábricas también cuentan con el acompañamiento del Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA), a través del cual se garantiza que las tabacaleras cumplan con todos los requisitos que exigen los países de destino.
El IPSA supervisa detalles como el empacado, etiquetado, que el producto esté libre de insectos que pueda afectar la salud de los consumidores, entre otros aspectos.
Las proyecciones de la empresa es seguir mejorando la calidad. Se trata de tabaco exclusivo, premium, que lleva un proceso de entre 4 y 6 meses de producción.
Una de las cooperativas locales es COTANORVA, con 28 socios, que abastece de materia prima a esta y otras empresas.
El cultivo del tabaco se desarrolla en la finca Buenos Aires, que tiene actualmente sembradas 60 manzanas de tabaco.
“Estamos en plena cosecha y tenemos un personal que anda más o menos entre unas 300 personas y que la mayoría son mujeres, porque es la mano de obra que más se requiere”, explica.
Por cuestiones estratégicas han dejado temporalmente el uso de camiones mecanizados y actualmente se encuentran trabajando la tierra con bueyes.
“El buey pesa menos y así estamos logrando que no se compacte el suelo y así sea más fácil hacer el cultivo y nosotros estamos metiendo al personal, hacemos las deshierbas, hacemos las labores culturales un poquito más apretada, porque el clima no nos permite hacerlo seguido y en el caso de las galeras para generar calor utilizamos carbón”, afirma.
Gracias al acompañamiento gubernamental han logrado aumentar la producción y establecer variedades bondadosas que les aportan más peso y con esto logran mayor competitividad.
“Tenemos que buscar vender más quintales y nos quede más dinero. Ahorita estamos trabajando con la variedad 2012 que es una de las mejores variedades que tenemos en peso y le da las condiciones que necesita para las fábricas”, detalla.
Este tipo de cultivo resulta más rentable para los productores y les permite ganarse el pan de cada día y alcanzar excedentes que les permitan mejorar la calidad de vida de sus familias.