New York. Consejo de Comunicación y Ciudadanía.
Las medidas coercitivas unilaterales tomadas por los gobiernos imperialistas contra las naciones que no se someten a sus designios, son sanciones ilegales que no abonan a los esfuerzos de los países empobrecidos en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo sostenible y deben ser eliminadas, exigió Nicaragua este jueves ante Naciones Unidas.
El embajador Jaime Hermida Castillo, Representante Permanente ante Naciones Unidas, expuso la posición de Nicaragua en el 57 período de sesiones de la Comisión de Población y Desarrollo (CPD), de la ONU. La CPD es un órgano subsidiario del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas y su trabajo consiste en supervisar y revisar la implementación del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD).
La 57 sesión de la Comisión está dedicada a la “Evaluación del estado de implementación del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo y su contribución al seguimiento y revisión de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible durante la década de acción y resultados para el desarrollo sostenible”.
El embajador Hermida también expuso que el planeta debe “superar las brechas de desigualdad y múltiples crisis ambientales, sociales y económicas que repercuten en la esperanza de vida de nuestros pueblos, en el acceso al derecho al desarrollo, en la educación y lo más importante, en la reducción de la pobreza extrema”.
Nicaragua se asocia al discurso pronunciado por Bielorrusia en nombre del Grupo de Amigos de la Familia y le felicitamos a usted y a los miembros del Buró por su elección, así como por la preparación de este período de sesiones de la Comisión de Población y Desarrollo.
Nuestros países en desarrollo están realizando grandes esfuerzos para implementar la Agenda 2030 y los Objetivos desarrollo sostenible. No obstante, en todo el mundo, entre y dentro de los países, hay que superar las brechas de desigualdad y múltiples crisis ambientales, sociales y económicas que repercuten en la esperanza de vida de nuestros pueblos, en el acceso al derecho al desarrollo, en la educación y lo más importante, en la reducción de la pobreza extrema.
Es vital fortalecer y ampliar capacidades para entender y considerar la dinámica demográfica y su vínculo con el desarrollo de la sociedad y la educación, también aumentar la cooperación internacional y crear políticas orientadas a la acción que proporcionen más financiamiento y acceso a los países en desarrollo para que logren cumplir plenamente la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Nicaragua aboga por la promoción e inclusión de políticas nacionales que restituyan los derechos económicos, sociales y culturales de nuestros Pueblos, a fin de alcanzar efectivamente los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados en la Agenda 2030, sin la imposición de las ilegales, injustas y corrosivas medidas coercitivas unilaterales, reiteramos, son sanciones ilegales que no abonan a nuestros esfuerzos en el cumplimiento de los ODS y deben ser eliminadas.
Es necesario intensificar los compromisos en materia de salud y educación como un derecho humano fundamental. Necesitamos un multilateralismo sólido y multipolar para edificar sociedades más sostenibles, equitativas, sin exclusiones ni distinciones.
A partir de 2007, Nicaragua inició la construcción de un nuevo modelo de desarrollo, en coherencia con el Programa Histórico del Frente Sandinista de Liberación Nacional, focalizado en la reducción de la pobreza y las desigualdades, en la mejora progresiva de las condiciones de vida de todas las familias nicaragüenses, en particular, aquellas en situación de mayor sensibilidad, así como la generación de empleo, la promoción y facilitación de las inversiones, y la protección de nuestros recursos naturales.
Destacamos que, entre las primeras políticas públicas implementadas, ha sido la restitución del derecho a la gratuidad de la educación pública para todas y todos, en todos los niveles, hoy en día podemos decir que Nicaragua es una nación con conocimiento y los nicaragüenses somos el testimonio vivo del saber.
En Nicaragua, nuestros proyectos y programas están dirigidos a poner fin a la discriminación, la exclusión y la marginación que impide a las familias nicaragüenses el ejercicio pleno y universal de sus derechos políticos, sociales, económicos y culturales, como el acceso a créditos, a la salud, la educación, protección social y desarrollo cultural.
Reafirmamos el compromiso de Nicaragua en la reducción de la pobreza y la desigualdad, trabajando en base a nuestros principios y valores de patriotismo, solidaridad, vocación de servicio, unidad, equidad de género, y en nuestro propio camino hacia un mundo mejor, justo y humano, estamos convencidos que el mismo es posible para todos los pueblos.