Beijing. Agencias
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, declaró este lunes que Washington es el principal responsable del conflicto en Ucrania y denunció los continuos suministros armamentísticos del país norteamericano a Kiev.
“Estados Unidos es el principal iniciador y el principal impulsor de la crisis ucraniana, han estado suministrando continuamente armas pesadas y ofensivas a Ucrania, prolongando el conflicto y haciéndolo más intenso”, afirmó Mao Ning.
La vocera señaló que si EEUU “realmente se preocupara por las vidas del pueblo ucraniano” y quisiera que el conflicto termine cuanto antes, “debería dejar de enviar armas y de beneficiarse con los combates”.
“EEUU necesita promover responsablemente una desescalada temprana y crear un entorno y unas condiciones favorables para las conversaciones de paz”, subrayó la diplomática. Al mismo tiempo, Mao calificó de “infundadas” las acusaciones contra Pekín por parte de Washington, que alegó que las empresas estatales chinas estaban proporcionando ayuda militar y financiera a Rusia en el conflicto ucraniano.
No aceptamos chantajes
“En lugar de reflexionar sobre sus acciones [en Ucrania], la parte estadounidense estaba sembrando paranoia y acusaciones contra China”, dijo la portavoz. “No aceptaremos ese chantaje infundado, no nos quedaremos de brazos cruzados viendo como Estados Unidos infringe sin razón los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas”, declaró.
Mao Ning advirtió que el abuso por parte de EEUU de las restricciones a la exportación contra China afectará a la eficacia y estabilidad de las cadenas industriales y de suministro mundiales, lo que también puede conducir a sí mismo a un callejón sin salida.
Mao hizo la observación en una rueda de prensa ordinaria en respuesta a una pregunta de los medios sobre las informaciones de que el gobierno de EEUU logró un acuerdo con Holanda y Japón sobre los controles a la exportación de equipos de fabricación de chips contra China, intensificando la presión sobre sus aliados.
El abuso por parte de EEUU de las prohibiciones a la exportación pretendía proteger sus propios intereses y su hegemonía mundial, e intentar formar un pequeño grupo de países contra China, afirmó Mao.
“China se opone resueltamente a la politización y militarización del comercio tecnológico. Estas maniobras dañarán las reglas del mercado y el orden comercial mundial, lo que perjudica a otros países, incluido el propio EEUU, y también la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro mundiales”, afirmó.
Mao afirmó que la sociedad internacional había reaccionado con inquietud ante esta medida. Muchos observadores de la industria advirtieron de que el abuso de las restricciones a la exportación por parte de EEUU afectará a la eficacia de los negocios internacionales, y el intento de aislar a otros acabará por bloquear al propio Estados Unidos.
China hará un seguimiento de la medida y de las cuestiones relevantes para proteger los derechos legales de la parte china, dijo Mao, y apeló a las partes relevantes a responder sabiamente para el beneficio común de la sociedad internacional a largo plazo.
EEUU llegó a un acuerdo con los Países Bajos y Japón para restringir las exportaciones a China de cierta maquinaria avanzada para la fabricación de chips, incluidas herramientas avanzadas de litografía, según informó Bloomberg el sábado.
El acuerdo extendería algunos controles de exportación que el gobierno estadounidense adoptó en octubre de 2022 a múltiples empresas de los dos países, según el informe. La aplicación real de estas restricciones podría llevar meses, ya que los dos países están ultimando los acuerdos legales, según el informe.
A finales del año pasado, el Departamento de Comercio estadounidense agregó 36 empresas en la lista de compañías, a las que se prohíbe suministrar cualquier tecnología estadounidense sin la aprobación de la Casa Blanca, según recoge Bloomberg.
Las nuevas sanciones abarcaron diferentes firmas tecnológicas chinas, entre ellas los fabricantes de chip Yangtze Memory y Shanghai Micro, así como el proveedor de equipos de videovigilancia Hikvision.
El subsecretario de Comercio para Industria y Seguridad, Alan Estévez, aclaró que su objetivo era restringir la “capacidad de China para aprovechar […] potentes tecnologías comercialmente disponibles para la modernización militar”, así como continuar los esfuerzos para “detectar e interrumpir” las acciones de Rusia dirigidas al supuesto intento de usar estas tecnologías en el conflicto ucraniano.