Managua. Informe Pastrán
La evolución de los indicadores económicos apunta a que la economía nicaragüense se dirige hacia un segundo año consecutivo de crecimiento, luego de los efectos adversos de los choques internos y externos de años recientes, dijo el Banco Central de Nicaragua.
La trayectoria de crecimiento que experimenta la economía es resultado, por una parte, de factores internos relacionados principalmente con la resiliencia del sector primario y una base exportadora fortalecida, y, por otra parte, de factores externos que están permitiendo la generación de importantes flujos hacia el país, en particular los mejores precios internacionales de la oferta exportable nacional.
No obstante, la dinámica económica nacional está expuesta a los múltiples choques que han surgido a raíz de la pandemia del COVID-19 y del conflicto geopolítico en Ucrania, tales como la alta inflación provocada en parte por el apoyo para paliar los efectos de la pandemia y por los cuellos de botella en las cadenas de suministro.
Además, el endurecimiento de las condiciones financieras, con el incremento de tasas de interés de los bancos centrales del mundo para tratar de frenar la inflación; la desaceleración en China por la política de cero COVID-19; y en general, el posible impacto de una fragmentación geoeconómica en ascenso. En este entorno y riesgos globales, las políticas públicas nacionales siguen siendo equilibradas, enfocadas en impulsar el crecimiento y apoyar a la población más vulnerable.
El crecimiento de la actividad económica se está observando en todos los sectores, destacándose la recuperación de los servicios y, por el lado del gasto, las exportaciones y el consumo privado están liderando el dinamismo económico… Así, en agosto de 2022 el Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) registró un crecimiento de 4.7 por ciento acumulado, señala el BCN.
Este crecimiento ha sido impulsado principalmente por el buen desempeño de actividades del sector de servicios, como hoteles y restaurantes, transporte y comunicaciones, y comercio. Por el lado de las actividades del sector secundario se destaca la industria manufacturera. En tanto, el desempeño de las actividades primarias sigue siendo impulsado por una buena demanda externa, con precios internacionales favorables.
El dinamismo de la actividad económica está propiciando la reducción de la tasa de desempleo de manera continua, con un incremento en el empleo formal. Así, la tasa de desempleo se ubicó en 3.3 por ciento en septiembre (1.5 p.p. inferior a la observada previo a la pandemia – primer trimestre de 2020). Por otra parte, a septiembre de 2022, la afiliación al INSS se incrementó en 12,512 trabajadores, lo que indica que el empleo formal continúa fortaleciéndose.
Inflación
En medio de un conjunto de resultados económicos positivos a nivel doméstico, el fenómeno inflacionario global es un reto que enfrenta la economía, que en el caso de Nicaragua es principalmente de naturaleza importado, anota el BCN.
A principios del año se proyectaba que la inflación internacional comenzaría a disminuir, y por tanto también disminuiría su traspaso a los precios locales, pero eso no ha ocurrido, de tal manera que los precios internacionales continúan presionando la inflación nacional.
La inflación ha sido atenuada por la política del gobierno de implementar un subsidio generalizado a los precios de la gasolina, diésel y gas butano de uso domiciliar. Asimismo, el incremento de precios ha sido limitado por la baja variación del tipo de cambio, producto de la política de reducción de la tasa de deslizamiento cambiario implementada desde 2019.
En este contexto inflacionario, la política monetaria ha sido equilibrada, dejando que el balance monetario sea consistente con la estabilidad de la moneda y el respaldo del tipo de cambio. Así, a septiembre de 2022, las variables monetarias continúan presentando un buen desempeño, generando espacio para apoyar el crecimiento de la economía.
Por otra parte, el desempeño de las variables del sector monetario y fiscal han favorecido el fortalecimiento de las reservas internacionales brutas (RIB), alcanzando en septiembre de 2022 un saldo de 4,243.7 millones de dólares, lo que representó una acumulación de 197.2 millones de dólares respecto al nivel de diciembre de 2021.
En términos de perspectivas, el BCN ha modificado su proyección de crecimiento con relación a la publicada en el Informe de Política Monetaria de julio de 2022, debido principalmente a la desaceleración que se espera en la economía mundial.
En este sentido, se estima que la economía nicaragüense crecerá en 2022 en un rango de entre 3.5 – 4.5 por ciento (anteriormente 4.0% – 5.0%). En cuanto a la inflación, se proyecta que para 2022 esta se ubicará en un rango de 8.5 – 9.5 por ciento (7.0% – 8.0% anteriormente), como resultado del traspaso de los precios internacionales a los precios domésticos.