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Según EEUU, ¿quién gobernará Gaza si derrotan a la Resistencia?

Beirut. Por Hassan Khalifa, Al-Manar TV

Según EEUU, ¿quién gobernará Gaza si derrotan a la Resistencia? Beirut. Por Hassan Khalifa, Al-Manar TV

Es una interrogante de denuncia, cuyo objetivo es exponer afirmaciones imaginarias que son difíciles de implementar. El genocidio sionista-estadounidense allana el camino para un nuevo y viejo plan occidental. Por lo tanto, debemos seguir cuidadosamente los escenarios propuestos por Estados Unidos, para que podamos afrontar el plan del llamado “cambio de rostro” a la región de Medio Oriente, ya que está más lejos de determinar el destino de Gaza y de trazar un mapa geopolítico para toda la región.

Si usted consulta los periódicos y sitios web estadounidenses, encontrará que esta pregunta encabeza los titulares de algunos artículos y se ha convertido en la principal preocupación de la administración del presidente estadounidense Joe Biden, que es: “¿Quién gobernará Gaza después del final de la guerra?

La prensa estadounidense informó que la administración de la Casa Blanca comenzó a planificar la “próxima etapa” y a responder preguntas problemáticas como: ¿Quién dirige la Franja una vez que las armas se silencian, cómo se puede reconstruir y tal vez cómo se convierte finalmente en parte de un estado palestino independiente? Las partes interesadas se enfrentan a un conjunto de opciones “poco atractivas”.

El escenario propuesto es mantener el control de seguridad de los sionistas sobre la Franja de Gaza, y formar un grupo para supervisar lo que se llamó un “período de transición” que incluya a los países árabes, aunque eso no significa que haya aprobación árabe. Washington está presionando en esta dirección, en un intento de asegurar la cobertura árabe para el trabajo de las fuerzas de ocupación en los campamentos de la Franja de Gaza, incluyendo arrestos, emigración y asesinatos.

El “Consejo de Transición”, como dicen los centros de investigación sionistas en Estados Unidos cercanos a la administración estadounidense, como el Instituto Washington, no incluye a la Autoridad Palestina entre sus miembros, porque la dirección política sionista considera que la actuación de la Autoridad en Cisjordania durante los últimos tres años ha sido “insatisfactoria” y no ha podido frenar el trabajo de las alas militares de las facciones de la Resistencia. También cuestionan la actuación de los embajadores palestinos, especialmente en Europa y en las Naciones Unidas, que se negaron a condenar a Hamas y hasta fueron más allá en sus posiciones pues hablaron con espíritu nacionalista a través de los medios occidentales en particular. pero asumirán el papel principal. El Consejo asumiría un papel “administrativo” hasta el fin de la fase de transición en Gaza bajo las nuevas condiciones sionistas.

Este escenario fue rechazado por la Autoridad Palestina, a pesar de su debilidad ya que las declaraciones de sus funcionarios aprobando la administración de Gaza condicionan que “esto sea parte de una solución integral a la situación de Gaza y Cisjordania, incluida Jerusalén”, lo cual fue rechazado por los estadounidenses. Asimismo, este escenario no fue bien recibido por El Cairo y Ammán, lo que dificultó la tarea de la administración estadounidense de encontrar una respuesta a la cuestión de la posguerra.

Según los periódicos estadounidenses, el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, se esforzó mucho durante su reciente visita a Oriente Medio para impulsar estas discusiones, pero no hubo respuestas claras y fiables.

Blinken fue citado diciendo a los periodistas: “No nos hacemos ilusiones de que la solución será fácil. Sin duda sufriremos desacuerdos en el camino” y agregó que “la alternativa es mucha violencia y un mayor sufrimiento de personas inocentes, y esto es inaceptable”.

Esta declaración confirma que los funcionarios estadounidenses saben muy bien que la brutal respuesta sionista a lo ocurrido el 7 de octubre ha alimentado la ira palestina, ha obstaculizado el progreso hacia una “paz” más sostenible en la región y ha tenido interrumpido la negociación para normalizar las relaciones entre los países árabes y la entidad usurpadora.

Hasta el 4 de diciembre, después de 59 días de bombardeos en la Franja de Gaza, según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), unas 235 mil viviendas habían sido destruidas, o el equivalente al 62 por ciento de las estructuras residenciales, y que el 80 por ciento de la población había sido desplazada.

El diario estadounidense The Washington Post dijo: ” Suponiendo que Hamas ya no está en condiciones de gestionar la Franja de Gaza, y en ausencia de esfuerzos coordinados para restablecer allí un nivel mínimo de gobierno, todo indica que el «día después» estará marcado por una crisis humanitaria y de seguridad sin precedentes”.

El periódico informa que la administración Biden se opone “vehementemente” a cualquier restricción relacionada con la forma en que los residentes de Gaza pueden usar sus tierras y espera transferir la responsabilidad de la seguridad en la Franja de las fuerzas sionistas tal vez a fuerzas internacionales o árabes.

Sin embargo, los observadores creen que hacer planes para el futuro implicará muchas complicaciones como resultado de lo que está sucediendo. Los expertos citados por el periódico describen que la cuestión de quién mantendrá la ley y el orden después del conflicto es “extremadamente compleja”.

Todo lo anterior sigue siendo palabrería sin efectos serios sobre el terreno, porque la Resistencia tiene la última palabra, y la firmeza del pueblo de Gaza determinará la respuesta después de la Operación Diluvio, y nadie podrá imponer sus condiciones tal y como las imaginaron los estadounidenses y detrás de ellos los sionistas y algunos regímenes árabes asociados.

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