Con un discurso plagado de pura demagogia donde habló de “paz, egoísmo y justicia social”, monseñor Silvio José Báez, abandonó el país este martes a través del aeropuerto Augusto C. Sandino rumbo al Vaticano.
“Mi deseo para Nicaragua es que lleguemos un día a tener una sociedad fundada en la justicia social de la que brota la paz verdadera, en donde la pluralidad ideológica no sea un delito sino una riqueza para construir un país y donde todos sepamos poner las ideas y los bienes materiales de todos en común, sin egoísmo por el bien del país”, dijo.
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, brindó declaraciones a los periodistas en las que expresó el dolor que lo embargaba por tener que dejar Nicaragua, sin embargo, mencionó en reiteradas ocasiones que como “hombre de iglesia”, debía cumplir con el llamado del papa Francisco.
“Llevo a mi pueblo en el corazón, me duele irme, pero como hombre de iglesia y como hombre de fe quiero seguir los caminos de Dios a través de la mediación del papa francisco, pero llevo a todo el pueblo en mi corazón y mi corazón queda aquí también, estaré siempre pendiente del acontecimiento de la historia nacional”, dijo Báez antes de partir hacia Roma.
Señaló que tratará de expresar al Pontífice la versión más objetiva de lo que sucede en el país.
“Las veces que sea necesario y que el papa Francisco me pida hablar con él le daré mi visión de la realidad nacional de la manera más objetiva posible para que él papa esté informado de lo que ocurre en el país”, manifestó el prelado.
Báez admitió sus acciones golpistas y fascistas en contra del gobierno en audio revelado por miembros de la comunidad San Pablo Apóstol de Managua.
En ese audio confesó que estuvo en sus manos el control de los tranques de la muerte, que fueron utilizados para secuestrar y crear caos en el país.
Los tranques no son actos violentos, se pudo haber arreglado… claro, es una presión para el gobierno, pero bueno, vamos a dialogar. Se van a ir quitando los tranques, pero en esa medida ustedes van a ir cediendo. A ver, usted, adelante las elecciones, vayamos cambiando cosas y los tranques se van, dijo Báez en uno de esos audios.
En Roma, el religioso cumplirá con nuevas funciones pastorales.