Managua. Por Rosario Murillo (*), Vicepresidenta de Nicaragua
Nicaragua Patria bendita, Patria de todos los que la amamos, Patria de todos los que defendemos esa dignidad del pueblo nicaragüense, ese decoro nacional, nuestra soberanía, nuestro corazón alzado, nuestra conciencia que crece.
Después de los 90 años desde el nacimiento a la eternidad de nuestro General de Mujeres y Hombres Libres, Sandino, el hombre, el ser humano humilde y excepcional, porque supo escuchar el llamado, supo ser convocado y asumir, con valentía y es su fuerza espiritual, el desafío que la providencia le estaba planteando: hacerle frente, con las manos desnudas, pero el alma llena de fervor patriótico, a los ejércitos más poderosos de la tierra, al poderío yanqui, hacerle frente él solito, con el alma llena, con el corazón crecido de dignidad, ¡nicaragüense por gracia de Dios!
Sandino, que supo ser valiente para asumir ese llamado que siempre implica sacrificio, y él lo sabía. Por eso siempre decía que estaba dispuesto a dar todo de sí, y luego ya con su Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua, del que todos venimos porque defendemos con amor, amor invicto, esa soberanía nacional, y con el amor que Sandino entregó a Nicaragua, como legado también al pueblo nicaragüense.
Amor, valentía, honor, gloria, historia y memoria, eso es lo que tenemos y es lo que seguimos creando.
Todos los días son días de triunfos, en primer lugar, como hemos dicho todo el tiempo, porque defendimos y defendemos la paz como patrimonio invicto e invencible del pueblo nicaragüense.
¡Cuánto hemos sacrificado en términos de entrega defendiendo esa paz!
¡Cuántos nicaragüenses, mujeres y hombres, han entregado su vida defendiendo la paz!
¿Y cómo emboscan y asesinan a Sandino? Defendiendo la paz, buscando la paz.
Somos hijos de Sandino y no nos vendemos ni nos rendimos jamás y defendemos con honor y valor la paz que merecemos: es nuestro patrimonio esencial, nuestro, de Nicaragua y de los pueblos libres del mundo, y del pueblo heroico y noble de esta Patria de todos.
De todos los que la amamos porque –como bien decía nuestro General Sandino– cuando no se ama a la Patria, la persona que tiene la deshonra de traicionar a su Patria y a su Pueblo, deja de ser, de pertenecer a esa familia a la que ha traicionado. Eso es así. Es Ley de la vida. Nos sentimos orgullosos de ser nicaragüenses por gracia de Dios, ¡sandinistas por gracia de Dios!
Sandino, ¡qué visión! Qué profética visión la que le llevó primero a asumir el desafío de combatir y derrotar a los imperialistas de la tierra en este suelo bendecido, fértil, suelo nuestro, sagrado, ¡a derrotarlos! La primera derrota a los marines y a las tropas yanquis en suelo nuestroamericano. Sandino con su “Pequeño Ejército Loco” –como le llamó la Premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral– los derrotó, los sacó de Nicaragua… ¡los expulsó!
Nunca les debían haber permitido hollar nuestro suelo, ¡nunca! Eso es blasfemar contra la vida, porque en este suelo nacimos, aprendimos, crecemos, y tenemos el deber de crear, de consolidar, desde la paz y desde nuestro patrimonio heroico, una cultura de encuentro, una cultura de familia, valores de familia, y sobre todo una espiritualidad profunda que nos lleve, que nos conduzca todos los días a fortalecer el compromiso.
Sandino los sacó de Nicaragua y el pueblo nicaragüense, con ese legado, sabe que aquí no pueden invadirnos u ocuparnos otra vez.
En este mundo de hoy la ocupación es cultural, la invasión es cultural, y a esa se enfrenta con la fuerza de nuestra cultura. Además, el mundo va cambiando, la comunicación va cambiando, las formas de vida, eso es una realidad, van cambiando. No somos obcecados, no pensamos que hay que vivir como hace 2 siglos, ¡no! Pero estamos claros de que en la comunicación global y en la cultura con la que las potencias nos quieren dominar, sus propios valores, sus propias tradiciones, sus propias formas de vida, en este otro mundo esa es la penetración que a algunas personas golpea y sacude y cambia.
Pero gracias a Dios aquí estamos fortaleciéndonos todos los días desde nuestros valores propios, defendiendo lo que debemos defender por patriotismo y dignidad nacional, asumiendo los cambios que se han venido dando en el mundo, en las formas de vida y de convivencia, y asumiendo también el reto de no profanar nuestros valores, nuestros patrimonios, no profanarlos, al contrario, aprender y fortalecernos con ellos.
Crecer en el mundo, crecer en conciencia, y crecer en sentido de familia y comunidad, crecer en confianza, en fe, confianza en Dios, y seguir adelante, con el orgullo de vencer, de seguir venciendo, porque hemos vencido a lo largo de nuestra historia todas las formas de ocupación, de invasión, de penetración, profanación, de un país y un pueblo que no sólo debe ser respetado, sino –como dice Sandino– oído y creído.
Somos sandinistas, somos nicaragüenses, somos cristianos, solidarios, fraternales y socialistas, y vamos adelante y es nuestro el porvenir.
Y hoy que vivimos en una Patria libre, ¡cómo no recordar a los Héroes, a los Mártires! A los que ofrendaron su vida entera para cumplirle a Nicaragua y al pueblo nicaragüense en el sueño y en la realidad que hoy tenemos, de Patria libre, digna, soberana, de Patria hermosa, ¡nuestra Nicaragua!
(*) Declaraciones en la edición del mediodía de Multinoticias Canal 4, del 22 de febrero de 2024