Moscú. Agencias
El piloto ruso Konstantín Yaroshenko, quien regresó este miércoles a Rusia tras pasar 12 años en una prisión de Estados Unidos, ha revelado las torturas a las que le sometieron agentes de los servicios de inteligencia del país norteamericano.
Yaroshenko contó a RT que fue “secuestrado” por agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA) y la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA) el 28 de mayo de 2010 en un hotel en Liberia y trasladado a una dependencia estadounidense en ese país africano.
“Había una sala de torturas donde me torturaron durante dos días y medio. Con torturas inhumanas, físicas y psicológicas, con presión enorme. En algún momento ni siquiera quería vivir, ni volver en sí cuando perdí la conciencia, no quería regresar a este mundo”, recordó.
“Me torturaron de manera brutal y profesional: sabían cómo golpear, dónde pegar para que yo siguiera vivo y poder ocuparse de mí más tarde”, continuó Yaroshenko, describiendo las técnicas que usaban en ese lugar. “Me golpearon en los talones, me rompieron dientes, me lastimaron órganos internos, me rompieron huesos en las piernas”, agregó.
El piloto ruso señaló que buscará llevar ante la Justicia a las autoridades estadounidenses y de Liberia por el trato al que fue sometido. “Quiero que el mundo sepa lo que hacen las autoridades estadounidenses en terceros países, fuera de su jurisdicción”, subrayó.
Yaroshenko dijo que creía que el caso fabricado contra él en Estados Unidos era un ataque al gobierno ruso: “Fue un mero montaje, una provocación para conseguir únicamente las metas y objetivos que necesitaban las autoridades estadounidenses. Todo el caso fue fabricado contra mí… para convertirme en un pequeño eslabón de una gran cadena, por lo que sé, para desacreditar al gobierno ruso. Todas las acusaciones contra mí no son más que una tapadera para encubrir las verdaderas intenciones que pretendían las autoridades estadounidenses. Contra mí y quizás contra otros ciudadanos como Victor Bout”.
Contó qué le ayudó a aguantar todos estos años:
” Mi fe me sostuvo siempre. Sabía que nuestro país no me abandonaría. La fe en el pueblo ruso, en el gobierno ruso y en el presidente ruso. Sólo esa fe me ayudó a perseverar en esta situación tan difícil. El apoyo de mis seres queridos, de mi familia, del pueblo ruso, del gobierno, de los diplomáticos rusos que me ayudaron a soportar todos estos años. Y la creencia de que tarde o temprano estaré en casa, que lucharán por mí hasta el final. Y gracias a los esfuerzos de nuestros diplomáticos y personalmente de nuestro Presidente Vladimir Vladimirovich acabé [aquí].
Yaroshenko, de 53 años, fue detenido en 2010 en Liberia y trasladado a EE.UU. acusado de traficar cargamentos de miles de kilos de cocaína, parte de la cual iba destinada al país norteamericano.
En 2011, recibió una condena de 20 años que estaba cumpliendo en la prisión de Fort Dix, estado de Nueva Jersey. Yaroshenko negó los cargos y subrayó que considera el caso es el resultado de una fabricación.
El hombre fue intercambiado por Trevor Reed, exmarine y estudiante de Texas, condenado por agredir en estado de embriaguez a dos policías en Moscú en 2019. En 2020, Reed fue sentenciado a nueve años de cárcel y a pagar indemnizaciones a los agentes agredidos, si bien no reconoció su culpabilidad.