El canciller de Nicaragua, Denis Moncada Colindres, declaró la noche del lunes que las instituciones del estado nicaragüense “no tienen por qué rendir cuentas a ningún gobierno extranjero”.
El canciller Moncada denunció además que Estados Unidos ha hecho una política de estado de las prácticas de la mafia criminal de los años 30 en Chicago y New York, encabezadas por Al Capone y John Dillinger. “Es decir, explicó, el gansterismo como política de estado para apropiarse de las riquezas de los recursos naturales y energéticos de los países”.
En una entrevista realizada por Tatiana Pérez, de la cadena venezolana de televisión Telesur, el canciller Moncada reiteró que “Nicaragua es un estado libre, independiente, soberano y con autodeterminación; no somos colonia de nadie ni estamos subordinados a ninguna potencia imperial”.
“Nosotros siempre decimos que somos muy respetuosos de la Carta de la Organización de Naciones Unidas, del Derecho Internacional y del principio de No Injerencia en los asuntos internos de otros estados. Nosotros exigimos reciprocidad porque somos cumplidores de esos principios y nos inmiscuimos en los asuntos internos de otro Estado”, resaltó el ministro.
“Las instituciones en Nicaragua funcionan en el marco de este Estado soberano, independiente y libre”, retieró.
El canciller Moncada explicó a profundidad las razones por las cuales han sido detenidos un grupo de individuos, que están siendo investigados por el Ministerio Público por realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, e incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, todo lo cual viola la ley 1055 que tipifica los delitos de traición a la Patria.
“Nuestras instituciones –el Ministerio Público y los jueces– son las competentes por ley para investigar e impartir justicia, y no tienen por qué rendir cuentas a ningún gobierno extranjero, a ningún bloque de gobiernos extranjeros o a ningún imperio como el de Estados Unidos”, enfatizó Moncada Colindres.
Agregó que “Nicaragua es un estado libre, independiente, soberano y con autodeterminación; no somos colonia de nadie ni estamos subordinados a ninguna potencia imperial. El Estado nicaragüense actúa conforme a su Constitución Política, a las leyes, a la función coordinada y armoniosa de su institucionalidad”.
Los detenidos por traición
El canciller nicaragüense también comentó algunas reacciones internacionales sobre esas detenciones y ratificó que “no son por causas políticas”, sino “por indicios en la comisión de delitos especificados claramente en las leyes de Nicaragua”.
“Quienes están siendo procesados, hay que dejarlo claro, no son candidatos presidenciales, son directivos de organismos no gubernamentales que reciben financiamiento del gobierno de Estados Unidos y de la Unión Europea, y lo destinan precisamente para desestabilizar el país”, aclaró Moncada.
También comentó la decisión de los gobiernos de México y Argentina de llamar a sus respectivos embajadores a sus capitales para realizar consultas. “Somos muy respetuosos de los asuntos internos de cada Estado y de la decisión soberana que tomen sus gobiernos. Si Argentina y México están convocando a sus embajadores, están en su derecho”, declaró.
Sin embargo, aclaró que “nosotros reiteramos: no admitimos injerencias externas en los asuntos internos de Nicaragua que corresponde resolverlos al pueblo nicaragüense, a sus autoridades, a su gobierno, a sus instituciones”.
“Por consiguiente reiteramos: respeto mutuo en las relaciones internacionales, respeto al derecho internacional y respeto a que cada país, cada Estado, resuelva los asuntos internos en el marco del Estado de Derecho que tiene cada país y de la voluntad soberana de cada uno de los pueblos de América Latina y del Caribe”, enfatizó.
Las prácticas mafiosas yanquis
En cuanto a las represalias que con frecuencia aplica el Gobierno de Estados Unidos, sin importar quien esté en la presidencia de ese país, el canciller Moncada recordó que “es un imperio que vive de la agresión a países libres, soberanos e independientes; de la invasión a otros países, de destruir la unidad de esos Estados, de provocar cienes de miles de muertos. Basta recordar Libia, Siria, Irak, Vietnam, en fin, tantos países que han sido víctimas de esa actividad imperial destructiva”.
“Realmente Estados Unidos lo que hacen es retomar aquellas viejas prácticas de los años 30 los jefes mafiosos Al Capone en Chicago y John Dillinger en New York y en las ciudades importantes de ese país, y convertir eso en una especie de política de estado. Es decir, el gansterismo como política de estado para apropiarse de las riquezas de los recursos naturales y energéticos de los países”, anotó.
Añadió que “esa es la razón de ser de los imperios y por eso nosotros decimos que las medidas unilaterales son violatorias del Derecho Internacional, de la Carta de Naciones Unidas, de la soberanía, de la independencia y de la autodeterminación de los pueblos. Las condenamos, las rechazamos”.
“Rechazamos esas medidas unilaterales, arbitrarias, ilegales e inhumanas, que perjudican y obstruyen el derecho al desarrollo de los pueblos, y obstruye la agenda 2030 que fija los objetivos de desarrollo sostenible en este planeta”, confirmó Moncada, al referirse a las agresiones contra Cuba, Venezuela, Bolivia y otros países del mundo.
A su juicio, lo que pretende Estados Unidos “es derrotar, paralizar el avance y el desarrollo de los países que vamos progresando, caminando, luchando por restituir los derechos de los cuales han sido históricamente excluidas las grandes mayorías. La lucha de nuestros gobiernos es por el bien común”.
“Estados Unidos, otros países y otras potencias, quieren utilizar todo su aparataje, todos sus tentáculos, tanto del poder mediático como sus poderes económicos y políticos, para desestabilizar a nuestros gobiernos, pueblos y sociedades, y evitar que avancemos por una ruta correcta, justa, de derechos sociales, de libertades, de derechos fundamentales de forma integral, de democracia participativa, activa de nuestra población y no democracia de élites como la que ellos ejercitan”, denunció el canciller Denis Moncada.