El Gobierno de Nicaragua demandó ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), respeto y rechazó cualquier acto de injerencismo de parte de cualquier gobierno en los asuntos de nuestro país.
El representante ante la OEA, Luis Alvarado, expresó que Nicaragua rechaza cualquier imposición y pretensión de tutelar nuestro país. De la misma manera, rechaza voluntariosa e injerencista propuesta derivadas de políticas ya conocidas por ser lesivas a nuestra institucionalidad, nuestra Constitución y nuestras leyes.
Nicaragua por lo tanto no acepta, que se establezcan mecanismos que no ha solicitado, o que otros países pretendan decidir por nosotros, e imponerse arbitraria, ilegal e ilegítimamente, alrededor de nuestros asuntos internos.
El representante nicaragüense recordó que se sigue avanzando, transcendiendo circunstancias adversas impuestas desde otras latitudes.
Mensaje de Nicaragua ante OEA
El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de Nicaragua, que ha trabajado y trabaja arduamente para asegurar paz, avances en la lucha contra la pobreza, y esperanza sostenida en un futuro promisorio para todas las familias nicaragüenses, ante esta Sesión del Consejo Permanente de la OEA, expresa su más enérgica protesta por la inclusión de un punto de agenda que consideramos lesivo de nuestra Soberanía Nacional.
En estos días, la región centroamericana conmemora el 198 Aniversario de su Independencia, y en Nicaragua, en particular, conmemoramos el 163 Aniversario de la Gloriosa Batalla de San Jacinto, Gesta Heroica representativa de la hidalguía de la raza nicaragüense que, con honor y elevado sentido de patria, defendió nuestra soberanía nacional, expulsando de nuestra Nicaragua, bendita y libre, al filibustero yanqui, como hemos sabido también expulsar la repetida injerencia e intervención norteamericana, a lo largo de nuestra valiente y digna historia.
El pueblo de Rubén Darío, y de Augusto Nicolás Calderón Sandino, el pueblo del General José Dolores Estrada, y de Andrés Castro, ha sabido identificar y rechazar, todas las formas de injerencia e intervención en nuestros asuntos nacionales, conquistando un lugar en la memoria colectiva de América Latina y del mundo, por la valiente y decidida resistencia y defensa que siempre hemos sabido hacer, de nuestra sagrada geografía y dignidad nacional.
A través de los siglos, Nicaragua ha sido codiciada por Imperios y forajidos, por piratas y aventureros, por políticas imperialistas que el mundo entero conoce.
Hace 40 años marcamos con gloriosas Batallas, el fin de la tiranía somocista, y triunfó el pueblo con el Frente Sandinista de Liberación Nacional, iniciando otro tiempo de luchas y victorias, con la Revolución Popular Sandinista, que abrió nuevos capítulos de libertad y democracia, en nuestro pequeño y gran país.
A siglos de continuas pretensiones de dominio, y a 40 años de batallas y triunfos revolucionarios, Nicaragua, con orgullo patrio y dignidad crecida, reclama en este consejo permanente, el derecho a la autodeterminación y el respeto que hemos conquistado con la sangre de centenares de miles de nicaragüenses, cuyas Vidas han sido ofrendadas ENAMORANICARAGUA y por la honra de una patria que sabemos libre, bendita y, siempre cristiana y solidaria.
Al hablar frente a los países, gobiernos y pueblos aquí representados, lo hacemos en nombre de un pueblo noble, valeroso y valioso, que reclama, con sencillez y razón histórica, respeto, respeto, respeto.
Nicaragua rechaza cualquier imposición. Rechaza cualquier pretensión de tutelar nuestro valiente país. Nicaragua rechaza cualquier voluntariosa e injerencista propuesta, derivada de políticas que hemos desconocido y desconocemos, por lesivos de nuestra institucionalidad, nuestra Constitución, nuestras leyes, nuestra identidad y derechos nacionales.
No aceptamos, por lo tanto, así lo hemos hecho constar, y lo hacemos hoy nuevamente, que se establezcan mecanismos que Nicaragua no ha solicitado, o que otros países pretendan decidir por nosotros, e imponerse arbitraria, ilegal e ilegítimamente, alrededor de nuestros asuntos internos.
Reiteramos a este consejo permanente, que Nicaragua continúa avanzando, trascendiendo circunstancias adversas impuestas desde otras latitudes, y generando desde los hogares, las familias y las comunidades de nuestra patria libre, la confianza y la esperanza indispensables para seguir luchando exitosamente contra la pobreza.
En Nicaragua, seguimos creando desarrollo con justicia social, con protagonismo de las familias, con equidad de género, protagonismo de juventud, y generando más seguridad, más educación, salud, energía, agua, saneamiento, carreteras, puentes, caminos, viviendas, producción agropecuaria, cuido de nuestra naturaleza frente al cambio climático, pequeños y medianos negocios, o economía creativa y todo lo que representa una cultura de identidad y valores, con trabajo, derechos, bienestar y convivencia armoniosa entre nicaragüenses.
Nicaragua continúa viviendo tiempos de paz y buena voluntad, gracias a la fortaleza espiritual de un gran pueblo que ha merecido y merece, un lugar especial en la historia de lucha contra el colonialismo, el imperialismo, el neocolonialismo y la codicia de todos los que pretenden dominar el mundo. Los pueblos tenemos derecho a trabajar y prosperar, a vivir como seres humanos, edificando paz todos los días, desde la libertad y el protagonismo de cada uno y de todos.
Nicaragua no reconoce ningún grupo de trabajo o comisión que no hemos solicitado. Desconocemos igualmente, cualquier intento de otros gobiernos, o de esta organización, de adjudicarse el derecho de usar la fuerza de amenazas injerencistas, y pretender sojuzgarnos, usando y abusando del terrorismo mediático y de la avaricia y el capricho que agrede al mundo.
Nicaragua reitera ante este Consejo Permanente, que participa con éxito de todos los mecanismos de la OEA y que lo seguiremos haciendo, en tanto propicien integración y atención a problemas fundamentales, comunes a todos, con responsabilidades diferenciadas, problemas de fondo como la injusticia, la pobreza, la migración por inseguridad y pobreza, el terrorismo, el narcotráfico, y todas las otras formas de atentar contra la paz, el bien, y la seguridad soberanas. queremos trabajar con la OEA por la paz, la vida, el bien común y el derecho al desarrollo de nuestros países y pueblos, incluyendo cuando acordemos, como así hemos acordado soberanamente, procesos de fortalecimiento de la institucionalidad electoral y/o procesos electorales.
Estamos aquí porque creemos que la OEA puede y debe servir a nuestros gobiernos y pueblos, partiendo del respeto que merecemos, y que ya és hora de hacer valer, para que esta organización trascienda tiempos oscuros, y sirva de verdad a la diversidad y el interés común de Nuestraméricacaribeña que quiere mejorar, avanzar, prosperar con reconocimiento de nuestras independencias, soberanías y derechos propios.
Les saludamos con orgullo y aprecio nicaragüenses, por Gracia de Dios.
Managua, 28 de agosto, 2019