Richmond, Columbia Británica, Canadá. Por Uwe Parpart (*), Asia Times
¿Espectáculo de payasos o casus belli (causantes de guerra)? Tendría que decir “ambos”… como suele ocurrir cuando una combinación de ignorancia y arrogancia conspiran para encender y provocar el estallido de la guerra. O en este caso, la escalada de una guerra regional a una confrontación global y potencialmente nuclear.
Esto se pone de manifiesto en la increíblemente estúpida teleconferencia no segura entre el Generalleutnant Ingo Gerhartz, Generalinspekteur der Luftwaffe (Comandante de la Fuerza Aérea Alemana) y otros tres oficiales de la Fuerza Aérea Alemana con rango de general.
Durante 38 fascinantes minutos interceptados por la Inteligencia rusa y hechos públicos (el 1 de marzo por Margarita Simonián, la directora del grupo de medios rusos RT), estos payasos vestidos de soldados discutieron en un tono informal y arrogante el potencial y las dificultades de desplegar el misil de crucero de largo alcance Taurus en Ucrania y, por ejemplo, atacar y destruir el Puente de Crimea (también llamado Puente de Kerch) y las instalaciones de almacenamiento de municiones cercanas.
Uno de los generales señaló que el puente (con 19 km, el más largo de Europa) tiene el tamaño de un aeródromo importante y requeriría al menos 10 o posiblemente 20 misiles Taurus para destruirlo por completo, en lugar de simplemente hacer un agujero en un pilar.
Y eso es un problema. ¿Quién va a hacerlo? Podría tomar hasta 6 meses de entrenamiento de personal ucraniano para llevarlo a cabo. Y los alemanes no pueden ser vistos allí. No se puede hacer al “viejo estilo Luftwaffe”, comenta un participante. Otro comenta: “Si nos preguntan por los métodos de entrega, sé cómo lo hacen los británicos, lo hacen completamente en reach-back [personal desplegado en el extranjero]. Tienen a varias personas sobre el terreno”.
Bueno, por supuesto, cuando los británicos y los estadounidenses pueden ayudar, mucho mejor.
El Ministerio de Defensa alemán ha confirmado la autenticidad de la conversación.
Un oficial de inteligencia estadounidense de alto nivel que escribe comentarios diarios sobre la guerra de Ucrania concluyó en un artículo reciente: “En cuanto a los generales alemanes, no hay excusa para semejante OPSEC (término que pertenece a la jerga militar y se refiere a las medidas tomadas para evitar que información crucial caiga en manos hostiles). El espectáculo de payasos [de seguridad operativa] y todos los que participaron en él deberían ser despedidos”.
Le respondí: “Como ex oficial militar alemán, me avergüenzo de este peligroso espectáculo de payasos para el que no hay excusa. Si el puente de Kerch (de Crimea) es derribado en cualquier momento futuro, Putin responsabilizará a Alemania y lo considerará un acto de guerra de Alemania contra Rusia, un casus belli clásico”.
Vienen meses difíciles
Putin y sus generales considerarán qué estructuras equivalentes en Alemania derribar. [No hay ningún puente que se acerque a ese tamaño en Alemania]. Tal vez los puentes del río Elba en Dresde, a través de los cuales viajan los suministros de materiales de guerra a Polonia y Ucrania.
Despedir a esos tipos no es suficiente. Deberían ser sometidos a un consejo de guerra y condenados rápidamente. Desafortunadamente, no existe un sistema de justicia militar en Alemania. Un tribunal penal civil tendrá que ser lo suficientemente bueno.
La marea en la guerra de Ucrania no solo ha cambiado desde el abyecto fracaso de la ofensiva de verano ucraniana. Ahora está cada vez más cerca de perderse. En esta situación, hombres y mujeres desesperados del lado de la OTAN y Ucrania están considerando medidas desesperadas.
Estados Unidos no quiere la paz porque Joe Biden sería tildado de perdedor y le costaría las elecciones de noviembre. Zelensky ha cancelado las elecciones en Ucrania previstas ahora y no negociará. La OTAN cree que debe jugar duro y parecer que tiene la capacidad de ganar la guerra, aunque todo el mundo sabe que la OTAN no tiene ni las tropas ni el equipo militar y las municiones para hacerlo.
Este es el brebaje político perfecto en el que el presidente francés Macron habla de enviar fuerzas terrestres de la OTAN, o el secretario general de la OTAN, Stoltenberg, propone poner fuerzas terrestres de la OTAN en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia para relevar a las tropas fronterizas ucranianas allí. Esto podría desencadenar una conflagración a nivel europeo.
Los próximos meses serán críticos. Como es período electoral, será difícil encontrar cabezas frías.
(*) Este artículo se publicó por primera vez el 6 de marzo en la última edición del Global Risk-Reward Monitor, el boletín semanal de Asia Times. Uwe Parpart, doctor en filosofía y matemáticas, sirvió en los años 80 como oficial en la Armada (Fuerza Naval) de Alemania. Actualmente es presidente y editor de Asia Times Holding Limited, un grupo editorial de medios de noticias en inglés con sede en Canadá que cubre política, economía y negocios.