Juana María Ruíz Calero, madre del teniente de la policía, Gabriel de Jesús Vado Ruíz de 23 años, secuestrado el 14 de julio y posteriormente torturado, asesinado y quemado en el empalme Las Flores en Catarina, en Masaya por un grupo de tranqueros demandó a las autoridades, mantener en la cárcel a los responsables de este condenable hecho.
Entre los señalados se encuentran los terroristas Miguel Mora, Álvaro Leiva y Harving Padilla, sacerdote de la iglesia San Juan, este último ordenó que quemaran el cuerpo.
Fotos cortesía de Manuel Aguilar
Doña Juana recordó que un día como hoy (14 de julio) secuestraron a su hijo, que no sabía por donde andaba su muchachito, pero sabe que en la actualidad sabe dónde está después de ser asesinado el 15 de julio por los golpistas.
“Yo pido justicia, que no los saquen, que no lo saquen que ami ¿quién me entrega al mío?.., nadie me entrega el mío, así que le pido al presidente no de su brazo a torcer, a la compañera Rosario le digo como madre que es ella, que me ayude que no saque a esos presos”,
“Yo le pido a Dios que me de fortaleza y que me de fuerza y me de fortaleza y le doy gracias a Dios por sus acompañamientos que ustedes me han dado y que siempre espero que no me olviden, de que siempre estemos unidos, y le doy gracias a Dios porque me mantiene siempre firme a pesar de los problemas y las tribulaciones.
Gabriel dejó en la orfandad a dos hijos Anderson de Jesús Vado Torres y la niña Chelsea Gabriela Vado.
Mario Zúñiga, Secretario Político del Distrito II de Jinotepe, expresó que hace 2 años se enterró al oficial que había sido víctima de la mayor expresión de odio y brutalidad a manos de delincuentes que se encontraban en los tranques de la muerte.
En el homenaje participó la militancia sandinista y población, quienes dieron sus muestras de solidaridad y compromiso con la familia del teniente Vado Ruiz.
Las autoridades rindieron homenaje con una caravana que inició en la casa de los familiares y culminó en el cementerio municipal en Jinotepe.
Fotos del sacerdote Harding Padilla