El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó este lunes que no asistirá a la Cumbre de las Américas, defendió a Cuba, críticó al bloqueo y la exclusión que practica Joe Biden.
La cita puede ser un fracaso, pero los responsables son ellos por su política de cerrazón y, en particular, del senador demócrata Bob Menéndez, jefe de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, que se ha opuesto a todo y usa la política del odio contra su su país de origen, denunció.
También informó que irá en julio a visitar a Biden para tratar todos los temas de trascendencia sobre una integración real de todo el continente americano semejante a lo que hicieron los europeos con su unión, y otros asuntos insoslayables.
Dijo que en su representación irá el canciller Marcelo Ebrard y la razón principal de su inasistencia es que no invitaron a todos los países del continente, por lo cual dejará de ser una cumbre de las Américas.
Insistió en que él cree en la necesidad de cambiar la política que se ha venido imponiendo desde hace siglos en el hemisferio, la exclusión, el querer dominar sin razón alguna, el no respetar la soberanía de los países, la independencia de cada cual, y así no puede haber Cumbre de las Américas, para eso tienen que participar todos los países del continente.
Pudiera haberla, pero no de las Américas, cualquier otra cosa porque se seguiría con la vieja política de intervencionismo y falta de respeto a las naciones y a sus pueblos.
Todo tiene que ver con la parte poderosa de comunidad cubana en la Florida, que desde mi punto de vista actúa con odio, no quiere la hermandad de los pueblos ni del de ellos mismos, y hace sufrir mucho a un pueblo admirable y digno como el de Cuba, afirmó.
No es posible, dijo, que un gobierno dependa de una sola persona como Bob Menéndez, quien por su cargo en el Senado, puede romper el empate de 50-50 en el equilibrio de representación de esa cámara.
Si dependemos de un señor de los rencores y los odios y olvidamos a nuestros pueblos, pues entonces estamos actuando de manera sectaria, traficando con el dolor de los pueblos, sacando provecho, expresó.
“Ellos están manejando la política hacia Cuba de forma que no le conviene a nadie, ni siquiera al mismo Estados Unidos y desde luego estadounidenses y cubanos residentes, que son de buen corazón, están en contra de mantener un bloqueo que impide llegue alimentos, medicinas al pueblo cubano y eso es un genocidio, una tremenda violación de los derechos humanos”, reafirmó.
Criticó que cuando en la Asamblea General de la ONU toca votar la resolución contra el bloqueo el mundo entero la aprueba excepto Estados Unidos y otro país (Israel), pero no basta porque después no son consecuentes con su voto y eso no debe quedar ahí en la discusión.
Hay una situación injusta que debe acabarse ya, y tienen que empezar los cambios, y eso es lo que deseo tratar con Biden en julio, reiteró.