En los últimos días algunas voces hablan sobre el rol del Ejército de Nicaragua en la presente crisis del país. Una porción importante de los opinadores políticos le reclama a las fuerzas armadas un rol beligerante y le exigen que ponga orden o que desarme a grupos de civiles armados… El marco legal de las actuaciones del Ejército está establecido en el Código Militar, el cual caracteriza al Ejército como un cuerpo no deliberante, lo cual quiere decir que no entra a discutir sobre coyunturas, ni las demandas de la opinión pública. En segundo lugar, subordina al Ejército a la autoridad civil representada por el Presidente de la República… En efecto el código militar contempla participación del Ejército en el resguardo del orden público, bajo situaciones extremas y por órdenes del Presidente de la Republica… Expertos consultados opinaron que solicitar la intervención del Ejército podría salir más caro el remedio que la enfermedad. La participación del Ejército supondría Ley Marcial, restricción de derechos civiles y políticos, facultad para censura de prensa, limitar el derecho de circulación y presencia militar en las calles, incluida la posibilidad de despejar los tranques por medios militares… Además, la institución castrense ha dicho que ellos respaldan el diálogo nacional y las soluciones constitucionales… “Somos convencidos, que el diálogo, es la única ruta que evitará afectaciones irreversibles a nuestro pueblo, a nuestra economía, al desarrollo nacional y a nuestra seguridad. Respaldamos los esfuerzos que realiza el Gobierno de Nicaragua en la búsqueda de una solución por la vía del diálogo y llamamos a todos a contribuir en esa dirección. Respaldamos la labor de mediación y testigo del diálogo que encabeza su Eminencia, Cardenal Leopoldo Brenes. La solución pacífica a la situación que actualmente vivimos nos permitirá continuar trabajando con seguridad, estabilidad, tranquilidad y la paz, que tanto nos ha costado”. Comunicado Ejército de Nicaragua, 12 de Mayo de 2018.
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