El expresidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Dante Mossi asegura que, en términos prácticos, Nicaragua tiene desde hace muchos años, la mejor estructura para implementar proyectos de inversión.
En un publicación a través de sus redes sociales, Mossi expresó que para el organismo financiero no es la excepción, en términos de recursos, es el tercer país en recibir apoyo del cuál es socio, y dueño del 10.6 por ciento del total de acciones. Esto le da derecho a un estimado de entre 600 y 800 millones de dólares por año en préstamos para el desarrollo.
Mossi explicó que la cartera activa se desembolsa de una manera bien planificada y ordenada desde el punto de vista financiero, y además, tiene un filtro fiduciario muy fuerte, que evita contrataciones con contrapartes prohibidas por los regímenes de sanciones internacionales y claramente el objeto de la financiación tiene un impacto en la población en general.
Recordó que visitó un proyecto de carretera en el área del municipio El Crucero, en el departamento de Managua, donde un poblado se construyó contiguo a la carretera. “Le pregunté a un vecino de la zona que esperaba el bus, qué impacto tuvo esa obra, y me dijo: «un cambio de vida»”, expresó Mossi.
Agrega que este caballero le relató que antes de la ejecución del proyecto vivía en una casa precaria y que ahora es de ladrillo y cemento, con acceso a electricidad, agua, saneamiento, y transporte.
En su escrito, Mossi también recuerda que fue a la ciudad de León, donde conoció lo que quizás sea uno de los hospitales más grandes de la región y que tiene muchas especialidades, evidentemente se refería al “Oscar Danilo Rosales Argüello”. Agregó que un empresario privado le expresó que su preferencia era el hospital público.
Añadió que durante una gira por Panamá se llevó gran sorpresa cuando se encontró a un contratista que lo quería saludar y lo felicitó porque el BCIE estaba apoyando los proyectos de electrificación rural de Nicaragua, y que logró ser el segundo país con mayor atención a los ciudadanos con servicio eléctrico en la región.
Lago Xolotlán limpio
Entre sus anécdotas cuenta su primera experiencia en Nicaragua en 2003, cuando trabajaba en el Banco Mundial. En esa ocasión y después de una jornada de trabajo llegó a conocer el Lago de Managua y al ver al hermoso manto acuífero bajó el vidrio de la ventana del carro y quedó asustado del olor nauseabundo y apesarado de lo que estaba ocurriendo con una maravilla natural.
No obstante, dijo que regresó en 2019 ya como presidente del BCIE y en un encuentro con las autoridades conoció sus prioridades. En horas de la noche visitó un restaurante ubicado a la orilla del mismo lago y no sintió ningún mal olor, sino una brisa refrescante en el calor de Managua.
Uno de sus acompañantes le manifestó que muchas cosas han cambiado en Nicaragua y que el BCIE ha contribuido con eso. Por ejemplo, varias plantas de saneamiento ambiental fueron instaladas para asegurar que no recibiera las aguas crudas de las cloacas de Managua, y logró devolverle la dignidad al lago que baña el volcán Momotombo.