Varias capitales. Agencias

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que ha recibido estimaciones de que los cuerpos de al menos mil personas no identificadas, y que por tanto no han sido incluidas en la cifra de muertos, permanecen enterradas bajo los escombros en el enclave palestino.
Un día antes, ante la Asamblea General de Naciones Unidas, el observador permanente palestino ante la ONU, Riyad Mansour, aseguró que “más de 900 niños están bajo los escombros, vivos o muertos”, al tiempo que cuestionó por qué le toma tanto tiempo a la comunidad internacional enviar ayuda desesperadamente requerida y sobre todo urgir a que terminen los bombardeos.
“¿Puede esta guerra ser defendida? Estos son crímenes, esto es una barbarie. Si ustedes no la detienen por todos los que murieron, háganlo por todos aquellos cuyas vidas aún se pueden salvar”, afirmó Mansour.

La ONU confirmó el viernes que las cifras de muertos publicadas por el Ministerio de Salud palestino en la Franja de Gaza son correctas. “Estas cifras siempre han sido creíbles y nadie las había cuestionado antes”, dijo el Comisionado General de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), Philippe Lazzarini.
El Ministerio de Salud palestino publicó una lista detallada del número de víctimas de los ataques israelí, que en el vigésimo primer día de la agresión alcanzó los 7,326 muertos, entre ellos 3,038 niños, 1,726 mujeres, y 18,967 heridos, además de recibir 1,700 informes de personas desaparecidas, incluidos 940 niños que aún se encuentran bajo los escombros
El responsable de la ONU en Palestina indicó que en total 57 trabajadores humanitarios de su entidad han muerto desde el pasado 7 de octubre.
Imágenes aterradoras
Miles de heridos y enfermos se encuentran en centros de refugios de la UNRWA sin tratamiento, comida ni agua, además de no poder salir de estos centros debido a los intensos bombardeos aéreos israelíes, que provocaron una destrucción masiva y un gran número víctimas, la mayoría de las cuales son niños y mujeres.
Manal Awawda cuenta que sufrió heridas, fracturas y quemaduras graves en un bárbaro bombardeo israelí al campamento de Bureij en el centro de la Franja de Gaza hace unos días, y agregó que debido a la severa saturación y el creciente número de heridos en el Hospital de los Mártires de Al-Aqsa en Deir Al-Balah, los médicos le pidieron que abandonara el hospital, a pesar de la gravedad de su estado de salud.

“Hay imágenes horribles y aterradoras dentro del Hospital, quemaduras graves en todo el cuerpo y niños cuyas extremidades fueron mutiladas como resultado de la agresión y no hay lugar para ellos dentro del hospital”, agregó la joven palestina.
Mientras en el hospital de Al-Awda, en el centro del campamento Nuseirat, hay muchos heridos con graves quemaduras y lesiones por las metrallas de los misiles que desfiguraron sus cuerpos, entre ellos el joven Muhammad Al-Aidi, que no puede ponerse ropa debido a la gravedad de las quemaduras en sus manos y espalda, además de sufrir fracturas en el pie.
Por su parte, el médico Muhammad Isaeed del hospital Al-Awda confirma que la mayoría de los heridos que acuden al hospital tienen quemaduras profundas difíciles de tratar, sobre todo con el colapso del sistema sanitario en todos los hospitales, debido al agotamiento de combustible y medicinas, y señaló que los heridos sufren dolores y están siendo operados sin anestesia.
El herido Abdul Jawad Abu Dhan describe su condición diciendo: “Cinco miembros de mi familia fueron asesinados en un brutal bombardeo israelí contra nuestra casa. Actualmente vivo en un centro de refugiados. No tenemos comida ni agua. Estoy tratando de aliviar mis dolores tomando algunos analgésicos y tratamientos, de los cuales hay pocos. Nuestra situación de salud se está deteriorando constantemente y la atención médica está colapsando debido a los bombardeos deliberados a los hospitales y centros de salud por parte del ocupante”.
Enfermos crónicos abandonados
Además de los miles de heridos por las agresiones israelíes, los centros de acogida albergan a miles de enfermos, algunos padecen enfermedades crónicas como cáncer, insuficiencia renal y diabetes, que no pueden encontrar los medicamentos ni la atención sanitaria necesarios, debido a que los hospitales de la Franja están fuera de servicio como consecuencia de los bombardeos israelíes directos e impedir el ingreso de medicamentos y combustible a los mismos.

La anciana Hoda Odeh, que sufre insuficiencia renal y vive en un refugio, señala que los pacientes mueren lentamente en los refugios.
“Necesito diálisis dos veces por semana y desde el comienzo de la agresión israelí no he vuelto a recibir tratamiento. No puedo asistir regularmente a las sesiones de diálisis, porque no hay espacio en los hospitales para recibirnos, porque están saturados de heridos, además del cese de la circulación de vehículos por la falta de combustible y la intensidad de los bombardeos israelíes contra todo”, dijo la anciana.
¿Qué armas está probando Israel?
El diario canadiense Toronto Star llamó la atención al problema el jueves tras hablar con el doctor Qassan Abu Sitta, especialista en quemaduras que reside en el Reino Unido pero actualmente trabaja en el hospital Shifa de la ciudad de Gaza. El médico ha dicho que ha lidiado como tejido cutáneo quemado “impregnado con una especie de partículas negras” que parecen haber sido liberadas bajo presión, lo que comparó con un aerosol.
Detalló que solo el jueves la unidad de quemaduras de ese hospital estaba tratando a 70 pacientes con este tipo de quemaduras, que cubrían un tercio o más de sus cuerpos. Afirmó que las quemaduras no habían sido causadas por el uso del agente químico fósforo blanco, sino de una “combinación de algún tipo de onda de bomba incendiaria y otros componentes”.
Ante la fuerte escasez de medicinas y equipos médicos, Abu Sitta precisó que ni siquiera quedan apósitos para las quemaduras normales, por lo que los médicos tratan de extraer el tejido quemado quirúrgicamente, pero no cuentan con los suministros necesarios para tratarlas.
El especialista dijo que para poder aplicar el mejor tratamiento para los pacientes es necesario saber qué tipo de armas se ha utilizado. Sin embargo, el rotativo canadiense aseguró que el ejército israelí no respondió a su solicitud escrita para aclarar el tipo de armas que usan en los ataques aéreos contra el enclave.

Por su parte, el médico gazatí Ahmed Majalati, advirtió en un video divulgado por el Ministerio de Salud palestino que, en este conflicto, “las armas que usan [las cazas israelíes] causan muchas quemaduras severas y extensas”.
“La mayoría de esas son de tercer o cuarto grado. En muchos casos, sientes que la mayor parte del grosor de la piel y todas las capas inferiores están quemadas hasta el hueso”, detalló Majalati, jefe de la división de quemaduras y cirugía plástica del hospital Shifa.
Craig Jones, profesor de la Universidad de Newcastle (Estados Unidos) especializado en derecho internacional y medicina de conflictos, coincide con los médicos gazatíes y confirma que los pacientes sufren, en ese conflicto, “quemaduras diferentes”.
Asimismo, ha lamentado que las guerras sirvan de polígonos de pruebas para nuevos tipos de armas.
Además, Jones ha recordado que Israel ha usado anteriormente armas letales no convencionales contra los civiles palestinos. Detalló que el régimen sionista fue expuesto a críticas en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas por utilizar durante las protestas palestinas de 2018 y 2019 balas de alta velocidad que destrozaban huesos y a menudo llevaban a amputaciones. “[Ahora] parece ‘déjá vu’, con otro arma”, indicó.
Los medios también han informado del uso de armas prohibidas, como el fósforo blanco, por Israel en las últimas tres semanas.

Sionismo siembra el odio
Naciones Unidas advirtió sobre el aumento de los discursos de odio y declaraciones deshumanizadoras en Israel contra los palestinos desde los ataques del 7 de octubre. Los expertos de la ONU alertaron que ese lenguaje, usado también por altos cargos del Ejecutivo y el Legislativo, “podría incitar acciones genocidas”.
“Pedimos a Israel que condene firmemente cualquier forma de discurso del odio y se distancie de su uso por parte de políticos y figuras públicas, incluidos miembros del Gobierno y del Parlamento, asegurándose de que esas declaraciones son investigadas y adecuadamente sancionadas”, señaló una declaración del Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial.
Además, el Comité, conformado por 18 expertos, exigió al Gobierno israelí que combata el lenguaje de odio en los medios de comunicación locales, internet y redes sociales.
Por otra parte, el principal portavoz militar de Israel, el contralmirante Daniel Hagari, aseguró que actualmente 229 personas se encuentran cautivas en la Franja de Gaza. La actualización anterior de la cifra señaló 224 rehenes.
Sin embargo, las autoridades han advertido que puede seguir en aumento a medida que avanzan las investigaciones, ya que varias personas están reportadas como desaparecidas.
Hasta el momento, Hamas ha liberado a cuatro civiles y el jueves 26 de octubre uno de sus altos mandos aseguró que “casi 50” de los secuestrados han muerto durante las más de dos semanas de ataques aéreos israelíes, en respuesta al asalto del movimiento islamista. Hamas ha liberado a cuatro civiles, este viernes señaló que no habrá más liberaciones hasta que se establezca un alto al fuego.
Las familias de unos 30 niños secuestrados en Israel por el grupo Hamas describieron estar en agonía y atormentadas por la situación. Más de dos semanas después la desesperación se apodera de quienes no tienen información de sus seres queridos.
“Nuestro Gobierno nos abandonó dos veces: el 7 de octubre y ahora porque nuestros hijos todavía están allí”, señaló Hadas Kalderon, cuyo hijo Erez cumplió 12 años en cautiverio. Como ella, son decenas de padres los que viven momentos de angustia.
Kalderon, cuya madre de 80 años y su sobrina de 12 murieron en el ataque de Hamas en el sur de Israel, relata que apenas ha tenido tiempo de llorar, debido a que está sumergida en la campaña por lograr la liberación de su hijo. Asegura que vio un video de él en cautiverio.