Beirut. Por Muhammad Jaradat, Al Mayadeen
El palestino no necesita los datos del ejército israelí para conocer los hechos sobre el terreno, ya que la resistencia se ha desarrollado en los medios de comunicación, y de los escombros en Gaza están saliendo vídeos de tanques en llamas, voladuras de túneles y francotiradores de oficiales de una manera que es inconsistente con las cifras publicadas por el ejército.
El enfrentamiento se desata entre el ejército de ocupación y dos componentes importantes de la entidad israelí, con el telón de fondo de las cifras contradictorias de bajas de oficiales y soldados del ejército de ocupación en la escalada de las batallas en Gaza. En un momento en que el ejército ofrece breves declaraciones de pequeñas cantidades de bajas, los hospitales hablan de números que se multiplican varias veces, lo que llevó a la prensa israelí a entrar en este conflicto y explorar parte de la verdad.
El ejército de ocupación ha logrado ocultar sus pérdidas humanas a lo largo de los enfrentamientos en curso en la Ribera Occidental durante más de dos años, especialmente en Yenín, y este éxito de censura tuvo sus efectos en su capacidad para contener el enfrentamiento en los límites del delicado embalse de la Ribera Occidental. Por el contrario, su fracaso se intensifica con la operación de la Resistencia “Diluvio de Al-Aqsa (Jerusalén)”, especialmente con su estancamiento en el pantano de Gaza ardiendo en llamas.
¿Por qué tanto secreto?
¿Por qué el ejército de ocupación insiste en mantener en secreto sus pérdidas humanas? ¿cómo fue posible que la prensa israelí rompiera las tijeras del censor para detonar una bomba de alto calibre, sobre las mentiras del ejército en todos los datos de las cifras que publica todos los días? ¿por qué los hospitales israelíes insisten en proporcionar sus propias declaraciones contrarias a las emitidas por el ejército, a pesar del estado de guerra en el que Israel se ha estado hundiendo desde el siete de octubre?
Ya hemos publicado sobre la realidad de las pérdidas del ejército de ocupación en los enfrentamientos en Cisjordania, noticias reforzadas con pruebas y evidencias irrefutables, pero esto no impidió la estabilidad de los medios de comunicación y con ello de la opinión pública, en relación a lo que el ejército de ocupación reconoce exclusivamente, dado la creencia de la población israelita de que su sociedad es un medio abierto y que sus ciudadanos tienen derechos morales y materiales. Bajo esa creencia, hasta esta fase de la guerra de Israel contra Palestina, los israelíes creen que su ejército es incapaz de ocultar la matanza de sus soldados, ¡porque las fuerzas armadas constituyen una vaca sagrada en la formación psicológica israelí!
En medio de la guerra de números, el ejército sionista ha reconocido el martes una gran cantidad de muertos, veinte soldados de una sola vez. Trece de ellos, dijeron sus voceros, cayeron por “fuego amigo”, dos en “accidentes de tráfico en el campo de batalla entre tanques, vehículos y vehículos de transporte de personal” y cinco por metralla de artefactos explosivos improvisados detonados por sus colegas. El ejército atribuyó esta pérdida al gran número de soldados presentes en el campo, el largo tiempo y la naturaleza de los combates, la fatiga y la falta de disciplina operativa, y la poca coordinación entre las fuerzas.
La pérdida de equilibrio en Israel como resultado del 7 de octubre se reflejó en todo el tejido nervioso de la entidad, especialmente en su sistema de seguridad dirigido por el ejército. Esto se reflejó temprano, no solo en el afán de convertir las batallas de aquél día –una epopeya de combate– en solamente la supuesta “masacre de los asistentes a un concierto”, sino también en ocultar la cantidad de sus propios muertos.
Los traidores que militan con Israel
Según esa lógica, las pérdidas del ejército en ese día ascendieron a trescientos veintidós oficiales y soldados, entre los más de mil quinientos israelíes muertos, sin tener en cuenta a los oficiales y elementos de policía que fueron asesinados en la colonia Sderot y otros asentamientos, cuyo número superó los sesenta. Y, lo más importante, ocultó a los diez oficiales del Shin Bet –Servicio de Seguridad General de Israel– que cayeron ese día, y el objetivo es claro, garantizar que se minimice el número de militares muertos.
El desequilibrio también se reflejó rápidamente ante la primera operación de comando que salió del Líbano, y que fue llevada a cabo en su momento por las Brigadas Al-Quds. Concretamente el diez de octubre, apareció una confusión explícita: en un comunicado, el ejército israelí admitió que siete soldados habían resultado heridos, dos de ellos de gravedad, pero tardó unos días en admitir que la operación había causado la muerte del teniente coronel Alim Saad, de la Brigada Adjunta 300 de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), y varios días después reveló que en ese mismo combate también habían muerto cuatro de sus oficiales y soldados.
Desde el anuncio de la muerte del teniente coronel Saad, que es de origen árabe, aún no se han dado a conocer los nombres de todos los militares muertos de origen árabe en los enfrentamientos de Gaza, de manera que de esa forma se deduzca su porcentaje en las tropas de ocupación. Se sabe que al menos un 8% de las tropas sionistas son de origen druso (árabes del medio oriente) que estuvieron al frente de las guerras del “ejército” israelí.
¿Acaso el secreto sobre los muertos de este segmento se produce en el contexto del sentimiento de vergüenza de esos militares de origen árabe, debido a su participación en las masacres de Gaza contra niños, mujeres y ancianos?
Al otro lado de la frontera libanesa, que está ardiendo desde el 8 de octubre, la primera contradicción interna israelí apareció en los datos de bajas. En un momento en que las FDI mantenían en secreto sus pérdidas en la lucha con Hezbolá, bruscamente, para evitar la presión interna de abrir un frente de guerra interno a la luz de su incapacidad en Gaza, el hospital Nahariya anunció en los primeros días de la confrontación que estaba recibiendo a cientos de soldados heridos. Entonces, ¿cómo será ahora, después que Israel inició la invasión terrestre de Gaza, cuando Hezbolá redobló sus ataques e introdujo misiles “Burkan”?
Hospitales revelan la verdad
Los hospitales israelíes se negaron a acatar las instrucciones del “ejército”, que pidió que los hospitales no emitieran ninguna declaración sobre la recepción de heridos y su naturaleza, hasta después de que el portavoz del “ejército” emitiera sus declaraciones. El ejército permaneciera en lado y los hospitales en otro, incluida la exposición de los medios de comunicación y el sistema de censura de la entidad en su totalidad, y esto requirió la entrada de la prensa en la línea
Esta vez no es el periódico opositor “Haaretz”, el que es amenazado por el Ministro de Comunicaciones con el cierre, en el contexto de lo que reveló del bombardeo israelí del concierto el 7 de octubre, sino “Yedioth Ahronoth”, que logró eludir las tijeras de la censura para lograr una primicia y difundir la realidad de las pérdidas humanas en la guerra.
“Yedioth Ahronoth” concluyó que más de 5 mil soldados han resultado heridos desde el comienzo de la guerra, y el portavoz del “ejército” israelí, aunque se negó a confirmarlas oficialmente, se apresuró a decir que estas heridas son en su mayoría leves y afortunadamente no dijo que ingresaron a los hospitales por pánico, que es la mentira que se promueve cuando los cohetes de resistencia cayeron en “Tel Aviv”. Solo admitió que sus heridas son leves, pero el resto del informe en “Yedioth Ahronoth” también contradice eso, señalando que el departamento de rehabilitación recibe diariamente unos 60 nuevos lisiados, incluidos los oficiales y soldados de las fuerzas de seguridad y de la reserva, sin incluir los de las fuerzas regulares.
Al mismo tiempo, el ejército reconoció oficialmente a más de 2 mil de los heridos como discapacitados, además de otros mil soldados regulares y militares lisiados, mientras que el jefe del departamento de rehabilitación del Ministerio de Defensa israelí, Limor Loria, se preguntó: “¿Quién les ayudará a bañarse o a caminar por la casa?”. Esto indica la naturaleza de sus discapacidades totales, subrayando que la mayoría de los heridos están gravemente heridos.
Pero el portavoz del ejército volvió a dar un balance total de los heridos, asegurando que su número no pasaba de mil quinientos desde el siete de octubre, señalando entre ellos unos ciento sesenta heridos críticos, incluyendo cuarenta desde el siete de octubre. Esto es lo que expuso el reclamo de la prensa, ya que ¿cómo es que estos heridos siguen siendo críticos por más de dos meses? Israel se refiere a los heridos críticos, al borde de la muerte, y si sobrevive, se convierte en una etiqueta peligrosa.
Después de eso, el periódico “Haaretz” realizó una investigación de campo en los hospitales y recopiló los datos de cada hospital por separado, para llegar al mismo número de heridos, que fue mencionado anteriormente por “Yedioth Ahronoth” en su informe, lo que desmiente los datos del “ejército” y confirma la credibilidad de las declaraciones de la resistencia en Gaza y en el Líbano.
Los hospitales están obligados a proporcionar sus datos de trabajo en tiempo de guerra al Ministerio de Salud y al Ministerio de Finanzas, que son datos que no pueden ser confidenciales en los hospitales civiles, debido a la naturaleza de su sistema y estructura. Los beneficios y honorarios financieros y administrativos se basan en esos datos, y la entidad no encontró tiempo para reorganizar este sistema informático, para conciliar su carácter confidencial con su patrón administrativo y sus necesidades financieras.
Las redes sociales
El ciudadano palestino –y con él, toda la Resistencia– no necesita los datos del ejército israelí para conocer los hechos del terreno. La resistencia ha evolucionado en los medios de comunicación, y a menudo emite clips documentados en vivo, exponiendo la mentira de la ocupación.
En medio de los escombros en Gaza surgen videos de tanques en llamas, túneles que explotan y oficiales aniquilados por francotiradores de Qassam, de una manera que es inconsistente con las cifras publicadas por el ejército.
Hezbolá, que ha perdido más de un centenar de sus combatientes hasta ahora en este enfrentamiento, no duda en llorarlos en el camino a Jerusalén, emite diariamente videos precisos, que demuestran que ha infligido gran cantidad de bajas al ejército de ocupación.