En una Plaza La Fe, desbordada de miles de simpatizantes, desde la avenida Bolívar hasta la Rotonda Hugo Chávez en Managua, el FSLN celebró esta tarde los 37 años del derrocamiento de la dictadura somocista y la revolución sandinista, con un mensaje en el que el Presidente Daniel Ortega reconoció a los leales que siguen en el Frente Sandinista y criticó a quienes abandonaron el barco tras la derrota electoral de 1990.
La presencia de miles de jóvenes fue una de las características de la actividad partidaria del FSLN, que volvió a demostrar su poder de movilización, entonando los cantos de la revolución de los años 80.
La Coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, fue la maestra de ceremonia, proclamando que la lucha contra la pobreza es uno de los principales objetivos de lucha del FSLN y del gobierno sandinista en estos tiempos.
“Celebrémonos, gracias infinitas a Dios, a nuestros héroes y mártires, en victorias y consolidando la Patria Libre, avanzando, invitándonos todos a caminar este sueño, a compartir este sueño de la Patria libre de pobreza. Y ahí vamos hacia adelante, bendecidos, prosperando y en victorias. Por más victorias, Dios mediante. Y es que hermanos, hermanas, vivimos ya gracias a Dios, con el favor de Dios, de la mano de Dios, otro tiempo. Este otro tiempo en que Nicaragua conoce la paz; este otro tiempo cuando el amor es fuerza de unidad. Este otro tiempo de trabajo y paz, trabajo, paz, seguridad, prosperidad, armonía y esperanza”, proclamó Murillo.
El Cardenal Miguel Obando y Brazo, Arzobispo Emérito de Managua, fue saludado y presentado como el Pastor de la paz y la reconciliación. El hizo la invocación Al Altísimo, saludando en primer lugar a los miles de jóvenes presentes, recordando que en 1979 los nicaragüenses se unieron para construir un mejor país y hoy la juventud asume nuevos retos, para erradicar la pobreza, procurar mejor salud y educación y vivir en paz y amor, frente a un mundo más convulsionado. Aseguró que la juventud es la luz del mundo y sal de la tierra.
A esta celebración asistieron el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro; el Presidente de El Salvador, Salvado Sánchez Cerén; el ex presidente de Honduras, Manuel Zelaya; el ex presidente de Guatemala, Vinicio Cerezo y la Premio Nobel, Rigoberta Menchú; el Vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel; y decenas de internacionalistas de diferentes países de América Latina.
Entre los invitados figuraban los sacerdotes Neguib Eslaquit, Bismarck Carballo, Antonio Castro, Eddy Montenegro, junto a pastores evangélicos nicaragüenses como Guillermo Osorno, Miguel Angel Casco; Omar Duarte, entre otros. Estaban ahí magistrados de los diferentes poderes del estado, funcionarios del gobierno, diputados, toda la comandancia del Ejército de Nicaragua y toda la jefatura de la Policía Nacional.
Ortega, apareció en medio de la multitud a bordo de un vehículo, saludando a los jubilosos simpatizantes del FSLN, recorriendo desde la Rotonda Hugo Chávez hasta la Plaza La Fe, mientras se dejaban escuchar los nuevos temas de la campaña electoral del FSLN en el 2016. Al llegar a la tarima principal lo recibieron con el tema “El Gallo Ennavajado”, una de las canciones usadas por el FSLN en la campaña electoral de 1990.
Miguel Díaz-Canel, vicepresidente de Cuba, ofreció amistad incondicional a Nicaragua y al FSLN. Acusó al imperialismo de impulsar una ofensiva contra gobiernos progresistas en América Latina, cerrando filas con el gobierno de Venezuela. Dijo que el Presidente cubano, Raúl Castro, no pudo venir a Managua como era su deseo, pero envió una carta al Presidente Daniel Ortega.
El Presidente salvadoreño, Salvador Sanchez Cerén también tomó la palabra, expresando que el FSLN ha abanderado las esperanzas de los nicaragüenses y que es el Presidente Ortega el transformador de cambios en Nicaragua, afirmando que el FSLN fue una inspiración para el FMLN de El Salvador y que siguen compartiendo ideales para cumplir con los compromisos sociales y reducir la pobreza y la exclusión social.
También tomó la palabra el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió bendiciones de paz para Nicaragua y América Latina, parafraseando la canción sandinista de que el yankee se va a joder y pidió una bulla por Fidel Castro en sus 90 años de edad. Aseguró que el triunfo de 1979 resonó también en Venezuela y fue inspiración para esa generación y recordó la revolución bolivariana liderada por Hugo Chávez.
Dijo que estas revoluciones rehicieron la historia, advirtiendo que la derecha política no podrá borrar de la historia a los revolucionarios. Maduro proclamó que en Venezuela no podrán contra la revolución bolivariana y que van a renacer. Acusó a Estados Unidos de tener una obsesión fatal contra Venezuela. Agradeció al presidente nicaragüense por su lealtad incondicional y perseverancia en tiempos difíciles. Le dio gracias a Ortega por todos sus consejos al Presidente Hugo Chávez.
En su discurso, el Presidente Ortega recordó que el Cardenal Miguel Obando y Bravo había acompañado a los sandinistas en la lucha contra la dictadura, en la cárcel y en la victoria de la plaza el 19 de Julio de 1979 y que hoy estaba ahí como una muestra de reconciliación nacional, reconociendo su contribución en el proceso de paz en los años 80 y siempre promovió el diálogo como Presidente de la Comisión Nacional de Reconciliación y al Reverendo Gustavo Parajón de las iglesias evangélicas.
Aseguró sentirse orgulloso de que ambos sean originarios del municipio de La Libertad, en Chontales, igual que el Vicepresidente del país, Omar Hallesleven y contó cómo se conoció con el Purpurado en Santa Tecla, El Salvador cuando era rector en un seminario salesiano y luego estando Ortega prisionero, Obando lo visitó en la cárcel en 1967. Criticó que los organismos norteamericanos, ni OEA, y de derechos humanos no decían nada porque estaban a favor de Estados Unidos y del régimen de Anastasio Somoza. Dio las gracias al religioso por estar en el acto a sus 90 años de edad y a Dios por darle vida.
Aseguró que entonces los europeos y los norteamericanos estaban contentos con Somoza y lo financiaban, habiendo desarrollo económico que solo beneficiaba a una minoría, en respuesta a quienes siempre sacan las estadísticas del crecimiento económico del país en la dictadura somocista, preguntando bajo cuantos costos a lo largo de 45 años, porque en 1979 Nicaragua tenía un 65% de analfabetismo, en un sistema que hacía más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.
El mandatario aseguró que hoy son comandantes de nuevas batallas no con fusiles, sino con ideas, el pensamiento, con ideales y valores y en esta gran batalla en América Latina, le corresponde a Venezuela la parte más dura, porque el enemigo sabe que derrotando y destruyendo a Venezuela a afectarán la moral de los pueblos del continente, y por eso, dijo, que el Presidente norteamericano Barack Obama luce tan obsesionado contra Venezuela, creyendo que con eso va a ganar más votos para los demócratas en las próximas elecciones estadounidenses.
Dijo que la responsabilidad que tiene el Presidente Maduro frente a esa batalla es grande, pero afirmó sentirse seguro de que vencerán y obtendrán la victoria.
Ortega recordó que en 1979 la primera contradicción en la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional fue la reforma agraria, aunque dijo que eso no le quita méritos a Violeta Barrios de Chamorro, Moisés Hassan, Alfonso Robelo y Sergio Ramirez Mercado, que formaron la junta de gobierno y contribuyeron y reconoció que con la Iglesia Católica y particularmente con el Papa Juan Pablo II hubo problemas cuando varios sacerdotes se incorporaron al gobierno y al Consejo de Estado, obligando a recomponer la Junta de Gobierno y después las elecciones de 1984 y la nueva Constitución de 1987 y la guerra.
Se refirió a las elecciones de 1990 y que después de la derrota electoral frente a Estados Unidos asegurando que no fue una elección democrática porque el pueblo votó bajo el terror de que la guerra iba a continuar. Reconoció que después de la derrota y el barco se iba a hundir, muchos de los sandinistas que jugaron roles históricos, decidieron tomar otro rumbo, aunque sin mencionarlos, refiriéndose a los del Movimiento Renovador Sandinista asegurando que no estaban obligados a quedarse porque en el FSLN se entra y se sale por coraje y patriotismo.
Dijo que entonces se quedó la mayoría para defender las conquistas revolucionarias ante los neoliberales que tenían el poder y se quedaron los cuadros más firmes. Reveló que al día siguiente del 25 de Febrero de 1990, al aceptar la derrota, dijo que la revolución había nacida del pueblo y proclamó gobernar y luchar desde abajo, pero cuestionó a los que se fueron criticando como si no tenían ninguna responsabilidad de lo sucedido en los 80, congraciándose con el imperialismo y la oligarquía, después de haber tenido las posiciones más radicales y extremistas y ahora se les ve visitando la Embajada de Estaos Unidos, en Washington para hacer campañas en contra del FSLN y del gobierno de Nicaragua.
“Increíble, quienes juraban anti imperialismo en estas plazas del 79 al 90, entonces no vieron errores cuando estaban en el gobierno, no vieron fallas, ellos tenían instrumentos de poder de todo tipo, los ejercían esos instrumentos de poder, como que no tuvieron nada que ver con la victoria revolucionaria”, expresó.
Aseguró que los disidentes sandinistas están en su derecho de criticar y tomar otro rumbo. “Aquí el pueblo y la juventud son los trabajadores, son los campesinos que conforman en Frente Sandinista”, indicó.
El jefe de estado, resaltó la lealtad incondicional de la Coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo y del desaparecido fundador del FSLN, Tomás Borge, “que nunca renegó, nunca se rindió, estuvo firme dando la batalla”. Igual reconoció la firmeza de Bayardo Arce Castaño y el Presidente de la Asamblea Nacional, René Núñez Tellez, actualmente en Costa Rica bajo tratamiento médico, “en un estado bastante delicado”. A todos los consideró como incondicionales “en el núcleo de dirección”.
Pidió a Estados Unidos ser respetuoso con Venezuela, Cuba, Nicaragua y el resto del mundo, pidiendo que ya se levante el bloqueo contra Cuba, de lo contrario, “el yankee se va a seguir jodiendo en América Latina y en el mundo”.
Aseguró que los pobres, los campesinos, los ex combatientes, se quedaron firmes con el FSLN. Dijo que con los ex combatientes siguen teniendo deuda por problemas presupuestarios, pero asumió el compromiso, por principios, de cumplirles. “Estamos obligados a cumplirle a los lisiados de guerra, a las madres de héroes y mártires”, proclamó.
Manifestó que en el mundo hay suficientes recursos para revertir el calentamiento global y evitar la destrucción del planeta. Consideró que las víctimas del terrorismo, como Niza, Francia, también han sido víctimas del terrorismo de Estado que han promovido ese terrorismo. Pidió que no sea este el fin del siglo del planeta y se produzcan cambios radicales en países de desarrollo a favor de la justicia, la paz y la libertad en el planeta.
“Porque por el camino que venimos se está llevando al planeta al terrorismo total. Hace falta un cambio de rumbo para el planeta y está en manos de los países desarrollados. Están todos los instrumentos más sofisticados por el genio humano, para construir la paz”, concluyó.
Rosario Murillo por su parte, declaró que se avecinan días de amor en lo que está comprometido el FSLN, para seguir cambiando Nicaragua para mejor. Renovó el compromiso del gobierno de seguir trabajando duro para erradicar la pobreza en el país.
Dijo que vamos a una campaña electoral en donde se invitará a los nicaragüenses a trabajar unidos para erradicar la pobreza.
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