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El «divorcio nacional» de EEUU entre estados rojos y azules

Beijing. Por Global Times

El «divorcio nacional» de EEUU entre estados rojos y azules Beijing. Por Global Times

La alambrada no sólo está instalada a lo largo de la frontera entre EEUU y México, sino que también simboliza la división entre el estado estadounidense de Texas y el gobierno federal, así como entre republicanos y demócratas. Con EEUU entrando en año electoral, la actual disputa sobre inmigración se ha convertido en un campo de batalla clave en las próximas elecciones.

La semana pasada, el Tribunal Supremo votó 5 a 4 a favor de permitir a los agentes de la Patrulla Fronteriza de EEUU retirar el alambre de espino desplegado por las iniciativas de seguridad del gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, en la frontera entre EEUU y México. Este fallo se consideró una victoria significativa para el Presidente Joe Biden en su actual disputa con Abbott sobre la política fronteriza.

A pesar de la sentencia, Abbott ha declarado que la Guardia Nacional de Texas seguirá instalando el alambre de espino. Los gobernadores republicanos de la mitad de EEUU han respaldado a Texas en este enfrentamiento cada vez más intenso. El ex presidente Donald Trump también ha intervenido, animando a los estados a enviar tropas a la frontera sur.

El extraño enfrentamiento se está convirtiendo en una confrontación entre Texas y el Gobierno federal. También indica que las profundas contradicciones y crisis de la sociedad estadounidense han entrado en una nueva fase de la historia de EEUU.

“Cuando un hombre enferma, siempre estalla por la parte más débil del cuerpo”, afirmó Xu Liang, profesor asociado de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad de Estudios Internacionales de Pekín, explicando que la cuestión de la inmigración es el punto en el que empiezan a estallar las contradicciones en EEUU.

En realidad, a los republicanos les interesa que estalle la cuestión de la inmigración, pues creen que puede desencadenar la atención de la opinión pública estadounidense sobre este asunto, de modo que puedan asegurarse más votos.

Diao Daming, profesor de la Universidad Renmin de China en Pekín, declaró al Global Times que si este año no fuera año electoral, los republicanos no habrían montado tanto alboroto. “Jugar la carta de la inmigración es una táctica electoral de los republicanos. Quieren aprovechar la situación de tensión dramática en la frontera de Texas para debilitar a los demócratas y a Biden. Quieren dar la impresión de que la situación está a punto de estallar mientras el presidente no hace nada al respecto”, dijo Diao.

También señaló que la administración Biden se enfrenta a un círculo vicioso. Cuanto más se debiliten los demócratas y Biden, más probable será que vuelva Trump, y más deseosos estarán los inmigrantes de inundar EEUU antes de las elecciones, lo que dificultará la solución del problema de la inmigración.

El creciente número de inmigrantes que afluyen a EEUU puede traer mayores problemas de seguridad social, y estas cargas serán soportadas por los estados gobernados por el Partido Demócrata. La población local tendrá una mayor presión y llevará a cabo una mayor resistencia, lo que también es un asunto espinoso para la administración Biden.

La cuestión de la inmigración no sólo decidirá el destino del Partido Demócrata y del Partido Republicano, sino también el de EEUU. Por eso se ha exacerbado hasta convertirse en un enfrentamiento. Tanto dentro como fuera de EEUU, algunos se han preguntado si EEUU entrará en una “guerra civil”. En la red social X (antes Twitter), se está reproduciendo un sentimiento de “guerra civil”.

Algunas celebridades de Internet en EEUU, como Terrence Williams, que tiene 1,7 millones de seguidores, acusaron a Biden de intentar iniciar una guerra civil. El medio de comunicación británico The Spectator publicó un artículo titulado “América está viendo una pequeña guerra civil en Texas”, incluso antes de la saga actual que vemos en EEUU.

Los expertos chinos creen que si la situación no se gestiona bien, es posible que se produzcan pequeños derramamientos de sangre o tiroteos, pero la probabilidad de una guerra en toda regla o de conflictos a gran escala no es muy alta.

Sin embargo, Zhang Tengjun, subdirector del Departamento de Estudios Americanos del Instituto Chino de Estudios Internacionales, cree que el antagonismo político, las divisiones sociales y las tensiones raciales en EEUU se intensificarán, asemejándose a un “divorcio nacional” entre estados rojos y azules, como ha pedido la representante Marjorie Taylor Greene. En consecuencia, EEUU se convertirá en una fuente de caos en el futuro.

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