El presidente Daniel Ortega aseguró este jueves que el Ejército de Nicaragua es más fuerte y más firme en la actualidad para defender la patria, la soberanía y la seguridad de las familias nicaragüenses.
Durante el acto por el 42 aniversario de constitución del Ejército de Nicaragua, el comandante aseguró que desde el 2007 comenzó un proceso de reconversión y modernización de esa entidad castrense.
“Tenemos una fuerza que resistió durante 17 años todo tipo de asedio para que se rindieran, pudieron resistir y en el año 2007 empezó un proceso que podemos llamar de reconversión, y modernización de nuestro Ejército. El Ejército es hoy más fuerte, más firme para defender la soberanía, la patria y la seguridad de las familias nicaragüenses”, aseveró.
El mandatario destacó que Nicaragua seguirá avanzando y alcanzando nuevas victorias ya que se cuenta con un Ejército que es la continuidad de la lucha del general Augusto C Sandino para luchar en contra del imperialismo.
“El ejército se mantuvo firme y limpio, hemos seguido luchando 17 años, seguimos luchando contra la agresión yanqui que se manifestaba de diferentes formas para liquidar al Ejército, la Policía y la Revolución, lo intentaron con los tres gobierno neoliberales y lo decían con toda claridad que no querían Ejército pero no pudieron ni podrán”, indicó.
El presidente recordó que Nicaragua ha ganado varias batallas y ha derrotado al imperio yanqui desde hace años, por lo que el pueblo, la Policía y el Ejército se mantienen firmes en contra de las políticas intervencionista.
“Victoria del pueblo el 19 de julio, derrotando la intervención yanqui, derrotando la ocupación yanqui, luego la batalla impuesta de los yanqui cuando llevamos a los jóvenes a alfabetizar, ellos nos trajeron la guerra nuevamente”, recordó.
No podemos cerrar los ojos con Afganistán
El presidente argumentó que no se puede obviar lo que está pasando en Afganistán, en donde los Talibanes derrotaron al Ejército de Estados Unidos y a la intervención europea y de otras potencias.
“En un evento como este cuando se habla de situaciones en el campo militar, desenlaces impresionantes en el campo militar, desenlaces que nadie los esperamos, no podemos cerrar los ojos frente a lo que está a la vista en Afganistán y al recorrer la historia de ese país, así como se instalaron los imperios en Afganistán se han enfrentado a ocupaciones en medio de las fuerzas más poderosas de los imperios, más poderosos de los siglos antepasados, desde los grandes imperios, y es ahora cuando se desempolva un hecho como este que ha acontecido la derrota del imperio yanqui en Afganistán”, expresó.
El comandante manifestó que dicha situación ha creado una gran polémica en Estados Unidos, lo que refleja la debilidad del imperio cuando se meten con pueblos con su propia identidad y cultura.
“Esto creo una enorme polémica en los estados unidos de norteamericana, que si lo hizo bien el actual presidente o que si lo hizo mal, lo que han hecho mal es ocupar países para imponer su dominación, esa es la esencia de la debilidad de los imperios cuando se lanza contra pueblos y naciones que tienen su propia cultura e identidad y ahí es donde se equivocan los imperios y tropiezan con la misma piedra una y otra vez, porque son prepotentes, se siente más poderosos que Dios y no se dan cuenta que a través de esas derrotas el que está hablando es Dios y le dice respeten los pueblos”, afirmó.
Añadió que nadie se iba imaginar que donde Estados Unidos invirtió millones de dólares, asesinaron a miles de familia e instalaron su propio Ejército iban a salir derrotados por los Talibanes.
“Quien se iba a imaginar, donde invirtieron miles de millones, donde asesinaron a miles de familias con los famosos drones, buscando a los Talibanes, buscando a otros grupos étnicos religiosos, crímenes que no pasa nada porque es estados unidos y cuando Estados Unidos asesina y comete crímenes de lesa humanidad, ahí no hay quien levante sus voz contra esos crímenes y acuse a Estados Unidos por esos genocidios”, complementó.
Discurso íntegro del Presidente Daniel Ortega
Queridos hermanos nicaragüenses. Queridas familias de esta tierra heroica de Diriangén, Nicarao, José Dolores Estrada, Andrés Castro, Benjamín Zeledón, Augusto Calderón Sandino, General de Hombres Libres y punto de partida de la Revolución que luego triunfaría en el año 1979. O sea, Sandino es el que logra establecer todo un programa y abrir una ruta y un camino hacia la victoria revolucionaria del 19 de Julio.
Y como bien lo señalaban y lo reconocían en los mensajes de saludo que ha recibido el General Avilés y ustedes queridos hermanos del Ejército de Nicaragua, de parte de jefes de ejércitos centroamericanos, de parte de ministros de defensa centroamericanos, ahí se ve con claridad que prevalece lo que es el principio de la dignidad y de la defensa de la soberanía de nuestras naciones.
Querida compañera Rosario, Vicepresidenta de la República; querido hermano, Comandante en Jefe del Ejército de Nicaragua, General de Ejército Julio César Avilés Castillo; nuestros saludos para su esposa, la compañera Conchamarenco Salinas y para su familia.
La familia es una base fundamental para las tareas que ustedes desempeñan todos los días, y que demandan de una solidaridad, de un amor, que los lleva a compartir los mismos riesgos que corren los soldados, corren los oficiales, cuando tienen que librar estas tareas, estas luchas por la soberanía de la patria, por la seguridad del país, en la lucha contra el narcotráfico, en la lucha contra el terrorismo. Y las familias están ahí acompañándolos siempre, en cualquier punto de nuestro territorio donde estén librando esa batalla, ahí está la familia acompañando y compartiendo con ustedes los riesgos, y compartiendo el dolor, y compartiendo la alegría.
Las familias son parte viva del Ejército de Nicaragua. no podríamos entender la firmeza, el coraje, la conciencia, la dignidad, de soldados y oficiales de nuestro ejército, sin el acompañamiento de las familias de nuestro Ejército. Para ellas nuestro reconocimiento.
El virus que lleva dolor y muerte
Querido hermano, Jefe del Estado Mayor General, Mayor General Bayardo Ramón Rodríguez Ruiz, y nuestros Saludos también para la compañera y la familia del General Bayardo, Martha Elena Ruiz Sevilla. Querido hermano Inspector, Mayor General Marvin Elías Corrales. Querida compañera Ministra de Defensa, compañera Rosa Adelina Barahona. Con ella compartimos, compartimos con Rosa Adelina, el dolor de la pérdida de su hijo hace pocas semanas, por el virus.
El virus que anda llevando dolor y muerte en todo el planeta, y que provoca millones de víctimas ya en nuestro planeta: víctimas porque fallecieron, víctimas porque han ido al desempleo, porque han cerrado las empresas y las fábricas que han enriquecido a lo largo de los años y que ahora, bueno, han cerrado y no hay acompañamiento para esos trabajadores que han ido al desempleo, y estoy hablando de los países en vías de desarrollo.
Algunos programas sacan, pero son ínfimos frente a los desafíos que le plantean al mundo, los retos que le plantean al mundo estas pandemias, y donde para enfrentar estas pandemias es fundamental entender, de una vez por todas, que desde que Dios nos plantó en este planeta, dijo: trata a tu prójimo como a ti mismo.
Y en medio de una pandemia que no se practique la solidaridad, porque los países poderosos que tienen recursos y cuentan con esos recursos para desarrollar programas que cuestan miles de millones de dólares, programas para llevar estrategias de guerra hacia el espacio, programas para construir cada día más sofisticados armamentos atómicos, son programas para la muerte, porque mientras desarrollan esos programas para la muerte, bueno, no solamente está la demanda de la atención médica en sus propios países, sino que también está la demanda de la atención médica en los países en vías de desarrollo.
Y está la demanda de la vacuna, y está la demanda de equipamientos, más equipamientos para los puestos de salud, más equipamientos para los hospitales, pero no hay disposición de volcar recursos en la forma en que lo demandan los organismos internacionales que están al frente de los organismos de salud a nivel mundial y a nivel regional.
Los ricos más ricos de nuestro planeta sencillamente piensan nada más en hacerse cada vez más ricos, incluso haciendo negocio con la pandemia. Claro que hacen negocio con la pandemia, y acumulan más riqueza ante la tragedia, empresas que han multiplicado sus ingresos gracias a la pandemia; o sea, falta el espíritu cristiano en este planeta, falta ese espíritu cristiano, el espíritu solidario.
Ya no digamos la falta de respeto para la humanidad, para los pueblos, las familias que en sus propios países están padeciendo de los efectos devastadores de la pandemia. Que mayor falta de respeto que empeñarse en mantener y multiplicar bases militares, no para cooperar con esos países, no para apoyar a esos países, sino para buscar cómo dominar a esos países, cómo someterlos a esos países.
¿Cuándo aprenderán los imperios?
Es inconcebible que en estas condiciones los Estados Unidos de Norteamérica y Europa estén en una reyerta y en un abierto desafío en contra de la República Popular China, en contra de la Federación Rusa, provocando y amenazando a esas potencias. es decir, buscando más guerras, como que no son suficientes las guerras que desde siglos antepasados las potencias europeas y la potencia norteamericana le han impuesto al mundo, el baño de sangre que han provocado en el planeta, el genocidio que han practicado en el planeta.
Y no aprenden, no aprenden, que naciones como Nicaragua… ¿qué pensaban ellos? Que bastaba con mandar a los marines a Nicaragua, como los mandaron, y mandaron las tropas a Nicaragua, para someter a Nicaragua a sus designios imperialistas, e invadieron Nicaragua en diferentes momentos y circunstancias, siguiendo el paso de los conquistadores, de los que impusieron a sangre y fuego su dominio en nuestras tierras.
Ellos continuaron con esas prácticas, y lo hicieron con Nicaragua y lo hicieron con una cantidad de países latinoamericanos y caribeños. Y se anexaron, es decir, robaron territorios de países vecinos de los Estados Unidos de Norteamérica, como México, hay que decirlo, como México. Y se levantó la rebelión del pueblo mexicano contra esas agresiones del imperialismo que quería expandir sus fronteras ocupando México, ocupando Centroamérica, ocupando el sur de Nuestramérica, ocupando toda América Latina y el Caribe. Querían establecer un enorme Imperio que sustituyera al imperio español y al imperio portugués que habían sido derrotados, y la lucha de los pueblos, Villa, Zapata, dando la batalla, dando la lucha. Y el imperio sin ceder, sin ceder.
Y les hablaba de Nicaragua, ¿por qué? Porque fue un país que resistió la embestida colonialista de los conquistadores españoles y británicos. Porque Nicaragua, bien lo sabemos, fue ocupada en esta zona del Pacífico, Centro-Pacífico por España y en el Caribe por Inglaterra, y el imperio español y el imperio ingles se enfrentaban entre sí, buscando cómo dominar y adueñarse de todo Nicaragua; o sea, sin tener el mínimo respeto por este país, por esta tierra, por sus pueblos, por sus familias.
Y las embestidas fueron una y otra vez, y las derrotas que sufrió y ha sufrido el Imperialismo aquí Nicaragua, han sido una y otra vez. Fueron derrotados en San Jacinto, el expansionismo yanqui se enfrentó ahí a Nicaragua y a los centroamericanos en esa batalla, que se trataba de defender ya la sobrevivencia, la independencia, la autodeterminación de los estados centroamericanos, frente a lo que era el expansionismo yanqui que se proponía convertirnos en esclavos, en sus esclavos.
Y fueron derrotados, llegando con armas más modernas de la época, llegando con oficiales de altos grados como Byron Cole, oficiales de escuela, oficiales que venían de librar guerras allá mismo en su propio país, fueron derrotados aquí en Nicaragua.
Sandino vence
Luego, más intervenciones, más ocupaciones, más resistencia del pueblo nicaragüense, y Zeledón y Sandino, y Sandino librando la batalla frente al ejército más poderoso que tenía el mundo en esos momentos, el ejército que utilizaba a sus coroneles, a sus generales, a su aviación, a sus especialistas en guerra que venían de otras regiones del planeta, de agredir a otros pueblos. Y pasaron los años en la batalla contra el que llamaron “bandolero”, y no pudieron derrotar al Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, y tuvieron que retirarse, sin alcanzar su objetivo. Esa fue la segunda derrota que sufrió el Imperio aquí en nuestro país.
Luego, recurriendo a la traición y recurriendo a tiranías criminales como la que impusieron aquí en Nicaragua con Somoza, lograron mantener el dominio sobre Nicaragua durante casi 40 años con un Ejército que le llamaban Guardia Nacional, pero que de Nacional no tenía nada. Era un ejército organizado por los yanquis, dirigido por los yanquis, armados por los yanquis, financiado por los yanquis.
Recibido ese tirano como un gran demócrata por los gobernantes yanquis durante todos esos años, igualmente por los gobernantes europeos, simplemente porque estaba al servicio de los yanquis, había sido puesto por los yanquis. Él había nacido aquí en Nicaragua, pero su mentalidad era la mentalidad de un yanqui, pero no de un yanqui que se sintiera con la autoridad de un ciudadano norteamericano, sino de un yanqui que se sentía esclavo, de buena gana, al servicio de los yanquis. ¡Un vendepatria! ¡Un vendepatria!
40 años esa tiranía, esa Dictadura, y los yanquis sosteniéndola y sosteniéndola y sosteniéndola. Y en el camino, retomando la bandera de Sandino, el Coronel Ramón Raudales del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, y cayendo en combate contra esa tiranía. ¡40 años, se sentían dueños de Nicaragua! Pero llegó el momento en que el pueblo derrotó la intervención yanqui, porque este era un país que estaba ocupado por los yanquis a través de la Guardia, subordinada esa Guardia al mando yanqui que tenían aquí instalado en Nicaragua.
Esa victoria del 79 es otra gran derrota del Imperio yanqui aquí en Nicaragua, y en esas circunstancias surgió el Ejército, surgió de la lucha, surgió de la batalla por la Libertad, por la Independencia. Y eso dio entonces la oportunidad de contar con una Revolución que empezara a poner en práctica el principio de amor al prójimo como a sí mismo.
Aquí también nos acompaña el Director General de la Policía Nacional, nuestro hermano el Primer Comisionado Francisco Javier Díaz Madriz. Nos acompaña también el Presidente de la Asamblea Nacional, nuestro hermano el Doctor Gustavo Porras Cortés; el compañero Marvin Aguilar, Vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia. Nos acompaña la heroína que libró la batalla frente a la cuarta intervención yanqui en los años 80, porque esa no era batalla de Nicaragua contra una gente que andaba ahí armada queriendo hacer daño; era una batalla en la que se encontraba comprometido, públicamente, el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Ronald Reagan. Él comprometido en acabar con el sandinismo, en acabar con el Ejército, en acabar con la Policía, en acabar con el pueblo revolucionario; comprometido públicamente desde la Casa Blanca, ahí con sus altos oficiales dando declaraciones continuamente y haciendo trampas para hacer llegar recursos a esa guerra.
Suma de intervenciones yanquis
Otra guerra de intervención del imperio yanqui contra Nicaragua, y soñaban con tomarse Teotecacinte que está allá penetrando ese territorio de Jalapa, penetra ahí en Territorio hondureño, y ahí mismo atacando por los flancos ese pueblito que está penetrado en territorio hondureño. Querían tomarse Teotecacinte, y tomándose Teotecacinte vendría entonces el gobierno provisional a instalarse.
Como lo intentaron también en Las Minas, donde estaba nuestra hermana, nuestra Heroína, hoy al frente del Consejo Supremo Electoral, nuestra hermana Licenciada Brenda Rocha Chacón. Allí estaba ella y ahí combatió y fue herida de muerte. Pero no pudieron pasar, no pudieron tomarse Las Minas; el objetivo era el mismo, buscar un territorio donde declararlo territorio libre, y que ahí vendría inmediatamente la fuerza aérea yanqui con sus tropas para lanzarse en contra de todo el pueblo.
Sí, fíjense, intervencionismo del expansionismo yanqui en la Guerra Nacional de 1854, 1855, 1856; intervención directa de las tropas yanquis a partir del derrocamiento del Presidente Zelaya y la rebelión del General Zeledón; ocupación del territorio nicaragüense, y resistencia del General Sandino, Batalla del General Sandino, que no pudieron derrotarlo y salieron ellos derrotados. Victoria del pueblo nicaragüense el 19 de Julio, derrotando la intervención yanqui, derrotando la ocupación yanqui, porque Nicaragua estaba ocupada por los yanquis.
Luego, batalla impuesta por los yanquis cuando nosotros nos fuimos a la batalla de alfabetizar al pueblo nicaragüense, de llevarle educación y salud, ellos nos trajeron la guerra nuevamente, Ronald Reagan a la cabeza, con sus mandos militares, y jurando que iban a acabar con Nicaragua, que iban a acabar con la Revolución y que iban a volver a tomarse y adueñarse de Nicaragua. ¡Y no pudieron! ¡No pudieron! Este Ejército, el pueblo nicaragüense, las milicias, la Policía, el Ministerio del Interior, todos juntos librando esa batalla contra un enemigo poderoso. Y al final no pudieron, porque su objetivo era acabar con el Ejército, acabar con la Revolución, acabar con la Policía, acabar con el Ministerio del Interior.
Sí, es cierto, lograron llegar al Gobierno, pero no pudieron, aunque lo deseaban, acabar con el Ejército; no pudieron, aunque lo intentaron, acabar con el Ejército y con la Policía, y con el Frente Sandinista. Esa es otra gran victoria de Nicaragua contra la intervención yanqui en una guerra que duró prácticamente desde los años 1980 hasta 1990, cuando ya se dieron cuenta que no podían, y los nicaragüenses que se habían visto comprometidos en esa batalla contra el pueblo nicaragüense, se dieron cuenta que ese no era el camino y que el camino era la paz, entonces se dieron los acuerdos de paz y se mantuvo firme, limpio, incólume, el Ejército de Nicaragua.
Y hemos seguido luchando, durante 17 años seguimos luchando contra la agresión yanqui que se manifestaba de diferentes formas para liquidar al Ejército, liquidar a la Policía, y liquidar a la Revolución. Lo intentaron también bajo otras modalidades durante los 17 años, con los tres gobiernos neoliberales lo intentaron, y lo decían ellos con toda claridad que no querían Ejército. Pero, ¡no pudieron, ni podrán! y aquí está nuevamente el Ejército de Sandino, este es el Ejército de Sandino, una continuidad del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional librando las batallas contra la agresión imperialista.
Querida compañera, Fiscal General de la República, doctora Ana Julia Guido Ochoa. También nos acompaña en este Acto la querida compañera Procuradora General de la República, doctora Wendy Carolina Morales Urbina; queridos familiares del General Sandino; queridos representantes de las instituciones del Estado nicaragüense; agregados de defensa, militares, navales, aéreos, adjuntos, y Jefe de la Misión Militar Rusa, acreditados en la República de Nicaragua; queridos compañeros en honrosa condición de retiro, y todos los que se encuentran presentes, y a todos los que nos están escuchando, viendo, a través de los medios de comunicación.
General Avilés ha sabido conducir al Ejército
Bueno, felicitar en nombre de nuestro pueblo al General Julio César Avilés Castillo, Comandante en Jefe del Ejército, que ha sabido conducir, y garantizando el amor a la Patria, a los valores del ser nicaragüense, acompañado de preparación en todos los campos, preparación combativa, organización, una mayor y mejor organización de nuestro Ejército.
Del Ejército que encontramos aquí en el año 2007, cuando llegamos nuevamente al Gobierno, a este Ejército, podemos decir, que tenemos una fuerza que resistió durante 17 años todo tipo de asedios para que vendieran a la Patria, o para que se rindieran, pero supieron resistir, y en el año 2007 empezó un proceso que podríamos llamar de reconversión, modernización de nuestro Ejército, y el Ejército de Nicaragua hoy es un ejército mucho más fuerte, más firme, más imbatible, para defender la soberanía de la Patria y defender la seguridad de las familias nicaragüenses.
Saludar y felicitar y reconocer en nombre de nuestro pueblo, en el General Avilés, en el Estado Mayor del Ejército, en los mandos superiores del Ejército, en los mandos intermedios, en los soldados, que son la base para que este Ejército pueda desarrollarse cada vez más en las diferentes armas, especialidades, en la Fuerza Naval, la Fuerza Aérea, en el Cuerpo Médico Militar. Es decir, felicitarlos a todos ustedes, queridos hermanos del Ejército de Nicaragua y a sus familias, en nombre del pueblo de Nicaragua, y yo les digo en nombre del pueblo de Nicaragua: gracias hermanos, gracias hermanos, y sigamos adelante, que seguiremos alcanzando nuevas victorias.
El desenlace de Afganistán
Y en un momento como este, cuando se producen situaciones en el campo militar, desenlaces impresionantes en el campo militar, desenlaces que nadie los esperaba, no podemos cerrar los ojos frente a lo que está a la vista en Afganistán, y al recorrer la historia de ese país, de esa nación, nos encontramos con que, así como los vietnamitas se enfrentaron a diferentes imperios, incluyendo al imperio francés y finalmente al imperio norteamericano, en Afganistán se han enfrentado a ocupaciones de las fuerzas más poderosas, de los imperios más poderosos, desde los siglos antepasados, desde los grandes Imperios que vienen de Alejandro Magno.
Y ahora, cuando se desempolva un poco la historia frente a esto que ha acontecido, la derrota del imperio yanqui en Afganistán, resulta que hace rato ellos vienen derrotando a aquellas potencias que los han ocupado, a aquellos Imperios que los han ocupado, a aquellos que han intentado utilizarlos para luego ocuparlos, y luego ellos se han rebelado; incluyendo los ingleses fueron derrotados en Afganistán.
Y esto que provoca una enorme polémica en los Estados Unidos de Norteamérica, y que si lo hizo bien el actual Presidente de los Estados Unidos, o que si lo hizo mal; lo que han hecho mal siempre es ocupar países para tratar de imponer su dominación. esa es la esencia de la debilidad de los imperios cuando se lanzan contra pueblos, contra naciones que tienen sus propias culturas, que tienen su propia identidad, y quieren incluso no solamente ocuparlos para esclavizarlos, sino que también les quieren cambiar su cultura y su identidad.
Ahí es donde se equivocan los imperios y tropiezan con la misma piedra una y mil veces, porque son prepotentes. ¡Son prepotentes! Se sienten más poderosos que Dios y no se dan cuenta que a través de esas derrotas que han sufrido y seguirán sufriendo, el que está hablando es Dios y les está diciendo, dejen de actuar de esa manera, respeten a los pueblos, no invadan a los pueblos y entonces Estados Unidos logrará ganarse el respeto de los pueblos.
Quién se iba a imaginar, donde invirtieron miles de millones, donde asesinaron a miles de familias con los famosos drones buscando a los talibanes o buscando a otros grupos étnicos, religiosos, disparaban incluso, un famoso crimen que fue denunciado pero no pasa nada porque los asesinos son de los Estados Unidos, y cuando Estados Unidos asesina, cuando Estados Unidos viola los Derechos Humanos y comete crímenes de lesa humanidad, ahí no hay quién, desde el llamado mundo occidental, democrático, respetuoso de los derechos humanos o cristianos, no hay quién levante su voz contra esos crímenes y acuse a los Estados Unidos por esos genocidios.
Era una boda en una aldea allá en Afganistán, y eso se repitió innumerables veces, entonces claro, estaban las familias allí reunidas porque había una boda. Ah, pero ellos decidieron que eran los terroristas que estaban allí reunidos, y bombardearon y asesinaron a hombres, mujeres, niños… ¡arrasaron con la boda! Y se supo en el mundo, pero, ¿quién condenó a los Estados Unidos? ¿Quién condena a los Estados Unidos por los crímenes que han cometido en el planeta?
Y les decía que ahí están debatiendo, buscando cómo pasarse factura internamente… Ah, que Biden, el Presidente de los Estados Unidos organizó mal la retirada. Si es que allí no se trataba de organizar retirada, sencillamente los habían derrotado y no les quedaba más camino que retirarse o los sacaban a balazos, porque ya venía avanzando esa ofensiva, y lo sabían y lo vieron y tenían que apurarse.
Y ya el otro presidente guerrerista, Donald Trump, el matoncito de Trump se había visto obligado a buscar cómo firmar allí acuerdos para retirar las tropas, y no lo hacía por el bien de los afganos; lo hacía simplemente porque a él, su Estado Mayor del Ejército de los Estados Unidos le decía, esa guerra está perdida, y antes de que salgamos como nos sacaron de Vietnam, hay que retirarse. Y se produjo, entonces, lo que todos hemos visto y la gran sorpresa, que el ejército de ocupación que habían armado los yanquis allí, poderoso ejército de ocupación, con 300,000 soldados, ese ejército cuando ya se firman los acuerdos de que ya los yanquis van de viaje y viene la ofensiva de los talibanes, ese ejército no resistió más que unas cuantas horas, unos cuantos días.
Fue una operación realmente relámpago, y de pronto, las armas que los yanquis le habían entregado a ese ejército están en manos de los talibanes a los que tenían que acabar los de ese ejército; los vehículos que les entregaron, los tanques que les entregaron, los cohetes que les entregaron, están en manos de los talibanes que están ya formando gobierno.
Ahora están debatiendo los europeos y los mismos norteamericanos, bueno, cómo manejar la situación, y lo debaten en Naciones Unidas también, cómo no dejar solos a los talibanes, dicen ahora. Hay que buscar cómo incidir, ¿cómo? Bueno, estableciendo relaciones. Ya se habla de que hay que buscar la forma de establecer relaciones, de tener algunos vínculos con ese Gobierno, que de lo contrario sería un peligro para ellos, porque para ellos es un peligro que exista un País, una Nación, que no esté sometida a sus dictados.
Ya sabemos que cuando ellos hablan contra el terrorismo, los Estados Unidos, nadie puede olvidar cómo ellos han alimentado el terrorismo en el mundo, cómo han organizado grupos terroristas en el mundo, cómo incluso los agentes formados por ellos, como Bin Laden, sencillamente, ya que los gringos los hayan convertido en sus agentes, bueno, ellos tenían su visión del mundo, su visión de los Estados Unidos, su sentimiento por el daño que Estados Unidos les había hecho, y, ahí vino después luego el acto de terrorismo que todos condenamos en las torres de Nueva York.
Sí, ningún acto de terrorismo se puede justificar, pero la historia es esa, Estados Unidos ha estado detrás de los más grandes actos de terrorismo que se han dado en los tiempos, tiempos en que los Estados Unidos ya se fue convirtiendo en potencia y empezó a disputarles territorios a las otras potencias del planeta.
Que aprendan la lección
Ojalá aprendan la lección de Afganistán, porque la verdad es que ahí salieron como en Vietnam. Realmente salieron como en Vietnam, una situación vergonzosa para una potencia como los Estados Unidos. Y la esencia de lo que es ese desenlace está en el hecho de que Estados Unidos ha sido y sigue siendo todavía una potencia que se siente dueña del mundo, siente que puede ordenar por todos lados, porque puede amenazar y porque puede agredir, como agrede a Cuba, como agrede a Venezuela, como ha agredido a Nicaragua, como ha agredido a Bolivia.
Se sienten, y tienen que darse cuenta de una vez por todas, ojalá esto lo entienda el Presidente Biden, que está en sus manos, yo sé que no es fácil, porque tiene fuerzas también internas que son guerreristas, que no renuncian a esa práctica. Pero esto le da toda la autoridad al Presidente Biden como para plantear que ese tipo de acciones, que ese tipo de políticas, que ese tipo de intervenciones, no se deben repetir, y que Estados Unidos tiene que buscar otro camino para buscar cómo relacionarse con todos los pueblos del mundo, incluyendo con los países más pequeños.
Y que nada ganan los Estados Unidos con estar tronando en medio de esta pandemia en contra de las potencias que mencionaba, como China, la República Popular China, como la Federación Rusa, porque eso lo que hace es provocar más inestabilidad, más inseguridad a nivel global. Porque en todo caso tienen que haber entendimientos, acuerdos.
Estados Unidos debe buscar cómo respetar, y Europa también, los convenios que han tenido con estos países, los convenios que han tenido con Irán deben respetarlos; deben buscar entendimiento con Corea, la República Popular de Corea del Norte, que es poseedora de arma atómica. Ah, y están molestos porque tiene arma atómica… Ah, ¿y a ellos quién les dio el derecho de tener el arma atómica? ¿A los que poseen el arma atómica quién les dio el derecho exclusivo de tener arma atómica? Si alguien tiene arma atómica entonces el otro se siente con derecho también de tener armas atómicas.
Solamente por razones de principios y porque entendemos que es absurdo entrar en una carrera armamentista de ese tipo, los latinoamericanos y caribeños asumimos el compromiso en la CELAC, en la reunión de La Habana, de declarar a América Latina y el Caribe como una región libre de armamento atómico.
Pero desde el punto del derecho, ¿quién le puede negar el derecho a otro país y que se siente amenazado por una potencia? ¿Quién le puede negar ese derecho a desarrollar armas atómicas? ¿Y por qué vos y por qué yo no tengo derecho? ¿Por qué sólo Estados Unidos tiene derecho? ¿Por qué solamente los ingleses tienen derecho? ¿Por qué? ¿A cuenta de qué?
Lo ideal sería que desaparecieran las armas atómicas que son una amenaza para la humanidad completa, y son una amenaza para los mismos pueblos de los países que poseen el arma atómica.
Esa es la batalla que habrá que librar en estos tiempos, en estos momentos, a partir de lo que ha acontecido en Afganistán. Afganistán nos da un mensaje muy fuerte. Dios está hablando por Afganistán, y nos está diciendo y les está diciendo a ellos: ¡No sigan por ese camino! ¡Deténganse! Hay que detenerse, porque ese camino lleva al holocausto de la Humanidad entera, donde no se salvará nadie, no habrá potencia alguna que pueda salvarse de un holocausto atómico, de una guerra atómica.
Así es que nosotros, frente a estos acontecimientos, bueno, oramos por la paz, oramos porque Estados Unidos actúe con racionalidad, que los países europeos actúen con racionalidad. Puede parecer un absurdo lo que estoy diciendo, porque es como estar tratando de decirle a quienes han tenido la práctica de la guerra, que dejen esa práctica.
Pero, bueno, la realidad está diciendo que ese no es el camino, y ojalá el pueblo norteamericano, que es el que al final pone los muertos en esas guerras, la juventud norteamericana, se levante como se levantó contra la guerra en Vietnam, que se levante ahora para que Estados Unidos se convierta en un país de paz, y que Europa se convierta en una región de paz, y que aprendan a respetar a los países y a los pueblos en vías de desarrollo.
Gracias, hermanos nicaragüenses, gracias familias nicaragüenses, gracias por brindarle, como sabemos que le brindan su respeto, su cariño y su amor al Ejército de Nicaragua.
¡Que viva el Ejército de Nicaragua!
¡Que viva el 42 aniversario del Ejército de Nicaragua!
Sandino vive, Sandino vive, sí, Sandino vive, y la Patria vive y la Patria lucha por la Paz, lucha por la Libertad, lucha por la Justicia.
Buenas noches, queridos Hermanos nicaragüenses. ¡Y que viva Nicaragua, bendita y siempre libre!