A 58 días después del 18 de abril de este año, se escucha por doquier que la economía está en crisis. Son numerosos los ejemplos de graves retrocesos en la producción de bienes y servicios en las microempresas y pequeñas empresas, en las actividades de comercio, hoteles, restaurantes, servicios comunales y personales y, además, en el descuido del inicio del año económico de Nicaragua como lo es el ciclo agrícola 2018/2019, entre otros ejemplos… “Los consumidores concentran sus gastos en la adquisición de alimentos, medicamentos y combustibles; los inversionistas en el sector real han hecho un detente y sólo están concluyendo los proyectos con una avanzada ejecución en la construcción”… “Mientras que en el sector financiero mantienen una gran desconfianza en la adquisición de los títulos valores subastados por el Banco Central de Nicaragua al concentrarse el 85% de las subastas en papeles con plazos de 7 días, 14 días y 1 mes en este año; y los exportadores aún observan un aumento de su producción como resultado del cierre del ciclo agrícola 2017/2018”, dijo el economista y Presidente de COPADES, Néstor Avendaño… “Sin embargo, es la crisis en la política la que debería preocuparnos. La amenaza es la indiferencia hacia el futuro de la mayoría de la población, los derechos humanos, la verdad, el estado de derecho, la certidumbre inversionista, el imperio de la ley, la corrupción, la transparencia gubernamental y el mantenimiento de la renta como una forma de vida económica, es decir, la persistencia de una importante inequidad en la distribución del ingreso”, agregó Avendaño… “Hoy no se visualiza una salida fácil de la crisis política. En esta situación, en que el diálogo comienza a mostrar señales de un debilitamiento progresivo, se puede dar por un hecho, aún con un menor número de datos económicos oficiales disponibles, que la economía nicaragüense pronto entrará en recesión, o sea, cuando se observa que la producción de bienes y servicios cae durante dos trimestres consecutivos”, observó…
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