Dos nicaragüenses se encontraban a bordo del barco que naufragó en el Caribe hondureño, ocurrido el pasado miércoles, según se conoció este viernes.
Uno de ellos murió ahogado y fue identificado como Osalio Flores Silverio (38), quien deja cinco hijos, y andaba junto con el resto de nacionalidad hondureña en labores de pesca de langosta.
Sus restos fueron enterrados en Puerto Lempira, puesto que por su estado de descomposición sería imposible sepultarlo en Nicaragua.
“Fue a eso de las 3:40 am que entregaron el cuerpo de mi sobrino, y hay otros parientes que vinieron de Nicaragua, pero no tienen dinero para devolverse, por lo que pedimos a las autoridades que nos colaboren”, dijo en entrevista una tía de Flores Silverio.
También se conoció que en la embarcación viajaba el también nicaragüense Salomon Maibeth Padilla, oriundo de Waspam, y quien logró ser rescatado con vida.
“Tenemos la información de un hermano nicaragüense que está entre los marineros rescatados del naufragio que representó la vida de 27 o más hermanos en Honduras, ahí en El Caribe, en la Mosquitia”, señaló la vicepresidenta Rosario Murillo.
“El hermano rescatado se llama Salomón Macbeth Padilla y la alcaldesa de Waspán, hermana Rose Cunnigham está en comunicación con el alcalde de Puerto Lempira, Honduras, porque eran 88 las personas las que iban en la embarcación que naufragó; 55 han sido rescatados, 27 son los fallecidos y seis los hermanos desaparecidos”, detalló.
“A través de nuestra hermana alcaldesa estamos estableciendo comunicación para ver cómo podemos apoyar al hermano Salomón que afortunadamente estuvo entre los rescatados”, expresó.
Testimonios
Dexim Ordóñez, un pescador que iba en el barco hundido el miércoles a 75 millas de la costa hondureña, contó que dormía cuando el bote zozobró alrededor de las 2 de la madrugada. “Sólo pensamos en ese momento que íbamos a quedar (muertos) ahí, pero Dios es grande”, comentó Dexin Freem Ordóñez.
Yimbris Jesús Patín, otro pescador sobreviviente, relató que que estuvo nadando durante más de ocho horas en las aguas del Caribe hondureño hasta llegar a la orilla. “Cuando me estaba hundiendo yo le decía a Dios que me diera una oportunidad”, dijo el pescador.
Axel Echeverría, otro sobreviviente, mencionó que el clima estaba calmo, “pero creo que una ola grande provocó que nos diéramos vuelta”.
Sigue búsqueda de desaparecidos
La Fuerza Naval continúa este viernes la búsqueda de los seis desaparecidos tras el naufragio en el Caribe hondureño que dejó al menos 27 muertos.
Mientras tanto, a esta hora del día han sido entregados 24 cuerpos (más del 95%) a familiares de los misquitos que naufragaron en alta mar el pasado miércoles.
El primero en ser entregado fue el capitán y a eso de las 4:00 am de este viernes se dieron 23 cadáveres a parientes para que los puedan sepultar en su lugar de origen.
Se informó que hay tres cadáveres que aún permanecen en la Base Naval que no han sido reclamados y al parecer uno de ellos era originario de Nicaragua. Por su lado, las personas que están involucradas en el rescate y búsqueda de los seis desaparecidos, decidieron descansar debido al agotamiento extremo, por lo que esperan continuar este día con esa labor.
-Identificación de cuerpos-
Familiares de los 27 fallecidos en el naufragio de una embarcación sobrecargada de pescadores en el Caribe hondureño comenzaron ayer jueves a identificar los cuerpos de sus seres queridos, informaron autoridades en la remota región de la Mosquitia, frente a cuyas costas ocurrió el hundimiento.
Los familiares eran trasladados en lanchas desde Puerto Lempira, cabecera del departamento de Gracias a Dios, donde se encuentra la Mosquitia, hacia la barra de Caratasca, a unas tres millas. Los cuerpos fueron descargados en la playa de la barra tras ser trasladados en una embarcación desde la zona de Cayo Gorda, donde sucedió el naufragio.
Ataúdes llevados por las Fuerzas Armadas para los misquitos muertos en Gracias a Dios
La Dirección de Medicina Forense informó en un comunicado que nueve expertos fueron desplazados a la remota región habitada por indígenas misquitos -accesible solo por vías marítima y aérea- para practicar las autopsias.
Además de los 27 fallecidos, el naufragio el miércoles del barco pesquero dejó seis desaparecidos. Según las autoridades navales, la embarcación Waly, de 70 toneladas, salió de Puerto Lempira hacia el cabo Gracias a Dios con 91 personas a bordo tras expirar la veda de la langosta, y zozobró por causas aún bajo investigación.
También fueron rescatadas 49 personas de otro naufragio que se registró horas antes, en el que no hubo víctimas gracias al auxilio de una embarcación.
-Sobrecargados-
El director de Marina Mercante, Juan Carlos Rivera, anunció una investigación de las causas para evitar que se repita ese tipo de incidentes y reconoció que en ocasiones han suspendido permisos a propietarios por sobrecargar las naves.
“Está claro que la tragedia pasó porque la embarcación iba sobrecargada”, consideró Molina, con evidente dolor por las muertes de los miembros de su comunidad.
Explicó que empresarios pesqueros contratan embarcaciones cuyos dueños asignan al capitán de la nave la contratación de buzos, que se sumergen desprotegidos a pescar langostas en aguas profundas.
“La embarcaciones solo tienen capacidad para 30 o 40 personas pero las sobrecargan con el doble” de personas, según Molina. Calculó que cada buzo gana cerca de 1.250 dólares por la pesca que realiza durante unos quince días. “Es un buen ingreso en un país donde no hay dinero”, destacó.
Pero admitió que se trata de un trabajo arriesgado: “miles” de misquitos, sostuvo, están lisiados por haberse sumergido a grandes profundidades en el mar sin el equipo de protección necesario.