El análisis estadístico de los resultados electorales y las hojas de recuento (o actas) de las elecciones bolivianas del 20 de octubre no muestra evidencias de irregularidades o fraude que haya afectado el resultado oficial que le dio al presidente Evo Morales una victoria en primera ronda, aseguran investigadores y analistas del Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR).
Contradiciendo la narrativa postelectoral apoyada, sin evidencia, por la Misión de Observación Electoral de la OEA, el análisis estadístico muestra que era predecible la victoria de Morales en primera ronda, basándose en los resultados del inicial 83.85% de votos perteneciente al conteo rápido que mostró a Morales liderando a Carlos Mesa por menos de 10 puntos.
El nuevo estudio, “¿Qué sucedió en el recuento de votos de las elecciones de Bolivia de 2019? El papel de la Misión de Observación Electoral de la OEA”, presenta un desglose paso a paso de lo que sucedió con los recuentos de votos de Bolivia (tanto el conteo rápido no oficial como el conteo oficial más lento), buscando disipar la confusión sobre el proceso. El informe incluye los resultados de 500 simulaciones que muestran que la victoria de Morales en la primera ronda no solo fue posible, sino probable, según los resultados del 83.85% inicial de votos del conteo rápido.
«Simplemente no hay una base estadística o probatoria para disputar los resultados del conteo de votos que muestran que Evo Morales ganó en primera ronda», dijo el principal analista de políticas de CEPR y coautor del documento, Guillaume Long. «Al final, el conteo oficial, que es legalmente vinculante y completamente transparente, así como las hojas de conteo disponibles en línea, coincidió estrechamente con los resultados del conteo rápido».
Mark Weisbrot, codirector de CEPR, señaló que era inusual y muy cuestionable que la OEA emitiera un comunicado de prensa cuestionando los resultados de las elecciones sin proporcionar ninguna evidencia que lo sustentara. Señaló que el informe preliminar de la OEA sobre las elecciones tampoco proporcionó evidencia de que haya sucedido algo sospechoso con el conteo de votos.
«La declaración de prensa de la OEA del 21 de octubre y su informe preliminar sobre las elecciones bolivianas plantean preguntas inquietantes sobre el compromiso de la organización con la observación imparcial, profesional y electoral», dijo Weisbrot. «La OEA debe investigar cómo fue posible que se hicieron tales declaraciones sin ninguna evidencia, las que pueden haber alimentado el actual conflicto político en Bolivia».
El análisis verifica que las tendencias históricas de votación que favorecen a Morales en las áreas donde los votos tardan más en transmitirse explican por qué la brecha entre Morales y Mesa se amplió a medida que se contaban los votos, y terminó con un resultado oficial que colocó a Morales por delante de Mesa con 10.57 puntos.
El documento también demuestra que las tendencias de votación tanto para Morales como para Mesa fueron consistentes, lo que contradice las primeras declaraciones postelectorales de la OEA: “Ni el conteo rápido ni el conteo oficial exhiben cambios repentinos en las tendencias de los resultados finales, y la misma tendencia ampliamente conocida , explicable por la geografía, es evidente en ambos aspectos».
«Animamos a todos los interesados en lo sucedido en las elecciones de Bolivia a que hagan su propio examen de las actas y su propio análisis estadístico», dijo Long. “Con suerte, la misión electoral de la OEA lo hará. Pero también debemos recordar que una misión electoral de la OEA anuló los resultados electorales en Haití en 2011 sin estadísticas ni ningún otro argumento”.
Críticas al proceso electoral boliviano por parte de la Misión de la OEA
El 21 de octubre, la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos en Bolivia emitió un comunicado de prensa posterior a los comicios en el que expresó “su profunda preocupación y sorpresa por el cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia de los resultados preliminares [del conteo rápido] conocidos tras el cierre de las urnas.”
En línea con el proceso de conteo rápido en elecciones anteriores, el TSE había terminado el conteo rápido al 83.85% de las actas verificadas. Este recuento mostró que MAS-IPSP había recibido hasta entonces el 45.71% de los votos presidenciales, y CC el 37.84%, lo que significaba una diferencia de 7.87 puntos porcentuales. Dos días después, la misión de la OEA emitió su informe preliminar sobre las elecciones, en el que reiteró brevemente las críticas de que “los cambios en la tendencia TREP [conteo rápido] eran difíciles de explicar y no coincidían con las otras medidas disponibles.”
Sin embargo, la misión no proporcionó evidencia sustentando estas declaraciones que sugieren que el conteo rápido podría ser incorrecto o “difícil de explicar”. El presente informe analiza los resultados de las elecciones y encuentra que:
● Los resultados del conteo rápido para el primer 83.85% del conteo de votos son consistentes con una proyección del resultado final que señala como inmediato ganador a Morales con una victoria de más de 10 puntos porcentuales;
● Ni la misión de la OEA ni ningún otro partido han demostrado que hubo irregularidades generalizadas o sistemáticas en las elecciones del 20 de octubre de 2019;
● Ni el conteo rápido ni el conteo oficial exhiben cambios significativos en las tendencias de votación respecto a los resultados finales; más bien, la misma tendencia ya conocida, explicable por diferencias en las preferencias de los votantes en diferentes áreas geográficas, se hace evidente en ambos conteos;
● El recuento legalmente vinculante — el recuento oficial — no se detuvo durante ningún período de tiempo significativo;
● No está claro cómo las objeciones de la misión de la OEA con respecto al conteo rápido afectarían al conteo oficial.
Comunicado íntegro del CEPR:
El análisis estadístico de los resultados electorales y las hojas de recuento (o actas) de las elecciones bolivianas del 20 de octubre no muestra evidencias de irregularidades o fraude que haya afectado el resultado oficial que le dio al presidente Evo Morales una victoria en primera ronda, aseguran investigadores y analistas del Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR). Contradiciendo la narrativa postelectoral apoyada, sin evidencia, por la Misión de Observación Electoral de la OEA, el análisis estadístico muestra que era predecible la victoria de Morales en primera ronda, basándose en los resultados del inicial 83.85% de votos perteneciente al conteo rápido que mostró a Morales liderando a Carlos Mesa por menos de 10 puntos.
El nuevo estudio, “¿Qué sucedió en el recuento de votos de las elecciones de Bolivia de 2019? El papel de la Misión de Observación Electoral de la OEA”, presenta un desglose paso a paso de lo que sucedió con los recuentos de votos de Bolivia (tanto el conteo rápido no oficial como el conteo oficial más lento), buscando disipar la confusión sobre el proceso. El informe incluye los resultados de 500 simulaciones que muestran que la victoria de Morales en la primera ronda no solo fue posible, sino probable, según los resultados del 83.85 por ciento inicial de votos del conteo rápido.
“Simplemente no hay una base estadística o probatoria para disputar los resultados del conteo de votos que muestran que Evo Morales ganó en primera ronda”, dijo el principal analista de políticas de CEPR y coautor del documento, Guillaume Long. “Al final, el conteo oficial, que es legalmente vinculante y completamente transparente, así como las hojas de conteo disponibles en línea, coincidió estrechamente con los resultados del conteo rápido”.
Mark Weisbrot, codirector de CEPR, señaló que era inusual y muy cuestionable que la OEA emitiera un comunicado de prensa cuestionando los resultados de las elecciones sin proporcionar ninguna evidencia que lo sustentara. Señaló que el informe preliminar de la OEA sobre las elecciones tampoco proporcionó evidencia de que haya sucedido algo sospechoso con el conteo de votos.
“La declaración de prensa de la OEA del 21 de octubre y su informe preliminar sobre las elecciones bolivianas plantean preguntas inquietantes sobre el compromiso de la organización con la observación imparcial, profesional y electoral”, dijo Weisbrot. “La OEA debe investigar cómo fue posible que se hicieron tales declaraciones sin ninguna evidencia, las que pueden haber alimentado el actual conflicto político en Bolivia”.
El análisis verifica que las tendencias históricas de votación que favorecen a Morales en las áreas donde los votos tardan más en transmitirse explican por qué la brecha entre Morales y Mesa se amplió a medida que se contaban los votos, y terminó con un resultado oficial que colocó a Morales por delante de Mesa con 10.57 puntos.
El documento también demuestra que las tendencias de votación tanto para Morales como para Mesa fueron consistentes, lo que contradice las primeras declaraciones postelectorales de la OEA: “Ni el conteo rápido ni el conteo oficial exhiben cambios repentinos en las tendencias de los resultados finales, y la misma tendencia ampliamente conocida , explicable por la geografía, es evidente en ambos aspectos”.
“Animamos a todos los interesados en lo sucedido en las elecciones de Bolivia a que hagan su propio examen de las actas y su propio análisis estadístico”, dijo Long. “Con suerte, la misión electoral de la OEA lo hará. Pero también debemos recordar que una misión electoral de la OEA anuló los resultados electorales en Haití en 2011 sin estadísticas ni ningún otro argumento”.