Managua. Por Rosario Murillo, Vicepresidenta de Nicaragua.
Nuestra Nicaragua siempre digna, soberana, siempre bendita y siempre caminando con la guía de nuestros héroes, de nuestro próceres, con la guía de Dios, nuestro Señor, siempre viviendo tiempos de evolución, tiempos de victoria.
Desde ayer y todos estos días, Nicaragua entera dice presente al comandante Carlos Fonseca: “Comandante Carlos, Comandante en Jefe. La Patria, la Revolución”.
¡Cuánto reconocemos ese genio formidable que logró la síntesis entre la teoría revolucionaria clásica que conocíamos y la historia revolucionaria heroica de defensa de la dignidad y la soberanía nacional que hemos vivido y que vivimos.
¡Cuánto debemos a Carlos Fonseca por ese pensamiento y esa visión que hizo la síntesis! Que logró plasmar en una idea infinita y en una práctica multiplicadora la identidad nicaragüense, identidad que es pensamiento, identidad que es tradición. Identidad que como dice Darío “es vigor, es gloria”, son victorias. Identidad que es lucha.
Lucha permanente y no lucha insensata; no lucha inútil. Lucha permanente por nuestros derechos, lucha permanente para construir un porvenir como lo merecemos todo. Lucha permanente para vivir como debemos vivir como seres humanos,
Además, un pueblo como el nuestro: grande, laborioso, de enorme corazón, de enorme sentimiento, de grandes convicciones y heroísmos inmensos. Merecemos vivir tranquilos, en paz, seguros, trabajando en estabilidad, trabajando y prosperando.
Pensamos en Carlos, cuando visitamos su Mausoleo, cuando cantamos esa formidable, hermosísima letra de la canción, la letra que escribió Tomás. Cuando escuchamos la voz de Tomás, sentimos la fuerza invicta de Sandino, del sandinismo, del pueblo sandinista que quiere decir pueblo nicaragüense por gracia de Dios.
Sandino como ejemplo, como base, como fundación de una fuerza espiritual inmensa, es la que tenemos, la que nos moviliza, la que nos conmueve todos los días porque somos capaces por ese inmenso corazón de conmovernos con las dificultades, pero trascenderlas con la fortaleza que nos conocemos. Conmovernos también con las desgracias ajenas y ser solidarios, fraternales, vivir como familia.
¡Cuánto camino, cuánto heroísmo, cuánta devoción y cuánta capacidad de entrega y de servicio, de amor al prójimo! Ese es el sandinismo, eso nos enseñó el comandante Carlos y eso caminamos hoy como legado, como compromiso, como convicción, como razón de ser de esta Revolución que es de amor, esta revolución que es de familia, esta revolución que está hecha y se vive y vibramos con ella por el bienestar que merecen las familias nicaragüenses, que merecemos todo.
Tranquilidad en nuestras vidas. Nada que opaque esa luminosidad de la paz que resguardamos. Tranquilidad, amor esperanza, confianza, seguridad, certeza de que vamos adelante con la dignidad en alto y la fortaleza y la fuerza de un pueblo que sabe luchar, un pueblo que sabe vencer. Sabemos luchar, sabemos vencer.
Vivimos en esta Patria bendita y libre y hay Patria. Porque hay patria, hay paz. Porque hay Patria, hay Revolución. Todos los días concentrados, todos los días convocados a trabajar para ir adelante “Siempre Más Allá”.
Esta tarde (miércoles), vamos a estar rindiendo homenaje a Carlos. Vamos a estar inspirados por ese ejemplo iluminador, ejemplo permanente y esa luz eterna que nos deja el comandante Carlos y que hoy en esta Nicaragua que hemos defendido con amor, que resguardamos con amor, que vive tranquila y segura gracias a Dios, Carlos se enciende como esa guía, ese faro que guía, que mueve el espíritu inmenso, infinito de la Revolución.
La Patria… La Revolución.
(*) Extractos de su intervención telefónica al mediodía del 8 de noviembre de 2023, a través de Multinoticias, Canal 4 de televisión.