Moscú. Sputnik
Una de las víctimas del ataque terrorista contra la sala de conciertos Crocus City Hall, en las afueras de Moscú, sucumbió a sus heridas, con lo que elevó a 140 el balance de muertos, informó el ministro de Salud ruso, Mijaíl Murashko.
“Por desgracia, falleció uno de los heridos que permanecía en estado de gravedad extrema”, señaló Murashko a los periodistas.
El pasado 22 de marzo, un grupo de hombres armados dispararon contra una multitud reunida en la sala de conciertos Crocus City Hall, apenas unos minutos antes de comenzar un concierto de una banda de rock. El tiroteo fue seguido por un incendio, que, según el Ministerio de Emergencias, afectó un área de casi 13.000 metros cuadrados. Además de los muertos, el ataque terrorista provocó heridas a unas 180 personas.
Hasta ahora fueron detenidos 11 implicados en el atentado, incluidos los cuatro atacantes que abrieron fuego contra la multitud en Crocus City Hall.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, reconoció que el ataque fue obra de islamistas radicales, pero supuso que podría ser un eslabón en una cadena de operaciones que se llevan a cabo contra Rusia desde 2014 “con las manos del régimen neonazi de Kiev”.
Según el Servicio Federal de Seguridad, después del atentado los terroristas intentaron huir hacia la frontera entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, Ucrania negó de plano su implicación en el ataque.
El ataque terrorista a la sala de conciertos es el más mortífero en Rusia en casi 20 años.