“Cada vez que ha aspirado a tener una patria libre, democrática y desarrollada, el pueblo de Nicaragua siempre ha tenido la razón y la justicia de su parte. Pero buscando ese sueño de se ha recurrido de forma cíclica a la violencia, en una matriz trágica por lo repetitiva. Por la fuerza se ha logrado prevalecer, pero las victorias de un día no han hecho más que iniciar, de nuevo, otro ciclo de opresión-rebelión”, comentó Cairo Amador, miembro de la Comisión Verdad, Justicia y Paz… “En cada fase de los infiernos que nos construimos, comenzamos por polarizamos, entre los buenos y los malos. Cada vez, nos dividimos entre extremos maniqueístas”, sostuvo… “Siempre exigimos victorias totales, instantáneas e incondicionales y lo que logramos, en cada mutación de nuestro ciclo infernal, es terminar más débiles y dependientes. Por eso, la brújula política debe dirigirse a la sensatez”, precisó… “En la situación actual la mejor victoria sería lograr una negociación razonable. La solución es una verdad compartida, una verdad construida “juntos”, una visión de país desde diferentes ángulos y aceptando el respeto a todos los intereses en juego. Tomar el poder es difícil, pero lo es más aún la construcción de una democracia participativa. Esa no se construye en los tranques. Se construye, en parte, con la fuerza que recibe el pueblo de sus expresiones cívicas de oposición, pero también con la sensatez de entender la necesidad de negociaciones moderadas y no extremas”. Cairo Amador, Comisión de la Verdad, Justicia y Paz.
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