Varias capitales. Agencias.
Varias organizaciones internacionales especialistas en el clima advierten este viernes que ya es prácticamente nada lo que le queda al Mar Caribe por calentar, un escenario totalmente anómalo y más en un año con el fenómeno El Niño presente.
De acuerdo con los registros mundiales, en los años con presencia de El Niño lo único que debería estar hirviendo cuando ya está terminando el mes de mayo, deberían ser grandes porciones del Océano Pacífico y así ocurre, con la diferencia que el efecto del calentamiento de las aguas se está dando a nivel mundial.
Según los expertos, esto significa prácticamente la anulación del efecto de El Niño, al menos como usualmente suele darse.
Actualmente en la región centroamericana hay un atraso de un mes respecto a la consolidación de la estación lluviosa porque precisamente el Caribe semanas atrás estuvo frío, interactuando con más aguas cálidas del Pacífico y llevando consigo el clásico efecto Niño de vientos alisios dominantes y atmósfera más seca.
Sin embargo, en cuestión de pocos días eso cambió y es poco probable que algún centro especializado lo haya esperado no solo por ser un año de El Niño, sino porque el Atlántico y en especial el Mar Caribe suelen calentarse poco a poco hasta después de agosto.
En este momento, la atmósfera de Centro América y alrededores se encuentra en fase de acomodo hacia un patrón de época lluviosa ya con el Caribe caliente, con eventos de lluvia algo aislados estos días en las tardes pero que irán siendo cada vez más recurrentes.
Los especialistas consideran que se podría empezar a hablar de una consolidación de la época lluviosa a partir del próximo 30 de mayo. De mantenerse este calentamiento, es posible que no se lleguen a dar los períodos de canículas de julio y agosto, porque no podrán desarrollarse los vientos alisios dominantes típicos de esos meses.
Debido a este calentamiento global de los océanos –cuya causa sigue siendo en teoría desconocida– es de esperar una temporada ciclónica muy activa en grandes porciones de los mismos; de hecho, algunas instituciones ya hablan de hasta 20 tormentas tropicales, 11 huracanes y al menos 5 huracanes intensos solo para la cuenca del Atlántico-Caribe.
Pronóstico de huracanes del NOAA
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) pronostica una temporada de huracanes “casi normal”
De acuerdo al organismo, habrá entre 12 y 17 tormentas que tendrán su nombre propio.
Al menos cinco y nueve tormentas se podrían convertir en huracanes con vientos de 120 km/h o más. Además, hay las posibilidades de que se registren uno a cuatro huracanes (categoría 3, 4 o 5, con vientos de 180 km/h o más). La NOAA señaló que tiene un 70% de confianza en estos rangos.
“Con un clima cambiante, los datos y la experiencia que la NOAA brinda a quienes manejan las emergencias para respaldar la toma de decisiones antes, durante y después de un huracán nunca han sido tan cruciales”, sostuvo el administrador de la NOAA, Rick Spinrad, en un comunicado.
La temporada de huracanes en el Atlántico se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre, y la NOAA pronostica un 40% de probabilidad de una temporada casi normal, un 30% de probabilidad de una temporada superior a lo normal y un 30% de probabilidad de una temporada inferior a lo normal en número de eventos.