Santiago. Agencias
Ya son casi 15 mil las viviendas dañadas por los incendios forestales, los cuales se desataron desde el viernes 2 de febrero y la región de Valparaíso suma 131 muertos pero se sabe que serán más pues hay centenares de desaparecidos, informaron este martes las autoridades.
En pleno verano austral y tras una semana de temperaturas extraordinariamente altas, la región de Valparaíso resultó la más golpeada porque las llamadas llegaron a lugares urbanizados, pero aún hay 165 incendios en 10 regiones del centro y sur de Chile, según el último informe del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred).
Una ola de calor agobia estos días al Cono Sur americano, donde el fenómeno climático natural de El Niño se agudiza por el calentamiento global provocado por la actividad humana, según especialistas.
El saldo de víctimas subió a 131 muertos, de los cuales solo 35 han podido ser identificados, informó un comunicado del Servicio Médico Legal (SML) al precisar también que se han realizado 82 autopsias.
Cinco días después del inicio de los incendios, se mantienen nueve activos, pero ninguno amenaza zonas urbanas. Los bomberos estiman que en una semana más podrían estar extinguidos.
En lo alto de los cerros urbanizados, la zonas más afectadas han recibido voluntarios y brigadas de ayuda para limpiar escombros y levantar vehículos carbonizados en las rutas estrechas, mientras continúa el trabajo para hallar los cuerpos de fallecidos en lugares quemados, lo que complica el tráfico.
“Es como si hubiéramos retrocedido otra vez a los peores días del estallido y la pandemia”, dijo una vecina de Quilpué, Rosa Gutiérrez, en referencia a las duras manifestaciones sociales de finales de 2019 que vandalizaron gran parte del puerto de Valparaíso y la vecina ciudad de Viña del Mar, a 120 km al noroeste de Santiago.
El presidente chileno Gabriel Boric, quien decretó duelo nacional los días lunes 5 y martes 6 de febrero, afirmó que esta “es la tragedia más grande” que ha sufrido el país sudamericano desde el terremoto de 2010, cuando un sismo de magnitud 8,8, seguido de un tsunami, dejó más de 500 fallecidos el 27 de febrero de ese año.
Identificar entre las cenizas
En esta catástrofe las escenas de devastación parecen incluso peores que las de aquel sismo y las familias que perdieron seres queridos o no los encuentran piden que se acelere el proceso forense.
“Necesitamos que vengan a sacar los cuerpos de nuestros familiares, es lo único que pedimos”, dijo Claudia Salazar, sobrina de la viverista del Jardín Botánico de Viña del Mar, que habitaba en una casa devorada por el fuego en el interior de ese parque.
La alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, indicó el domingo que hay 190 desaparecidos en esa comuna.
La directora del Servicio Médico Legal, Marisol Prado, dijo que comenzarán con el proceso de toma de muestra de los familiares que han denunciado algún desaparecido “para hacer luego la identificación por ADN”. Prado precisó que por el momento están identificando los cuerpos con pruebas biométricas y de huella dactilar.